Desde esta mañana tiene continuidad el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa en manos de los ocho rugbiers a la salida del boliche “Le Brique” en Villa Gesell, el 18 de enero de 2020.
La carátula de la causa por el crimen es la de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más participantes”.
Tras la declaración testimonial del día de ayer por parte de Graciela Sosa y Silvino Báez, madre y padre de Fernando, hoy se ampliaron las declaraciones desde el círculo de la víctima.
En el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores se reanudaron los testimonios ante les jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari. En principio, se esperaba que la primera testigo fuese Julieta Rossi, novia de Fernando, quien finalmente no declaró.
Sobre ello, el abogado Fernando Burlando, representante de la familia junto con Fabián Améndola, adelantó que la joven no se presentaría por no encontrarse en condiciones para hacerlo, según información de Télam.
En su lugar, quien prestó declaración fue Oscar Rossi, padre de Julieta. El hombre declaró cerca de las 10 de la mañana y contó lo que sintió al ver el cuerpo de la víctima en la morgue.
“Les juro que no le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fer. Ni al peor animal en el medio del campo. A ningún papá le deseo ver a Fernando acostado y esperando que lo ingresen a un cajón”, expresó Rossi.
En tanto a la ausencia de su hija para declarar, contó que “no está preparada para enfrentar el debate” y que “permaneció un año sin salir de su habitación” tras los acontecimientos del crimen.
“Había tres o cuatro pegándole”
Llegó el turno de declarar para los amigos de Fernando Báez Sosa, donde pudieron contar lo que registraron mientras se consumaba el crimen.
El primero fue Lucas Filardi, quien prestó declaración por poco más de dos horas y dejó en claro el accionar del grupo de rugbiers en el asesinato.
En sus palabras, expresó que los atacantes propinaron “primeramente piñas”. Según declaraciones a las que tuvo acceso Télam, el testigo manifestó que una vez en el piso continuaron con “patadas en el pecho y en la cabeza”.
“Había cuatro o cinco personas pegándole. Fue un instante que vino gente gritando y le pegaron, y se cae al piso. No hubo acto de defensa, fueron piñas”, comentó Filardi.
Y prosiguió: “Eran seis, siete. Había tres o cuatro pegándole a Ferni, y un par evitando que nos acerquemos nosotros”.
De los atacantes, pudo identificar a dos: Máximo Thomsen y Luciano Pertossi. “Sé que Thomsen le pegó, yo diría que en el pecho. El que me sacó a mí (por Luciano Pertossi) es el que estaba pegando patadas en el costado de la cabeza”, al tiempo que alegó no recordar al resto de los agresores.
Durante la audiencia se mostraron cuatro videos, donde el abogado Burlando le solicitó a Filardi que haga una representación corporal de la secuencia. El joven declaró que cuando intentó intervenir “para que paren” fue golpeado y cayó “encima del capot” de un auto estacionado.
Los otros testimonios
El segundo en pasar a declarar fue otro amigo de la víctima, Juan Bautista Besuzzo, al que le siguió en estos momentos Santiago Corbo. Se espera la declaración de otros amigos de Fernando: Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y Tomás Agustín D’Alessandro.
Mientras se desarrolla esta segundo día de audiencia, se encuentran presentes los ocho rugbiers acusados: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Violas (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).