Este año, la Copa América de Fútbol Playa se disputará en suelo argentino y la Selección masculina ya comenzó a prepararse. Nota Al Pie dialogó con Hernán Magrini, técnico argentino, quien lleva más de 15 años vinculado con la disciplina, tanto dentro como fuera de la superficie.
En estos últimos años el deporte no solo ha evolucionado con respecto al nivel, sino que también aumentó el número de deportistas que lo practican.
Sus primeros pasos en la arena
Hernán Magrini dio sus primeros pasos en el fútbol playa a fines del 2005, mismo año en el que se recibió de director técnico. Gracias a su profesor su conexión con la superficie de arena se dio siendo jugador y vistiendo la camiseta de la Selección nacional. “Mi profe estaba vinculado a la Selección en ese momento, me llevó a probar y entrenar con la selección”, recordó Magrini.
Su periodo como jugador duró un poco más de dos años. Con título en mano y las capacidades adquiridas con el deporte practicado inició siendo “visor” en el 2008. Al respecto, el técnico expresó: “Era un filtro que había en Parque Sarmiento, mirábamos a los chicos que se vinculen con el deporte”.
Hernán colaboró con todos los cuerpos técnicos de turno hasta que llegó su momento. La oportunidad soñada de estar bajo el mando de la dirección técnica de una selección y no de cualquier selección, sino la de su país natal, se le presentó en el 2018. “Mi debut como DT fue en la Copa América y me tocó Brasil. Tuve que arrancar con la vara bastante alta, pero fue lindo porque fue un momento muy esperado”, destacó el estratega argentino.
La evolución del Fútbol Playa
Cuando se hablaba de fútbol playa, no se distinguía al deportista como jugador de fútbol playa. Históricamente, la disciplina se nutría de jugadores provenientes del futsal ó fútbol de campo.
“Venían a hacer sus experiencias de playa, modo prueba, modo hobbie”, compartió Magrini. Aquella realidad cambió radicalmente y fue gracias a la liga local, la base del crecimiento que está obteniendo la disciplina.
Actualmente surgen nuevos clubes y esto permite mayor competencia y más deportistas. “Hoy en día tenemos una gran cantidad de jugadores que están insertados al 100 por 100 en la disciplina”, comentó el técnico.
Todo deportista que quiera iniciar en el fútbol playa, lo primero que tiene que hacer, más allá de su talento innato, es amigarse con la superficie. La arena tiene que ser su aliada, además de la parte física. Con su trayectoria Hernán señaló que “con el tiempo todo se va acomodando y el jugador se va adaptando “
El técnico de la selección destacó que a pesar que haya jugadores de buen pie, les ha llevado su tiempo adaptarse a la superficie. No influye demasiado que el deportista haya sido dotado técnicamente.
El sueño de Magrini con la Albiceleste
El combinado nacional tuvo un gran rendimiento el año pasado; entre ellos se destacó la presea plateada de los XII Juegos Sudamericanos, más conocidos como los Odesur. En aquel torneo Argentina compartía cuadro con Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay.
Su última participación fue en la Copa Cono Sur, donde se quedó con el primer lugar tras superar a Uruguay, luego a Bolivia y, por último, a Chile.
El nuevo desafío para Hernán y sus dirigidos será la Copa América, que no solo es especial porque Argentina será local, sino que, además, el torneo internacional dará cupo al Mundial “FIFA Beach Soccer World Cup”. Esta copa se disputará este mismo año, en los Emiratos Árabes Unidos. Magrini remarcó que para él todos los eventos que afronta la Selección son importantes.
Magrini, es conocido en el mundo de la arena como “Polaco” o simplemente “Pola” y esto se debe a que un compañero le puso así por una acción de juego.
“En un trabajo reducido me tocó estar en marca y cuando recupero la pelota, uno de los chicos me dijo buena Pola y desde ese día, y al día de hoy, es un apodo que se me conoce solo en el fútbol playa”, narró el entrevistado.
Las aventuras que vive con el combinado nacional son, sin duda, muy importantes para él y por ello continúa ligado a la disciplina, pero entre los viajes extraña a los suyos. Por ejemplo, se vio obligado a volar a otro destino cuando su hijo tenía pocos meses de nacido.
“El momento de cantar el himno es algo muy fuerte, sobre todo cuando estamos fuera del país, a muchos nos emociona estar lejos de la familia”, concluyó.