En el día uno del mes navideño, Stéphanie Frappart hizo historia al convertirse en la primera mujer en impartir justicia en un Mundial Masculino. La francesa fue la jueza principal del partido entre Costa Rica y Alemania por la última fecha de la fase de grupos.
Además, se dio el debut de una terna femenina, Frappart compartió su trabajo con Neuza Back (Brasil) y Karen Díaz Medina (México), mientras que el cuarto juez fue Saíd Martínez (Honduras).
El día del debut
A pocos días de su cumpleaños, 14 de diciembre, fue notificada para liderar las reglas de juego del partido entre alemanes y costarricenses. El encuentro no era fácil, ya que se definía a los clasificados a octavos de final. Su arbitraje no tuvo sobresaltos y fue correcto.
La nacida en la isla francesa Valle del Oise es internacional desde el 2009 y en la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) abarca un amplia trayectoria con partidos relevantes como finales de campeonatos internacionales.
El recinto deportivo, Al Bayt de Qatar se convirtió en el debut mundialista de Frappart, quien fue calificada con un “muy bien” por los veedores de FIFA. También participó como cuarta árbitra en los encuentros de Polonia ante México y Portugal con Ghana de las fases iniciales.
El inicio de Frappart en el arbitraje
La jueza inició su historia en el fútbol dentro de un campo de juego, pero no precisamente dando las órdenes, sino todo lo contrario. Frappart era un futbolista a su corta edad, entre los 10 y 12 años jugaba para el equipo local, Herblay-sur-Seine. Un año más tarde pasaría a tener un silbato en la mano e impartir justicia en los juegos.
Frappart es pionera en la rama femenina en debutar en competiciones relevantes tanto a nivel femenino como en el masculino. Su primer registro data del año 2014 cuando fue la primera mujer en dirigir la segunda división masculina de la Liga francesa. Pero lo mejor vendría 5 años más tarde.
El 2019 Frappart brilló en el gramado francés y también en el plano internacional. De nuevo se convirtió en la primera mujer en dirigir en la máxima categoría masculina de su país. Luego la Supercopa de Europa el mismo año y se coronaría en el Mundial Femenino que albergó su país natal.
También sumó minutos como asistente o titular en competiciones del Viejo Continente y mundialmente en ambas ramas como la Champions League, la UEFA Nations League, la Eurocopa, los Juegos Olímpicos y las clasificaciones mundialistas.
En busca de la igualdad
Sin victimizar el género, la historia ha demostrado que es muy escaso el espacio para las mujeres dentro del deporte en la rama masculina. Lo positivo es que, de a poco y aunque el proceso sea lento, se trata de generar la igualdad y se visibiliza y valora el esfuerzo de la mujer.
Este escenario marca un antes y un después para el arbitraje femenino por Sthepaniie Frappart. Ella marca el camino para muchas mujeres que se quieren o dedican a la misma actividad y no han tenido una referente de su condición.