Tras un caótico 2022, comenzó un nuevo año plagado de obstáculos. El mundo le hace frente a los problemas de la post-pandemia del COVID-19 y el estallido bélico en Ucrania. La mayoría de las proyecciones auguran que este año tendrá aún más complejidades que el anterior y el reto se encuentra en evitar la agudización de las dificultades.
En este sentido, varias son las dimensiones que componen los principales desafíos internacionales para este año. Desafíos que, asimismo, están marcados por un proceso de transición global, una crisis sistémica en el orden geopolítico y una coyuntura con problemáticas de peso.
En este marco, Nota al Pie abordó los retos que afronta el mundo en el desarrollo del 2023 y las tendencias que marcarán la agenda geopolítica.
Un oscuro 2023 para la economía internacional
De acuerdo con analistas y organismos dedicados a las finanzas internacionales, en el 2023 la economía global sufrirá uno de sus peores momentos en tres décadas. De tal magnitud es el problema que, si exceptuamos la crisis del 2009 y el 2020 por el COVID, la economía mundial no amenazaba con tener un crecimiento tan bajo desde 1993, según reveló la agencia Bloomberg.
De esta manera, en sintonía con expertes consultades por la agencia especializada en economía, las estimaciones muestran que el PBI mundial tan solo crecerá un 2,4%, frente al 3,2% registrado el año pasado. Por su parte, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, sostuvo ayer en una entrevista con la CBS que “anticipamos que un tercio de la economía mundial está en recesión”.
La guerra en Ucrania, una persistencia del proceso inflacionario, la crisis energética, la ola sancionadora de Occidente y los problemas en las cadenas globales de producción y distribución, son algunos de los motivos. En tanto que la desaceleración de las economías de Estados Unidos, la Unión Europea y China impactaran de manera contundente en el comercio internacional.
Del mismo modo, según la CEPAL, América Latina sufrirá una fuerte desaceleración de la economía regional. De acuerdo a estimaciones de la comisión, el continente crecerá solo un 1,4% frente al 3,2% del año pasado. Conforme a lo detallado por la institución, la desaceleración es producto de las políticas restrictivas de los bancos centrales, depreciaciones de las monedas locales y los problemas en los flujos de capital hacia los mercados emergentes.
La agenda geopolítica
En términos políticos, el 2023 volverá a estar atravesado por el conflicto en Ucrania. La paz no parece un horizonte posible en el corto plazo y, como vimos anteriormente, su desarrollo produce consecuencias en todo el mundo y afecta a millones de personas. Mientras en el terreno militar la situación parece estar “empantanada”, la guerra se desarrolla con mayor intensidad en el plano diplomático y económico.
En este sentido, durante el 2023 podremos asistir a una posible agudización del conflicto entre Occidente (EEUU y la UE) y los nuevos polos emergentes de poder encabezados por la alianza estratégica de Rusia y China. De esta manera, mientras la OTAN busca terminar de incorporar al tándem Suecia – Finlandia, los BRICS abordaran su ampliación en la cumbre en Sudáfrica y profundizaran sus lazos con el Sur Global.
Por otro lado, la crisis energética en Europa y la alta conflictividad social que ello produce junto a problemáticas económicas generalizadas, volverán a poner en dilemas a la UE. Las fisuras hacia al interior del bloque por las consecuencias que produjo la sumisión a la OTAN en el 2022 generan grietas en una frágil unidad y enfrentan a la periferia con las potencias.
En Medio Oriente, según especialistas, también se prevé una escalada de la violencia sionista contra Palestina con la asunción del gobierno mas conservador y extremista de la historia de Israel. Mientras que Irán, por otro lado, seguirá siendo un foco de noticias a causa de la masiva ola de protestas que se extendieron por todo el país durante la segunda mitad del 2022.