Los libros tienen la magia no solo de brindar conocimiento sino también mundos nuevos. Así, la Biblioteca Popular de Virrey del Pino se convierte en un paraíso de páginas y letras que invita a la comunidad a vivir experiencias literarias únicas.
Nota al Pie habló con la directora de espacio, Clarisa Abaunza, para profundizar sobre la historia de la Biblioteca. Además, la entrevistada brindó detalles de las múltiples actividades que llevan adelante junto al equipo de trabajo y la comunidad.
«La Biblioteca nace y abre sus puertas al público en 1999. Considerábamos que no podíamos llegar al nuevo milenio sin una biblioteca popular en la parte sur de Virrey del Pino«, explicó la directora.
De esta manera, Abaunza junto a Adolfina Deliantoni y Mónica Martínez fueron las impulsoras del proyecto que vio la luz en la localidad bonaerense del partido de La Matanza.
Tras realizar las gestiones pertinentes, la Biblioteca nació formalmente. La entrevistada recordó cómo el proyecto se nutrió de materiales y contó: «Era una colección de unos 3.050 ejemplares que fueron aportados por la comunidad. Y se hizo una compra por parte de la cooperativa Telefónica, en ese momento».
Desde entonces, se comenzó a construir la historia de la Biblioteca que recientemente cumplió más de 20 años de vida. Al respecto, Abaunza afirmó que todo el equipo se encuentra muy contento por lo logrado con el espacio.
Horizontes recreativos
Una de las particularidades que distinguen al proyecto de la Biblioteca Popular de Virrey del Pino tiene que ver con las múltiples propuestas que pone a disposición de la comunidad.
En referencia a esto último, la directora del establecimiento explicó: «Se desarrollan diversas actividades. Lo tenemos dividido en dos partes: las actividades de extensión cultural (muestras de arte, encuentros con autores, capacitaciones). Y por otro lado, tenemos talleres».
Dentro de esta área, Abaunza precisó que están aquellos vinculados al acercamiento a propuestas culturales y otros vinculados con la lectura, la literatura y la escritura.
Además, se ofrecen otras propuestas novedosas que apuestan por la inclusión de la comunidad en su totalidad. Así, la directora hizo referencia a la «Bebeteca».
«Es un espacio de lectura para bebés de 45 días a tres años. Las familias se acercan con los bebés a leer y a formar un vínculo amoroso entre el libro, el libro y mediador de esa lectura, o sea, el adulto que acompañe a ese niño», explicó la entrevistada.
Asimismo, tienen actividades para niñes de diferentes edades, con poemas, canciones, e incluso de escritura. También se ofrecen talleres de dibujo y caricaturas, para fortalecer el acercamiento de la comunidad al arte.
Por otra parte, Abaunza se refirió a otra de las características particulares que definen al espacio en Virrey del Pino. «Está la Biblioteca de Semillas que nació hace por lo menos cinco años cuando visitamos la Biblioteca Popular Andrés Ferreira de Necochea«, manifestó.
En relación a éste proyecto detalló que «para acercar a un público que le interesen otras cosas empezamos a trabajar la soberanía alimentaria a través del espacio de huerta. También el trueque de semillas y un montón de capacitaciones que tienen que ver con la temática».
La biblioteca, un logro colectivo
Desde los comienzos y hasta la actualidad, la biblioteca popular se fortalece y desarrolla gracias a la labor colectiva del equipo y la comunidad. Tal es así que en el presente cuenta con una colección de más de 26 mil libros.
El espacio se constituye como una asociación civil, con 16 miembros entre la Comisiones Directiva y la Revisora de Cuentas. Además, hay grupos voluntarios para cada una de las diferentes actividades ofrecidas.
En ese sentido, Abaunza habló sobre cómo logran llevar adelante el proyecto. «Es con mucho trabajo. Las Bibliotecas Populares somos instituciones sin fines de lucro y tratamos de que todo sea lo más accesible posible para la gente», sostuvo.
De esta manera, agregó que «no es sencillo llevarlo adelante. Pero tenemos el acompañamiento de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y de la Dirección de Bibliotecas de la Pcia de Bs. As«.
En este punto, la directora del espacio hizo mención y destacó la colaboración de «los socios y dueños de la institución que aportan una cuota mensual anual y con eso logramos sostener y que la Biblioteca siga creciendo».
«Nosotros decimos que somos un grupo de gente apasionada por la cultura y que eso nos sostiene. Son parte de nuestros ideales y de la utopía de seguir adelante buscando que los vecinos y vecinas tengan acceso a los bienes culturales que es algo que está plasmado en los derechos», concluyó Abaunza.