El pasado 19 de diciembre, el Proyecto Vaquitas cumplió tres años. Esta iniciativa tiene como objetivo el mapeo, en el territorio argentino, de las Vaquitas de San Antonio. Cuenta con el aporte de investigadores e investigadoras, así como con la participación de les ciudadanes que registran, mediante fotos y localización, a ejemplares de dicha especie.
El proyecto cuenta con el apoyo de The National Geographic Society, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación y el CONICET. El equipo está integrado por investigadores, becaries, personal de apoyo y estudiantes interesades en la biodiversidad.
Actualmente, hay un total de 200 vaquitas registradas, 160 de ellas ya cuentan con un nombre científico. Esta investigación, surge del estudio de la especie invasora Harmonia axyridis, más conocida como Vaquita Asiática Multicolor (VAM).
En este contexto es que surge la iniciativa de recolección de datos de la familia de los coccinélidos. El fin es que, a futuro, se desarrollen programas de conservación de dichos insectos.
Nota al Pie dialogó con Victoria Werenkraut, Doctora en Biología e investigadora del CONICET. La entrevistada compartió detalles acerca de la iniciativa del proyecto, la participación ciudadana y la cantidad de vaquitas encontradas en el país.
¿Cómo surgió Proyecto Vaquitas?
Primero, este proyecto depende de una institución, porque nosotros somos parte de una institución. En un momento, en esta vida académica, empecé a estudiar una especie invasora de Vaquita de San Antonio cuyo nombre científico es Harmonia axyridis; nosotros le decimos VAM porque, el nombre común es Vaquita Asiática Multicolor.
Cuando empecé a estudiar esta especie, el mayor efecto que tiene en otros lugares del mundo es el de disminuir la diversidad de especies nativas, es decir, a la especie nativas de Coccinélidos, que son las vaquitas.
Ahí me di cuenta que yo quería evaluar el impacto de esta especie, pero no se conocía muy bien la distribución de otras especies como para hacerlo. O sea, hay registros de especies en distintos lugares en el país, pero cuando empecé a buscar vi, por ejemplo, que decía que tal especie estaba en Patagonia. La Patagonia es muy grande, tenes desde el bosque valdiviano hasta la estepa patagónica.
Es decir, el ambiente es muy diferente, muy contrastante. Para poder evaluar el impacto de esta especie sobre las participativas, primero tenemos que conocer las especificativas en Argentina.
En nuestro país, hay alrededor de 200 especies de vaquitas, unas 12 o 13 son exóticas. Sabemos que son exóticas porque no siempre estuvieron acá. Sin embargo, la distribución de todas estas especies está muy poco conocidas. Entonces, a partir de darnos cuenta de que no íbamos a poder evaluar este impacto sin tener esos datos, pensamos en esta estrategia de conciencia ciudadana.
Es una forma rápida de obtener muchos datos, porque a nosotros como entomólogos, si necesitamos hacer un relevamiento en todo el país, nos llevaría muchísimo tiempo y muchísimo dinero, lo cual lo hace imposible. En cambio, de esta manera, con la conciencia ciudadana tenemos datos de montones de lugares del país, que además son temporales.
¿Las personas se suman a esta iniciativa?
La conciencia ciudadana es súper interesante. Tanto la interacción con la gente y como esta la gente se va involucrando en temáticas, que por ahí nunca les llamaron la atención. Por ejemplo, ahora hay un montón de gente que sabe que en Argentina no hay una Vaquita de San Antonio, hay 200.
Esto te lleva a pensar en lo que es la diversidad y también a valorarla. Nosotros, muchas veces, cuando charlamos con las personas les contamos esto de las invasiones. Entonces, por ahí hay gente que no estaba muy atenta a estas cosas, ahora se involucra más.
Gracias a la participación ciudadana pudimos ver que esta especie invasora estaba mucho más distribuida en el país. Nosotros pensábamos que estaba restringida, como en la zona central del país, y está casi en todas partes.
También, con el dato de una localidad, tenemos las coordenadas geográficas en miles de lugares del país. Eso es muchísimo más rico, porque nosotros después podemos analizar teniendo el tipo de ambiente que hay o podemos ver bien los requerimientos ecológicos de las diferentes especies.
¿Cuál es el aporte de la Vaquita de San Antonio en el ambiente?
Los insectos, en general, cumplen muchísimas funciones en los ecosistemas. Dentro de cada grupo, también hay distintas funciones que van cumpliendo. Por ejemplo, en la polinización, en el ciclado de nutrientes, y montones de cosas hacen los insectos.
Las vaquitas, en particular, muchas de ellas, no todas, pero una gran cantidad, son depredadoras de otros insectos. Son bastante depredadoras también de insectos que son plagas para la agricultura y cumplen otros roles. Por ejemplo, hay otras que comen hongos y ese honguito, por ahí, está en las plantas. Eso también hace al ecosistema en general, digamos al funcionamiento de los ecosistemas.
El rol más claro y directo para las personas es que son depredadoras de plagas. Si vos tenés un cultivo y la plaga que tenés las comen las vaquitas, podés hacer un control biológico directamente teniendo vaquitas.
¿Por qué las vaquitas aparecen cuando hace calor?
Los insectos necesitan días de calor, necesitan horas de calor para eclosionar, para ser adultos. En general, a los insectos les gusta más el calor que el frío. Los insectos, como no regulan la temperatura interna, necesitan del calor para poder ejercer sus funciones, de reproducción o de alimentación.
Las vaquitas en el invierno es como que hibernan. No hibernan, porque no es lo mismo que hacen los osos, pero es parecido. Ellas se quedan quietas en estado adulto y esperan que pase el frío. Algunas especies lo hacen dentro de las casas y otras lo hacen en la naturaleza, por ahí abajo de unas hojas o en la corteza de un tronco.
Cuando viene el calor tienen la temperatura suficiente como para volar, para reproducirse y para alimentarse, por eso es que, en general, en verano vemos a las vaquitas y también a los insectos.
¿En qué regiones del mundo están las vaquitas?
Hay en todo el mundo, excepto en la Antártida. Estudiamos un patrón de diversidad que se cumple con todos los animales o las plantas: en las zonas más tropicales hay mayor diversidad que en las zonas más templadas.
En el mundo hay seis mil o siete mil especies de vaquitas. Acá en Argentina tenemos unas 200 más o menos, 160 ya tienen nombre y apellido, han sido nombradas con género y por especie. Ahora, hay unas 30 vaquitas más, que sospechamos muy fuertemente, que son diferentes. Sin embargo, todavía no han sido bautizadas.
¿Por qué vías se puede participar?
Todo el tiempo se suma gente. En una semana tranquila recibimos más o menos unos 50 mensajes por Whatsapp. Nosotros tenemos tres vías para recibir mensajes, vía email, por Whatsapp y por un portal naturalista que se llama ArgentiNat. También, a través de un portal internacional llamado INaturalis. A través de este portal, también recibimos fotos. Por ejemplo, por Whatsapp, más o menos, en una semana recibimos unos 50 mensajes y cinco, aproximadamente, son nuevos.