En el día de ayer, lunes 12 de diciembre, distintas agrupaciones vecinales correspondientes a diversos barrios porteños realizaron una jornada de visibilización y protesta. El foco estuvo puesto en combatir las políticas urbanas que el Gobierno aplica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Desde las organizaciones aseguraron que las acciones de la administración de Horacio Rodríguez Larreta afectan la calidad de vida de la población. En esta misma línea, reclamaron que su decisión dejó afuera la participación de las comunidades barriales.
A partir de las 18:30hs, les vecines se concentraron en Parque Lezama, Villa Crespo, Villa del Parque y Villa Santa Rita. Según indicaron en un comunicado, compartido por la agencia de noticias Télam, el objetivo de la manifestación fue defender “nuestra calidad ambiental, nuestro patrimonio y la democracia participativa”.
Los diferentes reclamos
Por un lado, les habitantes de Villa del Parque y Villa Santa Rita, que pactaron como punto de encuentro el semáforo de Beiró y Cuenca, efectuaron otras denuncias. Entre estas, señalaron “baja o nula presión de agua, disminución de suelo absorbente, la tala indiscriminada de árboles y la reducción de superficie verde/habitante”.
Además, las agrupaciones vecinales visibilizaron reiterados cortes de luz, así como la demolición del patrimonio histórico y la contaminación ambiental, lo cual es resultado del indiscriminado avance inmobiliario.
De esa manera, afirman que a este deterioro en la calidad de vida de les vecines se suma la propagación de distintas plagas y roedores. Esto se debe al movimiento del suelo, causado por las construcciones urbanas.
En Parque Lezama, el inicio de actividades se dio a las 19 hs. Allí, distintas organizaciones se reunieron en defensa del Casco Histórico. Al respecto, aseguraron que el inicio del plan de renovación “avanza sin pausa. Y ya estamos viviendo las consecuencias perjudiciales para los vecinos y comerciantes”.
Entre los daños colaterales del Plan de Renovación del Casco Histórico, propuesto por el Gobierno porteño, se encuentra el “descontrol del uso del espacio público en pos del Polo Gastronómico”. Por ejemplo, aumentaron los ruidos y la producción de basura, lo cual acarreó la plagas de roedores y el olor de las cloacas.
Las agrupaciones vecinales versus nuevo código urbanístico
En febrero de 2021 entró en vigencia el nuevo código urbanístico, aprobado en 2018. Este especifica que la modificación al Código Urbanístico “fomenta la transparencia, agiliza y simplifica las tramitaciones. Tanto para la construcción de edificios, como para la autorización de usos o actividades”.
Asimismo, también contempla “mayor especificidad sobre cómo construir en la Ciudad para responder a las exigencias del contexto y dar un mejor servicio a las vecinas y los vecinos”.
Sin embargo, les habitantes, afectades directamente por la nueva reglamentación, aseguraron que estas políticas públicas son “autoritarias”. A su vez, señalaron que las mismas están destinadas a “favorecer al mercado especulativo inmobiliario y a entregar el espacio público para usos comerciales”.
Un megaestadio de vecino
En esta sintonía se encuentra el reclamo de les vecines de Villa Crespo, donde la concentración comenzó alrededor de las 19:30. En dicho punto, el foco fue el rechazo al megaestadio Movistar Arena, ubicado en Dorrego y Corrientes.
Al respecto, les autoconvocades de Villa Crespo denunciaron las incomodidades que transitan día a día desde el segundo semestre de 2022.
“Algunos de los trastornos que vivimos los siete días a la semana son: los ruidos que se originan a la entrada y salida de los recitales; las concentraciones de personas desde tan temprano que dificultan el paso en las veredas principalmente a quienes circulan con alguna movilidad reducida o quienes van con niños o cochecitos”, afirmaron en un comunicado.
A estos reclamos, agregaron el malestar por “la contaminación lumínica proveniente de los carteles del megaestadio; los cortes de calle que impiden el tránsito de quienes viven en la zona y genera además caos de tránsito; la saturación de estacionamientos como así también autos estacionados sobre las veredas”.
En este sentido, afirmaron que continuarán su lucha hasta que el Movistar Arena “deje de arruinarle a la vida a miles de personas”.