El partido que decidía quien acompañaba a Brasil a octavos de final decantó para Suiza, que terminó como segundo del grupo G. Con mucha tensión, pierna fuerte y muy entretenido para el neutral se disputó el partido en el Estadio 974. Además, el arbitraje estuvo a cargo del argentino Fernando Rapallini, quien repartió 10 amarillas.
Un duelo con mucha historia y conflicto geopolítico se dio en el grupo G de la Copa del Mundo. La rivalidad se da por los orígenes kosovares de varios jugadores del equipo suizo y ya se enfrentaron en el mundial de Rusia 2018. En ese partido, Suiza se impuso 2 a 1 y sus figuras Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri festejaron los goles haciendo el águila característica de Kosovo.
Los suizos buscaban asegurar la clasificación (necesitaban solo un punto) con este once: Kobel, Widmer, Akanji, Schaer, Ricardo Rodríguez, Shaqiri, Xhaka, Freuler, Sow, Vargas y Embolo.
Por otro lado, Serbia obligado a ganar tras el empate con Camerún en la segunda fecha, salió a la cancha así: Milinkovic-Savic, Zivkovic, Milenkovic, Veljkovic, Pavlovic, Kostic, Milinkovic-Savic, Lukic, Tadic, Vlahovic y Mitrovic.
Primer tiempo para el infarto
Contrario a lo que se esperaba, Suiza tomó el toro por las astas y salió a buscar el partido. No había pasado ni un minuto cuando el arquero sebrio tuvo dos intervenciones magistrales ante un remate de Xhaka y otro de Émbolo en el área chica.
Luego del arranque furioso de Suiza, el conjunto de los balcanes comenzó a equilibrar el encuentro a fuerza de pelotas paradas y empujando con más ganas que ideas. Sin embargo, un córner a los tres minutos terminó con un cabezazo que pasó cerca de la portería defendida por Kobel.
A los 10 minutos llegó la primera de Serbia. De la mano de un disparo fortísimo de Zvkovic desde afuera del área que se estrelló en el palo, dejando un rebote largo que Vlahovic no pudo capitalizar increíblemente.
El partido se volvió muy intenso y con mucha fricción en la mitad de la cancha. Pierna fuerte y dientes apretados fueron las características del primer tiempo. Serbia comenzó a pararse más adelante y a partir del desequilibrio de Tadic por izquierda, empezó a ganar faltas y corners.
Suiza comenzó ganando
Hasta que a los 19 del primer tiempo, Sow encontró un mal rechazo de la defensa Serbia al borde del área y con un sutil pase asistió al histórico Shaqiri, quien sin dudarlo sacó un zurdazo y tras un desvío en el defensor decretó el 1 a 0.
Rápidamente Serbia se repuso del golpe proporcionado por Shaqiri. A los 26, tras una pérdida de Suiza en la mitad de la cancha, Tadic condujo la contra y con un sutil centro encontró a Mitrovic, quien desvió la pelota al segundo palo venciendo al arquero suizo y anotando el empate.
A los 35, con otra salida en falso de Suiza y una recuperación alta de Serbia, el jugador de la Juventus, Dusan Vlahovic, capturó la pelota en el área y cruzó un zurdazo inatajable para el arquero. Dando vuelta el partido en tan solo quince minutos.
Sin embargo, pisando los 45 minutos apareció de nuevo el empate suizo. Tras una gran jugada colectiva iniciada por Xhaka, la pelota llegó a Widmer, que con un centro raso encontró solo a Embolo. Este último solo tuvo que empujar la pelota para vencer al arquero y decretó el 2 a 2.
Segundo tiempo vibrante
El complemento empezó con la misma intensidad que el primero. A los 3 del segundo tiempo, tras otra gran jugada colectiva, Rubén Vargas encontró con un fenomenal taco a Remo Freuler que definió de primera venciendo a Milinkovic-Savic y decretó el 3 a 2.
Los siguientes diez minutos Serbia se vio muy golpeado por el gol al comienzo y cada vez que intentaba se topaba con un rival mejor parado que en el primer tiempo. Además, sus ataques se vieron constantemente frustrados.
Con el correr de los minutos, Tadic volvió a tener influencia en el juego y a los 20 del segundo tiempo puso un pase flotado para Mitrovic, que no pudo controlar y simuló un contacto del defensor, lo que hizo que los jugadores serbios rodearan al árbitro argentino pidiéndole un penal inexistente.
Suiza supo aguantar el resultado
El juego se ensució parte por la buena postura adoptada por Suiza y la otra por la impericia del equipo serbio para lastimar. El partido pasó a ser ordinario y aburrido, resultando muy tedioso para el espectador neutral y sobre todo, para Serbia.
Finalmente, una vez más, quien terminó celebrando fue el equipo suizo en un duelo con mucha historia y condimentos externos al juego. De hecho, en los últimos minutos se armó una gresca entre los jugadores que demoró el partido más de cinco minutos.
Suiza se verá las caras nada más y nada menos que ante Portugal en octavos de final. Dato de color: con un gol más hubiese pasado primero de su grupo dejando a Brasil en segunda posición por su derrota ante Camerún.