La crisis política y social en Perú no cesa desde hace varios años. Sin embargo, ha tomado profundidad en el fin de 2022 con la destitución del presidente electo, Pedro Castillo, y la asunción de Dina Boluarte a la presidencia el pasado 7 de diciembre. Esto generó un reclamo popular masivo que colmó las calles del país andino.
No obstante, según la Defensoría del Pueblo, a lo largo de las protestas contra el Gobierno han muerto más de 50 manifestantes a manos de la Policía. Los enfrentamientos representan la peor violencia que vivió el país sudamericano en más de dos décadas y parece no tener fin.
La toma de Lima
En la noche del jueves se produjo una protesta que se denominó “La Toma de Lima” (en referencia a la capital del país). Allí, miles de manifestantes confluyeron en la Plaza San Martín, ubicada en el corazón de la capital peruana.
Así, durante la misma les manifestantes exigieron la renuncia de la presidenta Boluarte, la convocación a nuevas elecciones rápidas, el cierre del Congreso, una nueva Constitución y la libertad del expresidente destituido, Pedro Castillo.
Durante las protestas hubo un fuerte despliegue policial de las autoridades peruanas, con más de 11.000 agentes de seguridad en las calles de la capital. Además, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías, quemas de mobiliario urbano, suspensión del transporte público y el infaltable gas lacrimógeno.
Si bien hasta el momento no trascendieron informes que hablen del número oficial de herides en las protestas, según el diario local La República una mujer habría resultado herida luego de que una bomba de gas lacrimógeno lanzada por la policía le impactara en el ojo.
Sumado al accionar policial, al menos 10 dotaciones del Cuerpo de Bomberos de Lima debieron intervenir para extinguir el fuego en un edificio ubicado cerca de la plaza donde transcurrieron los incidentes, próximo al Palacio de Justicia.
Dina Boluarte descartó su renuncia
Tras lo ocurrido el jueves por la noche en Lima, las voces de distintos actores no se hicieron esperar. La actual presidenta, Dina Boluarte, ya había pedido perdón por las muertes en las protestas, pero se reafirmó en el cargo y aseguró “que no va a renunciar”.
En tanto, la primera mandataria tomó la palabra y sentenció: “El gobierno está firme y su gabinete más unido que nunca”. Además, denunció que los manifestantes quisieron “tomar los aeropuertos del interior del país”.
Por su parte, el Ministerio Público anunció en Twitter el despliegue de 50 fiscales “para exhortar a los efectivos policiales a hacer uso proporcional de la fuerza durante las manifestaciones, e invocar a la ciudadanía a movilizarse de forma pacífica”.
Un total de 50 fiscales ejecutarán diligencias en zonas estratégicas de Lima Metropolitana, para exhortar a los efectivos policiales a hacer uso proporcional de la fuerza durante las manifestaciones, e invocar a la ciudadanía a movilizarse de forma pacífica. pic.twitter.com/4oQA6ZhTeD
— Ministerio Público (@FiscaliaPeru) January 19, 2023
Por su parte, las voces disonantes al oficialismo tampoco se hicieron esperar. En ese marco, varies de les manifestantes aseguraron que darían la vida por la causa y remarcaron la represión que sufren en las regiones del interior.
Una de las referentes del movimiento protestante que se trasladó hacia la capital de Lima, Ayda Aroni, justificó la movilización. “Estamos aquí luchando por nuestra justa razón. Queremos que cierren el Congreso”.
Además, la campesina explicó: “Nos marginan, nos dicen que somos vándalos, nos dicen que somos terrucos (terroristas), estamos reclamando nuestro derecho”.
Samuel Areco, presidente del Comité de Lucha Regional de Cusco, dijo: “El pueblo ahora sale a las luchas, sale a reclamar los justos derechos”. Además, explicó la situación del gas natural en su tierra, el corazón del imperio incaico: “En la tierra del gas natural, no tenemos gas natural y nos cuesta caro el gas licuado de petróleo. En cambio, aquí en Lima, en este desierto, traen el gas nuestro”.