Este miércoles Sergio Massa mantuvo un encuentro en la sede central de Confederación General Empresaria de la República Argentina junto a Fernández y representantes de más de 70 cámaras PyME que le acercaron iniciativas para favorecer el desarrollo de empleo y la producción nacional. En Economía evalúan flexibilizar restricciones mientras la capacidad adquisitiva de los trabajadores sigue descendiendo.
Facilidades para importar
La reunión se desarrolló en un escenario nacional conflictivo con el sector PyME por los dólares para la importación de bienes e insumos para la producción. Con un claro guiño a CGERA, Massa destacó que desde el gobierno trabajan para facilitar el acceso a divisas a las empresas nacionales que agreguen valor a la economía. En efecto, a los representantes empresariales les adelantó que desarrollarán una propuesta para que ingresen al sistema formal con sus dólares con un “valor de paridad respecto del tipo de cambio del mercado”.
CGERA le propuso que se otorgue a la industria “los mismos beneficios para la exteriorización de activos externos que ya tienen las actividades de construcción y desarrollo inmobiliario”. En relación a la solicitud de quita o rebaja de impuestos y/o aranceles para utilizar divisas propias en importaciones, Fernández recordó que “esto ya fue sancionado en la ley de Presupuesto 2023”.
La central industrial planteó la creación de una Administración del Comercio Exterior a través de declaraciones juradas de las empresas importadoras para la industrialización de sus productos. A partir de este sistema regularizarían mensualmente el acceso a insumos o materias primas que no se produzcan en el país con la condición de que no superen el 25% de su facturación en igual período. El propósito es que “las PyMES accedan a las importaciones para producir y evitar sobrefacturaciones y especulaciones”, indicaron desde CGERA.
CGERA pidió que se trabajen diferentes proyectos
A su vez, la central solicitó la “capacitación de la mano de obra desocupada en oficios”. Fernández explicó que con la jubilación de más de 200 mil trabajadores no se llegó a formar a sus reemplazos para desarrollar tareas con tecnología especializada. Por ello remarcó la necesidad de articular con el ministerio de Desarrollo Social, cuestión que Massa viene deslizando para “transformar los programas sociales en empleo formal”.
Por otro lado, planteó un esquema de trabajo conjunto con la Dirección General de Aduanas para el control y verificación de las operaciones respecto a las mercaderías importadas y exportadas. En paralelo, CGERA promovió la generación de un Foro PyME para resolver consultas que puedan tener usuarios y empresarios del sector. Por último, conversaron sobre la posibilidad de crear comercializadoras de productos argentinos en países de la región que no tienen un importador directo, fortaleciendo el comercio a escala regional.
El titular de la entidad celebró la visita del ministro: “Fue muy importante que escuchara e incorporara las medidas que tenemos para mejorar la situación de las pymes”. Fernández recordó la incorporación en la ley de Presupuesto de la propuesta de blanqueo de dólares para poder importar, reclamo que se expresa en los artículos 71 y 72. Y lo mismo en relación a la capacitación en planta para los oficios especializados, considerando que Massa les anunció que trabajarán dicha iniciativa. “Si estamos discutiendo el acceso al dólar es porque producimos, si falta mano de obra capacitada es porque hay trabajo; si queremos exportar desde comercializadoras es porque producimos mucho”, dijo a Nota al Pie.
Facilidades empresarias, ajustes laborales
Si bien desde CGERA reivindicaron la predisposición del Ministro, demostraron preocupación sobre la creciente inflación y el aumento de las tasas de intereses, cuestiones que limitan el acceso al crédito. De todos modos, Fernández respaldó la política de austeridad fiscal de Massa: “Permite que el Estado gaste menos, tenga superávit, acumule reservas e invierta mejor”.
Además, lamentó la situación salarial de los trabajadores: “para las pymes el mercado interno es esencial porque vivimos del consumo. Por ende, si los salarios no son competitivos nos vemos perjudicadas”.
En ese sentido, expuso la responsabilidad económica del sector alimenticio por aumentar precios de forma indiscriminada. “La gente en nuestras fábricas nos plantea que no tiene capacidad de compra porque su ingreso se va a los comercios alimenticios y no para los que hacemos el 95% de las cadenas del país por fuera de ese rubro”, sentenció.
Mientras Fernández convoca a recomponer el salario, el gobierno sigue ajustando los bolsillos de los trabajadores. El pasado martes, en una nueva reunión del Consejo del Salario se definió un magro aumento del Salario Mínimo hasta $69.800 de forma escalonada a febrero. Además, el Ministerio de Trabajo -en complicidad con el sindicalismo y las patronales- planteó la necesidad de desacoplar los programas sociales a la actualización salarial. Según estos actores, corresponde construir una mesa especial entre el Estado y los movimientos sociales para no entorpecer la tradicional negociación entre trabajadores formales y empresarios.