En 1985 salió el Superman Anual #11, escrito por Alan Moore (Lo que sea que sucedió al Hombre del Mañana) y Dave Gibbons (Watchmen). Esta fue la oportunidad del guionista, oriundo de Inglaterra, de incursionar en su personaje favorito en profundidad. La edad de bronce de los cómics llegaba a su fin, y los autores aquí homenajeaban dos décadas y media de historias.
Alan Moore descubrió los cómics norteamericanos cuando encontró una caja llena de ellos a la venta cerca de su casa. En esa época (años 60s) comenzaba la edad de plata, y quien más le llamó la atención fue Superman. Moore se convirtió en escritor, y cumplió su sueño de escribir al Hombre de Acero, primero en DC Presents antes de llegar al título principal.
¿Cuál sería el regalo perfecto?
Superman es uno de los seres más queridos del universo, en su Fortaleza de la Soledad tiene artefactos de todo tipo. Pensando en su cumpleaños, ¿Qué se puede conseguir para el hombre que tiene todo? Wonder Woman junto a Batman y Robin, llegan a la puerta del santuario de Kal-El con presentes, pero lo encuentran abierto. Al ingresar, se encuentran con una sorpresa inesperada.
Superman yace parado en el centro de un salón inmutable, y una extraña planta se agarra de su pecho, atravesándolo y creciendo hacia dentro. Inmediatamente Mongul, un dictador de otro mundo se presenta y responsabiliza por lo sucedido. La planta se llama “Black Mercy” (Piedad Negra), imbuye en un trance a su víctima, mostrándole lo que más desea mientras se alimenta.
Mientras la batalla se desata en la fortaleza, dentro de la mente de Superman, él se encuentra en un Krypton que jamás explotó. Ha formado una familia, y se encuentra relacionado con la realidad social de su mundo.
Una muestra de amor y conocimiento
Tanto Alan Moore como Dave Gibbons son fans del Kryptoniano, y aquí demuestran su sabiduría sobre lo que se desarrolló desde la década de 1960. Los Anuales tienen la posibilidad de ser parte del canon de la serie, tanto como historias auto contenidas donde los artistas tienen plena libertad. En este caso, han jugado con un híbrido, casi llegando a un Elseworld.
Moore aprovecha para, dentro de la fantasía de Superman incluir todos los elementos posibles de la mitología, como el volcán de oro, entre otros. Sin embargo, explora qué hubiera sucedido si luego de los anuncios de Jor-El, el planeta no hubiera sufrido su destrucción. Cómo ha afectado esto al cargo del padre de Kal-El y su estatus es algo que se explora aquí.
Mientras tanto, Gibbons aprovecha el paseo de los héroes (y la posterior lucha de Supes contra Mongul) para incluir montón de objetos en exhibición. De esta forma la historia planteada por el equipo artístico, no solo es interesante y divertida, también se convierte en todo un homenaje del canon reciente. Este es uno de los motivos de que la obra sea tan celebrada.
La manzana envenenada
La mente de Moore, quien luego crearía junto al mismo Gibbons su obra magna “Watchmen”, nunca deja de lado el contexto socio político. El problema del regalo de Mongul, fue que al darle a Clark lo que más quería, al mismo tiempo, lo rodeó de una realidad que no podía ser feliz. Jor-El anunció que Krypton explotaría, no sucedió, y su reputación cayó por los suelos.
El padre de Kal-El comenzó a liderar un partido llamado “La Espada de Rao” para recuperar “la majestuosidad del antiguo Krypton”. Al ver la ilustración de estos manifestantes, uno no puede evitar recordar al nefasto Ku Klux Klan. Superman, pese a haber formado la familia ideal, es contrariado por la situación con su padre, que es hiriente para él.
El problema es que uno de los puntos más ardientes del deseo de Kal es haber conocido a su padre biológico en persona. Al entrar en un mundo donde lo conoció, pero no puede llevarse bien, comienza a romperse la fantasía. El cambio viene con Mongul, al final, cuando su fantasía era solo de dominación, solo una mente egoísta puede estar satisfecha con algo así.
La adaptación animada
En 2004 se estrenó la serie Liga de la Justicia Ilimitada, continuación de la “Justice League” que iba a expandir el universo de DC en la TV. El segundo episodio, estrenado el 7 de agosto de ese año adapta directamente la historia del Superman Anual #11 de 1985.
En Argentina hubo varias ediciones de esta historia. Una fue en 2004 editada por Clarín en su compilado de personajes de DC en el número 12, La última llegó con la colección “DC Heroes y Villanos” de Editorial Salvat en su entrega número 22. En este tomo, se incluyen además “Lo que sea que sucedió al Hombre del Mañana” y otras historias.