Matías Saggese, de 30 años, es uno de los máximos exponentes de lucha de brazos en Argentina. Se desempeña como instructor de dicha actividad y es vicepresidente de la asociación nacional que organiza el deporte en el país. Es Técnico Superior en Preparación Física de Alto Rendimiento, profesión que estudia y ejerce desde hace cinco años. Además, realizó capacitaciones internacionales y difunde el deporte desde su canal de YouTube.
En la actualidad vive en la ciudad de San Miguel con su pareja, junto a ella y a su mejor amigo comparte un emprendimiento gastronómico. Aparte de la lucha de brazos tiene alumnos de distintos deportes y disciplinas, como así también gente que realiza entrenamiento recreativo como un medio para mejorar su salud. Para conocer más sobre la actividad, Nota al Pie dialogó con él.
¿Cómo se originó tu interés por las pulseadas?
Antes de comenzar de manera “oficial” con las pulseadas, era el manager de un Irish Pub en Capital Federal. Después de horario, con alguna que otra copa de más, nos poníamos a pulsear entre nosotros y alguna que otra vez con un cliente que veíamos como desafío.
Una vez me visitó un amigo, Alexis Piñero, a quien voy a referirme por su apodo: el gordo. Le conté sobre la corriente de pulseadas que hacíamos y se ofreció a pulsear contra mi de brazo derecho. Nunca sentí tanta fuerza ni me sentí tan minimizado como cuando pulseé con el gordo. Era una fuerza descomunal. Al final del combate, el cual perdí, me dijo: “Yo soy zurdo, la zurda es la fuerte”.
Como buen perdedor, esa noche fui a mi casa y sin dormir busqué información sobre cómo ganar una pulseada, porque había quedado re caliente (risas).
En la web encontré la Asociación Argentina de Lucha de Brazos, quienes entrenaban cerca de donde trabajaba. Me acerqué y me encontré con Adrián Grillo, profesor múltiple campeón nacional y sudamericano. Con él entrené y me preparé durante dos meses hasta que lo llamé al gordo para “invitarle una cerveza” en el bar, pero el objetivo era la revancha.
Increíblemente le gané con facilidad con ambos brazos. Nunca voy a olvidar la cara del gordo. Me preguntó: “¿Qué onda? ¿Qué estás haciendo que estás tan fuerte?”. “Nada”, le dije.
A los días le comenté de la asociación y que me encantaría que se sume al equipo. No pasó más de una semana que estábamos los dos entrenando. Hoy, después de 6 años, seguimos siendo compañeros. Además, viajamos al interior y extranjero compitiendo representando al país, cada uno en una categoría de peso distinta.
¿Qué es lo que te atrae de la actividad?
Me atrae la búsqueda constante de mejora integral de la persona. Tanto de manera física, ya que uno entrena con continuidad para mejorar la fuerza, resistencia, y velocidad, como también la mejora psicológica. Se tiene que fortalecer la mente para superar la derrota constante. Nosotros perdemos muchas veces más de las que ganamos. En los entrenamientos podemos quizás “ganar” 10 luchas de 100.
¿Qué beneficios aporta la práctica?
Tiene numerosos beneficios para la salud integral, como así también la transmisión de valores en las distintas etapas de la vida. Se desarrollan destrezas físicas, se promueve la socialización y la diversión, se aprende a jugar formando parte de un equipo.
El entrenamiento de la fuerza tiene efectos muy versátiles sobre el cuerpo humano. Involucra a casi todos los grupos musculares, mejora la movilidad de las articulaciones y amplía significativamente nuestro rango de habilidades y destrezas motrices. El uso generalizado de ejercicios en este deporte ayuda a aumentar la funcionalidad del sistema cardiovascular, respiratorio, esquelético, nervioso, entre otros.
Proporciona un alto rendimiento a nivel general, afectando positivamente el desarrollo de la flexibilidad, las cualidades volitivas, mejora la coordinación y la postura.
¿Qué motiva a las personas a participar en pulseadas?
La competencia constante y la búsqueda de la mejora de uno mismo. Se trata del desafío más directo que hay entre dos personas, por eso es entretenido de ver. Es una disciplina súper asequible para cualquier individuo. “Medirse” con otras personas resulta muy atractivo.
¿Existen Federaciones internacionales que reglamentan este deporte?
Sí, por supuesto. En la actualidad, se organizan competencias en más de 100 países de todo el mundo y la cantidad de miembros de la World Armwrestling Federation (Federación Mundial de Lucha de Brazos) está aumentando. Las categorías de competición se dividen por peso e incluyen tanto hombres como mujeres, categoría juvenil y categoría masters como así también categorías adaptadas.
Las competencias se dividen en categorías por peso y por brazo siendo que se realizará una competencia de brazo derecho y luego de ésta la de brazo izquierdo. El formato competitivo es por doble eliminación y los combates no tienen tiempo mínimo ni máximo de duración.
La cantidad de combates se establece por la cantidad de inscriptos en esa categoría de peso y en los resultados del atleta. Por eso es probable que se realicen al menos dos luchas y, en el caso de seguir avanzando en la grilla, se puede llegar hasta 6 u 8 combates
Quienes participan en otros deportes de fuerza, ¿cuentan con una buena base para participar en una competencia de pulseada?
Todo deportista que trabaje la fuerza y tenga niveles moderados de fuerza general estará mejor predispuesto a la pulseada que un sedentario. Esto sucede en cualquier deporte de fuerza.
La pregunta contiene la respuesta “buena base”. La base está conformada por los niveles de fuerza general de la persona. De ahí en más se construye la parte más específica de cada disciplina desde la fuerza específica, como los gestos técnicos.
Quien está mejor preparado para un torneo de lucha de brazos… ¿un powerlifter, un strongman, un halterófilo, un fisicoculturista, un macelifter o un practicante de calistenia?
Todos y ninguno. Cada atleta de cada disciplina tiene distintos factores que pueden favorecerlo en una lucha. Pero también tienen puntos específicos que no están trabajados. Por ejemplo, un halterófilo tendrá buena coordinación y reclutación de unidades motoras (potencia), pero es probable que no tenga tanta fuerza en los flexores de los dedos como un calistenico.
Algunos atletas de deportes de fuerza utilizan anabólicos esteroides para mejorar su rendimiento. ¿Hay quienes los usan para participar en torneos de lucha de brazos? ¿Qué ventaja pueden obtener quienes consumen esas sustancias?
Primero voy a responder las preguntas y luego a realizar unas aclaraciones. Si, hay quienes utilizan esteroides anabólicos en las pulseadas. Y tienen una ventaja significativa por el simple hecho de la aceleración de procesos fisiológicos, como la recuperación o la construcción de músculo, respuesta del sistema nervioso etc.
La aclaración que quiero hacer es la siguiente: en todas las disciplinas deportivas, y por sobre todo en los deportes de fuerza, existe el uso (y abuso en algunos casos) de esteroides anabólicos para la mejora del rendimiento. La diferencia está en quienes lo hacen bajo la supervisión de un médico especializado en el tema con estudios pre- durante – post ciclo y los que toman cualquier cosa que les da el dueño del gimnasio.
En dicho caso nadie sabe de dónde salió ese fármaco, quien lo elaboró, dónde, cuándo, y la verdadera dosificación que lleva esa pastilla, sin contar por supuesto con los estudios pertinentes. El uso de esteroides debería dejar de ser un tema tabú, ya que da lugar a la desinformación y que cualquiera quiera tomar por tomar. Hay quienes incurren en su uso sin tener en cuenta los efectos adversos de los mismos dentro de 10, 20 o 30 años.
¿Cuáles son las lesiones que pueden sufrir quienes practican la lucha de pulsos?
La lesión más común es la tendinitis, sobre todo en la articulación del codo o muñeca. Suele acontecer por una sobrecarga, y ésta sucede por una mala planificación en cuanto a la dosificación del volumen (cantidad de repeticiones, series o tiempo de entrenamiento). También por la carga (kilogramos movilizados, intensidad) del entrenamiento.
¿Desde que edad se puede practicar la lucha de brazos?
Se puede practicar desde muy temprana edad, tengo una alumna, Milagros, que arrancó a entrenar con nosotros cuando tenía 9 años. Hoy está por cumplir 12, y es una promesa del futuro de la lucha de brazos femenina en el país.
También desarrollo un Programa de Desarrollo de Atletas a Largo Plazo, el cual indica “cómo” y “qué” entrenar en cada etapa evolutiva del niño/a. Va desde los 8 años hasta el periodo de alta competencia a los 20/21 años.
Obtuviste una certificación internacional. ¿En qué consiste?
Hoy por hoy en Argentina ya somos dos los que contamos con certificaciones internacionales de árbitro. Santiago Balsamello (actual campeón mundial, y el primero en la historia argentina en serlo) y yo.
Santi realizó el seminario de árbitro de manera presencial cuando fue a competir al Torneo Panamericano en Costa Rica. Yo lo realicé de manera online con Reza Dilmaghanian, un árbitro máster polaco que representa a la IFA que es la International Federation of Armwrestling (Federación Internacional de Lucha de Brazos).
¿Qué tan extendida está la lucha de brazos en Argentina en relación a otros países?
En la época de pandemia debido a la gran inmersión en la tecnología y las redes sociales tuvo un crecimiento exponencial. Hoy contamos con agrupaciones en casi todas las provincias. Estimo que actualmente somos más de 250 luchadores en el país con más del 50% activos en competencia.
Inauguraste un canal de YouTube especializado en pulseadas. ¿Cuáles son los contenidos?
El objetivo del canal es difundir en su máxima totalidad la lucha de brazos como disciplina, como deporte, como pasión.
Es contenido informativo y hasta académico sobre la lucha de brazos y todas sus ramas. Va desde el entrenamiento y sus fundamentos, como así también su nutrición, psicología y demás.
Quiero que todos tengan las herramientas para poder planificar sus propios entrenamientos sabiendo todos los “por qué” y los “cómo” que conlleva. Creo que la única manera de crecer es compartir. Y eso hago con mis alumnos y con quien lo requiera.
¿Se puede vivir de esta disciplina o los atletas deben tener una actividad paralela para su sustento económico?
Si Paula Pareto, campeona en judo medalla de oro de los Juegos Olímpicos, múltiple medallista y campeona internacional, tiene un trabajo aparte de su vida como deportista, la pregunta se responde sola.
Es muy complicado para un deportista vivir solo de esto. Más en Argentina donde ni siquiera los atletas de alto rendimiento tiene la infraestructura o lo mínimo necesario para entrenar.
Para nosotros no es muy distinta la situación. Prepararse para competir conlleva mucho tiempo y dinero. Hablamos de alimentación diaria, suplementos nutricionales, trabajo con profesionales como nutricionistas, kinesiólogos, deportologos y por qué no psicólogos deportivos. Más el tiempo que uno debe dedicarle al entrenamiento de al menos una hora al día, que es tiempo donde uno no está “produciendo” o “trabajando”.
¿Qué premios se suelen otorgar en las competencias?
En los torneos o campeonatos se suelen dar las medallas correspondientes a los atletas además de premios otorgados por las marcas que trabajan con nosotros como sponsors. Se otorga indumentaria, accesorios, suplementos deportivos, etc. La idea es que el deporte crezca para poder dar premios en dinero a los ganadores y que de esta manera puedan quizás “subsidiar” una parte de su entrenamiento.
¿Qué proyectos tenes ?
La Asociación de Lucha de Brazos va a dar un paso más para consolidarse como Federación, lo que conlleva un nuevo espectro de herramientas para nosotros. Formaremos parte de la Federación Argentina de Luchas Asociadas (F.A.L.A.).
También crearemos cursos de especialización para entrenadores de lucha de brazos y seminarios de formación de árbitros. Asimismo, aspiro a la creación del primer laboratorio de evaluación deportiva de lucha de brazos con parámetros internacionales en Sudamérica. El primer laboratorio está en la Universidad Tecnológica de Moscú, en Rusia, nosotros seríamos el segundo en el mundo.
A su vez, busco crear el primer libro de entrenamiento de lucha de brazos. Poder subvencionar o dar becas a atletas que califiquen para poder viajar a competencias sudamericanas, europeas o mundiales. Y por qué no, en un futuro, realizar un sudamericano conjunto a la federación en Argentina y quizás algún día realizar un mundial.