Tal como hace años, una vez más la Federación del Personal de Vialidad Nacional (FEPEVINA) alzó la voz para exigir que se suspendan las concesiones privadas de rutas nacionales. Según la Federación, aquel sistema desencadena en un déficit y no contribuye en lo positivo.
Nota Al Pie dialogó con el sociólogo y secretario gremial de la Federación, Fabian Cattanzaro. El entrevistado brindó detalles acerca de las irregularidades de las empresas y de los beneficios que puede haber si el Estado Nacional adquiere las rutas nuevamente.
¿El fin del reclamo eterno?
En nuestro país, el sistema vial que predomina hace más de treinta años consistió en la concesión de 10 mil kilómetros de rutas nacionales. Por dichas rutas circulaba la mayor parte del tránsito de Argentina y la situación provocó una disminución del trabajo
“En la década del noventa, la Vialidad Nacional pasó de ocho mil trabajadores a poco más de tres mil, para finales de esa década”, señaló el secretario gremial. Y agregó que este recorte “llevó a una merma en la tareas de mantenimiento y conservación de las rutas nacionales”.
Este año, más precisamente en junio, termina la última concesión de la década del noventa. Se trata del corredor vial 18, más conocido como Ruta del Mercosur. “Se viene exigiendo el cese del sistema de concesiones casi desde su mismo origen”, expresó Fabian Cattanzaro.
Desde el inicio la Federación realizó su propia indagación. No obstante, también existen estudios externos sobre el tema que reflejan el déficit que provoca este sistema. “Todo sistema de concesión implica el cobro de peaje a partir de la realización de obra nueva y el cobro del peaje para recuperar el monto invertido. Eso fue inexistente en Argentina”, explicó el sociólogo.
En este contexto, las cabinas de peaje se instalaron sobre las rutas ya existentes, las empresas no cumplieron con lo que se debía hacer y generaron un gran negocio de recaudación sin haber invertido nada. “El sistema aparte del cobro del peaje necesita recaudar de los subsidios del Estado Nacional para cubrir el déficit operativo”, argumentó el secretario gremial.
La Ruta del Mercosur
En junio finaliza la concesión del corredor vial 18, más conocido como la Ruta del Mercosur o la Ruta 14, esta se dirige al sur de Brasil y Paraguay. Sin embargo, tiene una particularidad. Aquella ruta era simple, es decir con un carril de ida y otro de vuelta, y era conocida como “Ruta de la Muerte”. Debido a la cantidad de siniestros, durante su gobierno Cristina Fernández de Kirchner se vio obligada a duplicar las vías, teniendo dos carriles de ida y dos de vuelta.
“La obra nueva fue bancada por Vialidad Nacional. Pero las cabinas de peaje se cobran de los dos lados y se mantuvo el negocio para las empresas”, narró Fabian Cattanzaro. Y continuó: “El sistema es negativo para el Estado, para los usuarios y para el pueblo. Terminamos subsidiándolo por ineficiente y por la fuga de las empresas”.
El pedido de la Federación es claro y busca el bien general en muchos aspectos, desde generar más trabajo a mejoras en los caminos. Así también, intenta mantenerlos en forma. “Queremos que el Estado recupere el control de este corredor vial, que es estratégico para la Argentina”, manifestó el secretario. La ruta, que bordea el río Paraná, pasa por las costas y los puertos argentinos.
Para concluir, destacó que desean insertarlo como “proyecto de país”. De esta forma los costos de gestión son más baratos y se garantiza el tránsito, porque muchas están destruidas.