A lo largo de casi cuatro décadas de trayectoria, la banda estadounidense Pixies se impuso en la escena de la música alternativa con la fuerza de un huracán. Hoy en día, esa potencia sigue viva y se convierte en protagonista en “Doggerel”, el disco que estrenaron durante la primavera de este año.
“Doggerel” es el octavo disco en la carrera del grupo oriundo de Boston. Las canciones que lo conforman se definen por su naturaleza rockera y por la oscilación entre lo clásico y lo innovador; aspectos con los que Pixies conquistó su reinado dentro del género Indie.
A lo largo de este año, la banda estrenó algunos singles a modo de adelanto, tales como “Vault of Heaven” y “Dregs of the Wine”. En esta última canción participó de la composición el guitarrista Joey Santiago.
El disco contó con la producción de Tom Dalgety y la etapa de grabación fue realizada en los estudios Guilford Sound. No obstante, el LP que incluye 12 tracks se editó mediante el sello BMG.
La esencia de “Doggerel” está marcada a fuego por la atmósfera arrolladora que surge a partir de la fusión de los instrumentos, y particularmente por los matices vocales del legendario cantante Black Francis.
Una banda precursora
Pixies nació en 1986 de la mano de Black Francis (voz y guitarra), Joey Santiago (guitarra), Kim Deal (bajo) y David Lovering (batería). El cuarteto allanó el camino para lo que posteriormente significó la música alternativa.
Desde sus comienzos, la banda se caracterizó por fusionar con maestría bases musicales limpias con elementos de distorsión. Su debut fue con el EP “Come On Pilgrim” (1987).
Sin embargo, la bomba estalló con su primer material de larga duración, “Surfer Rosa” (1988), con el cual la banda se desligó de las etiquetas para crear y dar vida a su propia impronta.
La identidad “pixiana” se construyó sobre la base de la sonoridad ecléctica del grupo, como así también a través de las letras. De este modo, temas como surrealismo, misticismo y seres de otros planetas, se mezclan en la poesía de las canciones.
Tras “Surfer Rosa”, cuya canción “Where Is My Mind?” se convirtió en un clásico, Pixies editó otros tres discos de estudio con su formación original. “Doolittle” (1989), “Bossanova” (1990), “Trompe le Monde” (1991) aterrizaron en la escena musical antes del estallido.
Sin embargo, los problemas internos entre sus integrantes empezaron a aflorar y finalmente desencadenaron en la separación del grupo. Esto marcó un cierre a la época dorada de Pixies.
En 2004 la banda pareció dejar sus animosidades en el pasado y se reencontraron para volver a tocar en los escenarios en una reunión que se extendió hasta el 2013. Pero, otra vez, surgieron problemas internos que llevaron a Kim Deal a dejar el grupo, lo cual marcaría el punto de partida a una nueva etapa.
Nuevos caminos para Pixies
Ante la segunda ruptura de la formación original de Pixies y la salida de la bajista, Deal fue reemplazada por la música argentina Paz Lenchantin. La compatriota se sumó al grupo de Boston en 2014.
Esta era moderna de Pixies trajo toneladas de material para sus fans. Al repertorio histórico del grupo se sumaron los discos “Indie Cindy” (2014), “Head Carrier” (2016) y “Beneath The Eyrie” (2019).
En el presente, la banda no solo estrenó “Doggerel”, sino que este año también lanzaron una versión remasterizada de su clásico “Where Is My Mind?”. Además, continúan con shows en vivo, y hace poco tiempo visitaron la Argentina en el marco del festival Primavera Sound.
A pesar de las rupturas y los resurgimientos, queda claro que Pixies se mantienen vigentes como desde hace casi 40 años, y sostienen esa mística seductora que conquista a millones.