Desde su estreno en 2018, Black Panther de Marvel Studios fue considerada un hito en la representación de la cultura negra. Bajo la dirección de Ryan Coogler, la primera película protagonizada por un superhéroe negro se convirtió en un ejemplo de diversidad étnica.
Por fin, Hollywood se alejó de los estereotipos e imaginó la cultura negra global como empoderada y orgullosa. Además, inmune a los efectos duraderos del colonialismo y la migración forzada. A su vez, la película demostró que la inclusión también puede ser rentable.
La sucedieron una ola de éxitos de taquilla que presentan héroes no blancos. Solo en el último año, películas como Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings, Black Adam y The Woman King han proporcionado un correctivo al flaco favor histórico que Hollywood ha hecho a las minorías.
El heroe real detrás de la ficción
Una de las mayores fortalezas de la película fue sin dudas el actor que encarnó a su protagonista. En su carrera actoral, Chadwick Boseman, quien falleció en agosto de 2020 a los 43 años después de luchar contra el cáncer, representó a muchos íconos inspiradores.
Sin embargo, se afirmó como un faro de esperanza y un legado para las generaciones actuales y futuras, cuando encarnó a T’Challa, el rey de Wakanda, también conocido como Black Panther.
La interpretación de Boseman se convirtió en un fenómeno cultural. Tanto su personaje como su propio activismo, fueron tomados como símbolos en un mundo dividido por identidades políticas, sociales y culturales. Una brecha que en Estados Unidos se profundizaba a medida que el gobierno de Donald Trump propiciaba el racismo y la xenofobia.
El nacimiento de Black Panther, a la par de Black Power
La primera aparición del superhéroe en las páginas de los cómics llegó en medio del florecimiento de la lucha por la obtención de derechos civiles y el nacimiento del Black Power en Estados Unidos. El surgimiento de un superhéroe negro retrató esa transformación racial a nivel político y social.
En 1966, el activista Stokely Carmichael buscaba algo más que la mera libertad. Poco más de un año después del asesinato de Malcolm X, se hizo cargo del Comité Coordinador Estudiantil No Violento del activista John Lewis.
Carmichael decidió alejar a la organización de una filosofía de pacifismo. Por el contrario, aumentó la militancia del grupo para enfatizar la autodefensa armada y el control comunitario. “La única forma en que evitaremos que los hombres blancos nos azoten es tomando el control”, declaró ante una multitud apasionada el 16 de junio.
En este sentido, exclamó: “Hemos estado diciendo libertad durante seis años y no tenemos nada. ¡Lo que vamos a empezar a decir ahora es Black Power!”
Black Panther nació en la era de los derechos civiles y reflejó la política de esa época. El mes después del discurso de Carmichael, el personaje debutó en Fantastic Four No. 52 de Marvel Comics. La fuerza sobrenatural y la agilidad fueron sus principales características, pero un intelecto inmenso fue su mejor atributo.
Una visión cultural en búsqueda de la igualdad
Black Panther no era un alter ego; era el título formal de T’Challa, rey de Wakanda. Esta era una nación africana ficticia que, gracias a su dominio exclusivo del metal vibranium, se había convertido en el país más avanzado del mundo.
Fue una visión de la grandeza y del poder negros en un momento difícil, cuando más del 41 % de les afroamericanes se encontraban en la línea de pobreza o por debajo de ella. Además, constituían casi un tercio de les pobres de Estados Unidos.
Black Panther fue una expresión del afrofuturismo. Sus creadores blancos, Stan Lee y Jack Kirby, aunque buscaban un personaje que represente a sus lectores negres, no conjuraron conscientemente una respuesta superheroica a la llamada de Carmichael, pero la imagen aún tenía poder.
El personaje surgió en un momento en que el movimiento por los derechos civiles comenzó a aumentar sus demandas a una nación que había prometido mucho y entregado muy poco a su población negra.
El Partido Pantera Negra, la organización revolucionaria fundada en Oakland, California, unos meses después del debut de T’Challa, fue presentado en los medios como un grupo amenazante y radical. Supuestamente, consideraba objetivos que diferían de la visión más pacifista de líderes de derechos civiles como Martin Luther King Jr. y Lewis.
Posteriormente, Marvel cambió el nombre del personaje a Black Leopard debido a la inevitable asociación negativa con las Panteras. Sin embargo, esto se revirtió pronto.
Black Panther imagina una África sin colonialismo
Black Panther fusiona el reino imaginario de los personajes de Marvel con la historia mundial, la política contemporánea y específicamente la experiencia de los negros en los Estados Unidos.
La acción de la película sigue los eventos de Captain America: Civil War (2016), cuando T’Chaka (John Kani), el rey de Wakanda, muere en un ataque terrorista contra un complejo de las Naciones Unidas en Viena.
En la película, el hijo de T’Chaka, T’Challa, regresa a Wakanda para asumir el trono. Una de las grandes virtudes del film es su construcción del mundo coherente: ofrece una historia que se siente menos como una exposición que como un descubrimiento.
La narrativa de fondo, distribuida en dos grandes secuencias, es intensamente dramática. La primera de estas secuencias establece a Wakanda, un país sin salida al mar en el este de África, como el hogar del único suministro de vibranio de la Tierra, el metal más fuerte del mundo, que está dotado de un poder devastador.
Wakanda se ha aislado para proteger sus reservas de vibranium, y para protegerse de la invasión o la tentación de los posibles colonizadores, pero sus paisajes rústicos ocultan, con la ayuda de hologramas, su poderosa sofisticación tecnológica. La segunda revelación de la historia de fondo tiene lugar en Oakland, en 1992, donde vive un príncipe de wakandiano, N’Jobu (Sterling K. Brown).
Al ser testigo de las cargas que soportan los estadounidenses negros, decide distribuir el vibranio y el armamento de su país en todo el mundo, en un esfuerzo por ayudar a una revolución contra los opresión ejercida por los blancos.
Las dimensiones simbólicas son amplias y poderosas. Wakanda evoca un África prelapsaria, libre de la devastación colonial occidental: los recursos del país no han sido saqueados, su cadena de tradición no ha sido interrumpida, su herencia cultural está intacta y sus logros tecnológicos encarnan tanto los recursos materiales como los intelectuales del país.
Una película cargada de metáforas críticas
Coogler capta las luchas existenciales de la vida y la muerte en momentos tranquilos de confrontación íntima. Ese arte en sí mismo es más que solo emocional; refleja y critica amargamente un aspecto ineludible de la vida estadounidense. Dramatiza el aire de opresión, la amenaza constante de la violencia policial, las condiciones de degradación, la privación cultural y económica intencional y la impotencia sistemática.
La tentación del radicalismo negro, de tomar las armas contra los poderes opresores de la supremacía blanca, está presente en la película. Pero sus héroes, aunque comprensivos con las necesidades y demandas de los oprimidos, la rechazan, favoreciendo la mejora sobre la venganza, la búsqueda de la justicia sobre una nueva ronda de injusticias.
Lo hacen no sólo por bondad, sino porque ven que el radicalismo revolucionario es el anverso del radicalismo blanco. Coogler no solo plantea una pregunta a los activistas negros; está planteando un desafío para los funcionarios e instituciones de Wakanda. Es decir, también a los funcionarios e instituciones estadounidenses.
Wakanda Forever
Cuando T’Challa llegó a la pantalla grande en 2018 como protagonista de su propia película, su historia rompió récords de taquilla, se apoderó de Internet e inspiró a millones. Black Panther fue nominada a siete premios de la Academia, incluida la de Mejor Película, y ganó tres.
La identidad de la franquicia y su celebración de la cultura negra está entrelazada al hombre que se puso la máscara en la primera película. Junto con la profunda historia de fondo de T’Challa, Boseman marcó el comienzo de una nueva era afro céntrica en el Universo Cinematográfico de Marvel.
Black Panther fue un regalo cultural que hizo que la herencia negra se sintiera vista y apreciada en un espacio donde nunca antes había estado.
Tras el inesperado fallecimiento de Boseman, la secuela de Black Panther abordará la pérdida y el dolor experimentado por el elenco y el equipo. Además, buscará expresar esta ausencia para el fandom de Marvel en general.
El productor ejecutivo Nate Moore compartió que había presión para aprovechar la película anterior y las contribuciones del difunto actor después del impacto de Boseman en la industria cinematográfica.
Después de mucho debate en torno a la posible refundición de T’Challa, Marvel Studios optó por seguir centrado en Wakanda, así como al gran elenco de personajes presentados en la película de 2018. Letitia Wright, Lupita Nyong’o, Danai Gurira, Winston Duke, Angela Bassett y otros regresan para repetir sus papeles.
Con su estreno el 10 de noviembre, Black Panther: Wakanda Forever seguirá a los líderes de Wakanda que, tras la muerte del rey T’Challa, deben luchar para proteger a su nación de los poderes intervinientes y la aparición de una nueva amenaza en Namor (Tenoch Huerta).