Cada 8 de diciembre, fecha emblema de la época navideña por ser el día en el que se arma el arbolito, se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Para la Iglesia Católica, el dogma de la Inmaculada Concepción se basa en que la Madre de Jesús estuvo libre de todo pecado original desde el primer momento de su concepción.
Esta festividad se celebró por primera vez en España en 1644, pero fue el Papa Pío IX quien la instauró a nivel mundial en 1854. En Argentina, la efemérides forma parte de los feriados nacionales inamovibles. Así lo determinó la sanción de la Ley 24.445 del 23 de diciembre de 1994, promulgada durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.
La celebración se vincula con el nacimiento de la Virgen María que, según el catolicismo, es el 8 de septiembre. En este sentido, se descuentan nueve meses por el periodo de gestación, para manifestar el día en que María fue concebida en el seno de su madre, Ana.
Un homenaje universal
Además de Argentina, otros países rinden beneplácito a la Inmaculada Concepción. Entre ellos se encuentran España, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.
Según la encuesta de Latinobarómetro (2020), el 48,9% de les argentines se considera católique, mientras que el 40,6% no practica ninguna religión. No obstante, creyentes y no creyentes, adhieren a esta fiesta que además da paso a colocar el arbolito en diversos hogares. A su vez, las personas aprovechan para vivir momentos en familia o con amistades, más allá de toda creencia religiosa.
Vinculado a la religión, este miércoles 7 en diversas iglesias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se realizarán misas y procesiones. Una de ellas será en la parroquia Inmaculada Concepción de María, conocida como La Redonda de Belgrano (Avenida Vuelta de Obligado 2042, en el mencionado barrio porteño).
Por otro lado, la Iglesia de la Inmaculada Concepción (Avenida Independencia 910, Constitución) ofrecerá diversos actos religiosos.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, la Catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes también tiene su programación. En este caso, realizará el Santo Rosario, la Adoración al Santísimo y la Misa en Honor a la Virgen María.
La tradición del arbolito navideño
La costumbre de decorar el arbolito proviene de Alemania y, si bien no tiene que ver con el cristianismo, se establece cierto vínculo con la religión. El primer árbol estaba hecho con hojas perenne, que son grandes y se mantienen todo el año. Ellas representan el amor de Dios y la vida eterna, en tanto su forma hacía referencia a la Santísima Trinidad.
Fue el teólogo y filósofo alemán Martín Lutero, impulsor de la Reforma Protestante en su país, quien en el siglo XVI puso luces en un árbol por primera vez. Además, en el 1500 fue ideólogo de colocar árboles de pino para Navidad.
Con el paso del tiempo, se sumaron adornos como bolas, guirnaldas y luces, para reflejar la luz de Jesucristo. Así como también se adoptó a la estrella para completar la ornamentación navideña.
En otros países no se considera relevante colocar el arbolito desde el 8 de diciembre. Muchos lo hacen en la primera noche de Adviento. En Ecuador, las empresas, los centros comerciales y los hogares suelen armarlo desde el mes de noviembre hasta el 6 de enero, Día de los Reyes Magos.
El Pesebre, el legado de San Francisco
El 8 de diciembre también tiene una importante connotación el armado del pesebre. Este es, junto al arbolito, protagonista del espíritu navideño, además de ser el máximo símbolo de la festividad, ya que representa el nacimiento del niño Jesús.
San Francisco de Asís, santo originario de Italia, fue quien inventó el pesebre en el pueblo de Greccio, en el año 1223. En ese momento, se encontraba muy delicado de salud y creyó que esa sería su última celebración en vida, por lo que decidió vivirla de forma distinta.
Un amigo de San Francisco, Juan Velita, tenía un pequeño bosque en las montañas del pueblo. Allí había una gruta, la cual le recordaba a Francisco el sitio en donde nació Jesús.
De esta manera, tuvo la idea de crear el pesebre de Belén, presentado en sociedad durante la misa de Navidad con les pobladores. De acuerdo al relato del fraile Tomas de Celano, el primer biógrafo de San Francisco de Asís, “durante la celebración de la misa, lo vieron inclinarse hacia el pesebre para sostener al niño en sus brazos”.
San José, la Virgen María, Reyes magos, pastores y les campesines fueron caracterizados por personas de la aldea y hasta los animales eran interpretados por criaturas reales.
Posteriormente, las iglesias de todo el mundo continuaron con esta tradición. No obstante, ahora la representación del nacimiento del niño Jesús era a través de figuras talladas en madera. Las familias siguieron este ejemplo y plasmaron el portal de Belén a sus hogares.
De esta manera, la celebración del 8 de diciembre, en homenaje a la Inmaculada, Concepción de María, evoca la alegría de celebrar la Navidad y hacer un alto para reflexionar y disfrutar en compañía.