San Francisco de Asís, además de ser un reconocido santo originario de Italia, fue el precursor de un presente, que suele ser la base principal de los árboles navideños: el pesebre. Fue allí en donde, según la biblia, la Virgen María alumbró al niño Jesús.
Lo ideó en el Santuario de Greccio, en el año 1223. En ese momento, se encontraba muy delicado de salud y pensó que esa sería su última celebración. Es por ello que decidió vivirla de forma distinta.
Su amigo, Juan Velita, tenía un pequeño bosque en las montañas del pueblo. Había una gruta, la cual le recordó el sitio en donde ocurrió el origen de Jesús. Posteriormente, creó el establo de Belén durante la misa de Navidad con les pobladores.
De acuerdo al relato del fraile Tomas de Celano (biógrafo de San Francisco de Asís), “durante la celebración de la misa, lo vieron inclinarse hacia el pesebre para sostener al niño en sus brazos”.
San José, la Virgen María, los Reyes Magos y varios pastores fueron caracterizados por personas de la aldea .Hasta los animales eran interpretados por criaturas reales. Posteriormente, las iglesias de todo el mundo, continuaron con esta costumbre religiosa.
La importancia del Pesebre
Ahondando en mayores respuestas respecto a su relevancia religiosa y esencial en estas fechas que se aproximan, Nota Al Pie conversó con el Padre Guillermo Martín Marcó, párroco de San Lucas de la Aires y Pastoral Universitaria.
Últimamente, durante la época de Navidad, se le ha dado más realce a armar el arbolito. Y el pesebre, en algunos sitios, ha quedado relegado. ¿Encuentra alguna razón para dicha situación?
La navidad es la celebración del cumpleaños de Jesús. Muchos se juntan a festejar pero no saben por qué. La sociedad de consumo ha ido borrando los signos religiosos y aportando decoraciones de duendes y hadas que no tienen que ver con la fiesta. El pesebre nos devuelve el sentido de la celebración. No hay navidad, sin Jesús.
¿De qué manera la imagen del Pesebre refleja el sentido del hogar?
Cuando era chico, el pesebre lo hacíamos de manera más artesanal. Se armaba sobre un lugar grande, se hacían las montañas con papel de madera y se distribuían las imágenes. El niño se ponía recién a las doce de la noche del 24 de diciembre. Por lo tanto, es hacer un altar en casa, y darle sentido religioso a la experiencia. Evoca tener un hogar, no importa lo humilde que sea.
El primer pesebre viviente, fue obra e inspiración de San Francisco de Asís. Esta creación marcó su presencia, a través del tiempo.
Sí, él llevó a la montaña un burro y un buey, una madre con su hijo recién nacido y allí celebraron una misa. Actualmente, en las parroquias, se hace un lugar viviente. Pero se ha ido perdiendo la tradición de hacerlos en la vía pública.
En Argentina, uno de los pesebres más icónicos es el que se encuentra en el Parque Temático Tierra Santa en Buenos Aires.
Sí, para el jubileo del 2000, fui director técnico religioso del proyecto. Una experiencia muy linda. Ayudé a armar el pesebre del Parque Temático de Tierra Santa y éste tiene figuras de tamaño natural que se mueven. Es el más grande y contiene un relato que, sin duda, sugiero que puedan visitarlo. Especialmente para que los niños lo vean.
El papa Francisco en su carta apostólica Admirabile signum (2019), manifestó que el pesebre es un ejercicio de fantasía creativa.
También, subrayó que se aprende desde niños, cuando nuestros padres, transmiten, esta alegre tradición, que conlleva una costumbre popular. Hizo hincapié en que “la práctica ,nunca se debilite; confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada”.