La marea celeste y blanca se propagó por los distintos puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires, AMBA. Si bien la misma se frenó por cuestiones externas, los campeones del Mundo realizaron vía aérea una visita al Obelisco.
Nota Al Pie estuvo en uno de los lugares estratégicos, autopista Lugones, donde la fiesta continuó con miles de fanáticos, que a pesar de la noticia que no llegarían continuaron con el festejo. La tercera estrella Argentina, que se consiguió en el Mundial de Qatar 2022 fue muy esperada por propios y ajenos.
La alegría del pueblo argentino y también de los migrantes
Desde muy temprano, la concentración de hinchas de la Selección Argentina, liderada por Lionel Scaloni y capitaneada por Lionel Messi se ubicó en el cruce de Lugones y Libertador. Todes a una sola voz cantaban la famosa canción “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar…”. También se acordaron de los vecinos y la final que le ganaron en el Maracaná.
Entre los miles de presentes, Enedes Vaporais, brasileña de nacimiento, pero radicado en Argentina hace 38 años, comentó sobre el título: “Un alivio, la verdad, que era lo que más necesitábamos en este momento. Festejamos la victoria, porque es lo más importante para todo el país”. La brasilera destacó que al tener familia argentina, esposo e hija, no hay rivalidad cuando hay un partido de fútbol sino lo ven como un gran espectáculo y muy importante el show.
Además de la fiesta instalada en la autopista, los autos y camiones que circulaban por la misma, se contagiaban de la algarabía momentánea. Los vehículos de carga se llenaban de los presentes, niños y adultos de todas las edades. Seguían un mini recorrido, casi una cuadra, por donde estaban los hinchas coreando canciones y acordándose del rival también.
Marea celeste y blanca
Desde distintos puntos del país llegaron a las cercanías del estadio de River Plate para ver al combinado nacional. Desde don Torcuatro, Gustavo Figueroa, acompañado por su hijo de 7 años afirmó que “es una alegría inmensa, para el pueblo, que esperó tantos años esta Copa”.
Gustavo apenas tenía 5 años, casi la edad de su pequeño cuando Argentina se consagró campeona en el 86, por ello reflexionó diciendo: “Agradecido a Dios por verlo campeón del Mundo a Argentina”. También agregó algunas palabras para el capitán “se lo merecía, la viene luchando hace mucho”.
Muchos de los presentes estaban con la camiseta de la selección, distintos modelos, algunes optaron por colores de los equipos nacionales y otros de los cuadros internacionales, donde juegan los jugadores. También hubo lugar para los disfrazados, con máscaras y hasta pintados de medio cuerpo.
Más de cinco horas pasaron y la fiesta continuó, aunque se conocía por los medios nacionales que los jugadores no estaban en el micro, sino en los helicópteros. Los fanáticos bailaban y cantaban, el festejo era para el pueblo argentino, salud. El título de la Copa del Mundo es a nivel de naciones, el más importante y para Sudamérica también porque el reinado europeo fue por las últimas dos décadas, ya que el último de América del Sur fue para Brasil en Japón y Korea 2002.