La ex cantante de la banda Churupaca, Juana Aguirre, lanzó su primer disco como solista llamado Claroscuro. Él mismo, será presentado el próximo 15 de diciembre en el Teatro Margarita Xirgu, sito en Chacabuco 875, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)
El proyecto cuenta con once temas y, además, tiene artistas como Santiago Motorizado, integrante de la banda El Mató a un Policía Motorizado y su hermana, Lola Membrillo, que participan en una puesta musical fascinante.
Inicio musical
Oriunda de San Fernando, Buenos Aires, sus primeros acercamientos a la música fueron con su hermana y una guitarra. Con la producción de este nuevo componente musical, participó del Festival Internacional Esloveno Druga Drogba y llevó su música hasta Madrid.
Además, participó en la apertura del show de Bandalos chinos, en Barcelona-España– y, se presentó en Samheads en Berlín– Alemania. Su carrera, además, la hizo llegar al Quilmes Rock 2022 y en el Primavera Sound 2022.
“Hace tiempo escribí una canción que supe que daba inicio a algo nuevo, todavía no sabía que eso iba a ser un álbum” contó la artista y agregó que “Es el resultado de un camino largo, donde me separé de una vieja banda, viví intermitente entré el sur y la ciudad”.
“Este grupo de canciones que conforman Claroscuro hablan de habitar la ambigüedad, conocer nuestras sombras, y de apoyarnos en el poder alquímico de la música que siempre sabe transformar el dolor en luz” describió Juana Aguirre, acerca de su nuevo proyecto.
Nota al Pie dialogó con la cantante solista Juana Aguirre, quien contó acerca de su carrera musical, su nuevo disco debut, la relación con su hermana y el encasillamiento de género.
¿Cómo fue tu acercamiento con la música?
-A la música llegué gracias a mis hermanos que empezaron a ir a clases de guitarra y mi abuelo nos regaló una guitarra. Somos un montón de hermanos y nos peleábamos por usarla y del cuaderno de clases de mi hermana, me copió los acordes y empecé a tocar y hacer música.
De adolescente, me fui a vivir un tiempo a Bolivia; mientras viví allá empecé en el ambiente de la música. Después, volví a Buenos Aires y conocí a un chico con quien luego formé Churupaca y así empecé a subirme a escenarios, cosa que antes no hacía y, a tocar mis canciones que ya tenía.
Después, durante el confinamiento obligatorio, empecé a escribir y a producir, porque había canciones que ya tenía que eran de otro tiempo, cosas que me daba cuenta que no pertenecían al universo musical de Churupaca. Ahí me di cuenta que tenía algo entre manos, que era otra cosa, que era distinto y le pude poner un nombre de solista, de proyectos solista. Empecé a producir mis canciones, que es algo que no hacía antes.
La música e infinitos mundos
-¿En qué género te encasillas?
-Me cuesta un montón encasillarme. Creo que soy cancionista, pero también exploro mucho esos límites de la micro canción. Me cuesta mucho ponerle un marco a la música que hago, pero sí creo que tiene un tono quizás experimental, desde la producción y el minimalismo de recursos y quizás, esos sonidos disruptivos. También tiene otro pie en el mundo de la canción y el folklore.
-¿Cuál fue el mayor desafío que encontraste en tu carrera?
-Uno de los mayores desafíos fue exponerme. El mundo de la música, de la industria musical, es exponer quién está detrás de esa música, que muchas veces siento que es enriquecedor. Hay ciertos misterios en torno a la música, siento que hacer música, hace que el oyente también pueda construir su mundo alrededor de las canciones y los álbumes.
Fue un gran desafío llevar este disco al vivo, la verdad fue un disco que compuse y produje y, con la computadora estuve maqueteando y componiendo a la vez. Llevarlo al escenario fue todo un desafío en el que me ayudó mucho Cruz, que es un gran amigo mío. Fue un trabajo durísimo, nos llevó más de un año, porque realmente en ese proceso cambiamos y mutamos mucho el formato.
Expectativas y cambios
-¿Qué sensación te provoca presentar tu disco el próximo 15 de diciembre?
-Es un poco una presentación y es también, una despedida. La verdad es que, en la lista que estamos tocando hay temas nuevos y hay un montón de cosas que pertenecen ya como a otra etapa.
Es un concierto en el que vamos a poder mostrar y englobar todo lo que venimos trabajando este año y todas las experiencias que nos pasaron como banda y a mí, individualmente. Siento que es un disco muy sensible, que todavía me sigue enseñando un montón de cosas. El concierto también fue en el teatro Margarita Xirgu, que es un teatro super cálido en San Telmo, haciendo que todo eso también construya alrededor del álbum y me parece un lujo.
-¿Cómo surgió el nombre del disco?
-Estaba viviendo un tiempo de muchos cambios, me habían pasado muchas cosas y estaba atravesando un momento medio oscuro. Hacer música, hacer canciones en ese momento, me estaba salvando y la música tiene algo muy increíble, muy mágico.
Uno puede hablar de cosas bastante dolorosas y hacer canciones, es como de repente hacer una cosa muy bella de algo que quizás, en el proceso y en la vida, uno no lo ve tan así. Disfruté hacer este disco porque de alguna forma me salvó. Claroscuro es un poco una palabra que puede incluir luz y oscuridad.