Durante el 2018, una extraña cara asomó en las librerías y comiquerías argentinas. La editorial Libera La Bestia exponía en las estanterías un rostro al que si se miraba con descuido, se le podía confundir con un alien. Manta llegaba al público, con la pluma de Jonathan Crenovich (Knock Knock Monk), Martín Mazzeo, y un batallón de dibujantes.
La enigmática portada, ilustrada por el gran Salvador Sanz, muestra a un personaje que dice mucho y nada al mismo tiempo. Por un lado, posee todos los rasgos de un superhéroe clásico: máscara, traje ajustado, logo en el pecho. Sin embargo, el paisaje post apocalíptico y depresivo, la mirada vacía y la ausencia de color atraen la vista para investigar qué sucede aquí.
La Inmortalidad del Cangrejo
Manta comienza con un soliloquio, el cual hace referencia a que es bueno con los rompecabezas. Es un detective novato que se encuentra en medio de una investigación. Su objetivo es llegar a una pista que le indique el paradero de un hombre llamado Jorge Cano. Sus métodos son violentos, pero no se inmuta siquiera cuando recibe un disparo en el brazo.
Manu, un hombre que se encuentra en medio de una búsqueda personal, se topa sin querer con Manta mientras interroga a la mano derecha de Cano. Nota que el enmascarado y él persiguen el mismo objetivo, así que asume que seguir al misterioso atacante lo ayudará en su búsqueda.
Orígenes Secretos
El primer libro de la serie llamado La Inmortalidad del Cangrejo presenta al personaje en tres capítulos. El primero, introduce a Manta, el segundo a Manu, y el tercero es un flashback que hará a quien lea la obra, descubrir las motivaciones y algunas características del protagonista. Una decisión narrativa inteligente para atrapar a las y los lectores hasta el final.
Ya adentrándose en algún spoiler de la historia de este primer libro, se encuentran características interesantes en cuanto al contexto. En un mundo donde se han realizado experimentos químicos, Santi (Manta) es exponente de uno de ellos. Sin embargo, su verdadera identidad, y el por qué continúa con vida, permanece en las sombras.
La revelación del pasado de Manta pone al personaje en el camino de uno de los tropos más comunes del género: la venganza y la búsqueda de identidad. Aunque la primera se ve opacada por la segunda, al descubrir que quien creía su padre no era tal. Estos dos aspectos serán el “ángel y el demonio” en el hombro del protagonista.
La necesidad de conexión humana del personaje de Manta se evidencia, incluso, en una escena con una trabajadora sexual. En esta historia se plantan muchas semillas argumentales que buscarán crecer a futuro. El primer libro de Manta, de sólo 64 páginas, invita a una aventura que recién comienza, y que está planeada con cuidado.
La importancia del formato de producción
Al ver esta edición hay algo que queda en claro de inmediato: está realizada de la misma forma que cualquier producción de las casas más grandes del mundo. Muches de quienes consumen cómics norteamericanos conocen el sistema de producción de los mismos. Es normal en el país del norte que una serie tenga varios autores y que varíe los artistas cada número.
Manta es un libro que tiene dos guionistas, un artista del dibujo por cada uno de los tres capítulos del libro (que puede ejercer o no como entintador) y más. Gabriel Roldán ofició como colorista de los episodios, y por fuera, Salvador Sanz es el portadista. Este formato al que están habituades les lectores de lo más mainstream del noveno arte, aparece aquí.
Una producción como esta conlleva un esfuerzo que no suele verse en la producción nacional. La coordinación en las áreas para lograr que el libro sea orgánico, es alentadora para la industria, y demuestra, junto a otros títulos, que se puede competir. Manta es un antihéroe que, además, por su construcción, puede ser por completo universal.
Manta cuenta al día de hoy con seis libros publicados por la editorial Libera La Bestia. Puede obtenerse tanto en formato físico como digital mediante la web de la editorial.