Este lunes 9 de enero, el Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Dolores dio inicio a la segunda semana de audiencias por el caso Fernando Báez Sosa. El joven fue asesinado el 18 de enero de 2020 en la puerta del boliche Le Brique, en la ciudad balnearia de Villa Gesell.
La primera jornada de esta segunda semana contó con los testimonios del forense que realizó la autopsia al cuerpo de Báez Sosa, cuatro médicos, dos policías y funcionaries municipales y judiciales.
La causa está caratulada como “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Los acusados son Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi. Todos ellos permanecen detenidos en la Alcaldía N° 3 de la cárcel de Melchor Romero, La Plata.
En paralelo a las audiencias, Bernardo Digtes, el fundador del Arsenal Zárate Rugby, club donde jugaban algunos de los imputados, los defendió en diálogo con una radio. «Lamentablemente peleas hay, hubo y van a seguir habiendo. Fue un accidente. Decir que estos chicos forman un grupo que fue a matar es una payasada total”, dijo.
Además, el hombre responsabilizó al personal de seguridad de Le Brique: «Había un patovica que se largó a llorar en el juicio. ¿Un tipo de dos metros no se puede meter a separar?”.
La defensa de la familia Baéz Sosa está a cargo del buffet de abogados del letrado Fernando Burlando. Por el lado de los imputados, su defensor es Hugo Tomei, acompañado de Emilia Pertossi, penalista y hermana y prima de tres de los acusados.
Los detalles de este lunes
El primer testigo en declarar fue el forense Diego Duarte. Lo siguió Silvana De Piero, la médica patóloga forense que realizó las pericias histopatológicas a la víctima. También estuvieron las enfermeras que iban en la ambulancia, Carolina Silvana Garibaldi Larrosa y Patricia Liliana Gómez.
Duarte, el médico forense, dijo que nunca vio ‘’nada semejante’’. “El paciente sufrió daño en todo el sistema nervioso central, tanto cerebro, cerebelo, tronco cerebral, no hay una lesión única, son múltiples… la verdad que es muy fuerte siendo padre…”, añadió con la voz quebrada.
Otro citado a dar su palabra ante los jueces fue el médico Alejandro Javier Verlatsky, quien le extrajo muestras de sangre a los inicialmente 10 acusados en la causa por el crimen. También estuvieron un efectivo y un funcionario de la Municipalidad de Villa Gesell que obtuvieron las cámaras de seguridad de la zona del boliche.
Un testimonio clave de esta jornada fue el del policía bonaerense Ramón Rueda. Fue quien identificó a un testigo que vio al rugbier Máximo Thomsen realizar una señas agresivas cuando aún estaba adentro del boliche Le Brique, instantes antes del ataque a Fernando en la vía pública.
Rueda sostuvo que uno de los jóvenes echados “hizo una seña hacia la pista con el dedo índice de la mano derecha pasándoselo por debajo de su cuello». También agregó que ese momento ocurrió cuando uno de los patovicas forcejeaba con el joven del cuello para sacarlo fuera del local bailable.
La jornada finalizó alrededor de las cinco de la tarde con los testimonios de tres funcionarios judiciales que estuvieron presentes en el boliche a pocas horas del hecho.
¿Qué sucedió en la primera semana de audiencias?
El lunes 2 de enero se realizó la primera audiencia del juicio. Fue el turno de los padres de Fernando, Silvino y Graciela, quienes hablaron ante los imputados.
Con respecto a los acusados, la madre del joven asesinado señaló: “Nunca me importó. Nunca quise ni saber los nombres. Siento como madre que no sienten culpa, que no están arrepentidos”.
En los días siguientes declararon amigues de Fernando que estuvieron con él en Villa Gesell. También lo hizo Alejandro Rossi, el suegro de la víctima, ya que su hija Julieta decidió no asistir a declarar.
Además, el perito Hugo Vázquez reveló que, cuando detuvieron a los rugbiers, éstos “estaban muy risueños” y recibieron llamados de atención porque “no paraban de reír”. Un policía también contó que Thomsen era el único que demostraba nervios durante ese momento e “inclusive vomitó”.
En esa semana también participó del juicio Pablo Ventura. El joven fue acusado por los imputados como uno de los autores del hecho y detenido en Zárate. Sin embargo, su acusación fue falsa, ya que se demostró que no estaba presente en la ciudad donde ocurrió el crimen.