Bajo las consigas “La deuda es con nosotres”; “Ley Integral Trans” y “Sí al lenguaje Inclusivo”, este sábado se lleva a cabo la 31° Marcha del Orgullo en Argentina. En este artículo, Nota al Pie se pregunta sobre la interseccionalidad entre diversidad y discapacidad, la cual genera un armario con doble fondo y dos luchas que batallar.
Marcha histórica
La Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer es el acto público más importante de la comunidad LGBTIQ+ en Arrgentina. Se realiza todos los años en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se replica en otras capitales provinciales, desde el año 1992 para visibilizar los reclamos y el orgullo por la orientación sexual, identidad y expresión de género.
La convocatoria de la manifestación siempre ha ido en aumento, tanto que en 2021 reunió a más de 200.000 personas. La movilización se realiza un sábado de noviembre conmemorando la formación de Nuestro Mundo, en 1967, primera organización LGBTIQ+ en nuestro país.
Transversalidad
¿Qué permite comprender la interseccionalidad? Esta es una herramienta que reconoce que las desigualdades sistémicas se configuran a partir de la superposición de diferentes factores sociales como el género, la etnia y la clase social. En resumidas cuentas, interseccionalidad se refiere a que las personas tienen más de una identidad, y que todas estas categorías sociales están superpuestas.
Es importante mencionar que las personas con discapacidad se enfrentan a una “múltiple discriminación”. Históricamente ha habido una tendencia a la infantilización, a privarles de su sexualidad y de sus deseos. En la mayoría de los casos, eso vuelve más difícil mostrar su expresión o identidad de género.
Por otro lado, la discriminación que existe con la discapacidad en general se une a una doble discriminación por ser parte de la comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales, e Interesales y personas Queer.
Las barreras existen también dentro de la propia comunidad LGBTIQ+, ya que en la mayoría de los eventos no hay propuestas de accesibilidad para las personas con discapacidad. Muchas veces no se cuenta con materiales didácticos para personas no videntes, rampas de acceso para personas con discapacidad motora, ni intérpretes para personas sordas.
Orgullo Disca
Desde la agrupación Orgullo Disca militan por visibilizar esta interseccionalidad. Según miembros de la organización, la misma surgió “por unas compañeras con las que nos mencionábamos en diferentes encuentros la necesidad que teníamos de tomar nuestra discapacidad como orgullo y parte crucial de nuestra identidad y así poder compartir esta lucha con más personas”.
Conscientes de que no se consideraba a las personas con discapacidad ante cualquier situación de emergencia prevista en los protocolos de las marchas, Orgullo Disca armó el propio. Además, desde el año 2020, organizan eventos, y charlas informativas.
Dicho grupo se organizó para trasladarse y difundir información importante durante el último Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis, intersexuales, bisexuales y no binaries. En esta ocasión, preparó su propia columna para la marcha en la Avenida de Mayo y Tacuarí.
Leyes que no alcanzan
Argentina cuenta con una normativa vigente vinculada a los derechos de las personas LGBTIQ+ que es considerada una de las más amplias del mundo. Leyes antidiscriminatorias, de identidad de género, la histórica aprobación del matrimonio igualitario y el cupo laboral travesti trans, son algunos de los hitos con los que el país cuenta en su haber. Sin embargo, no es así en cuanto a la discapacidad.
En este sentido, la Ley 22.431, sancionada en 1981 como ley marco en discapacidad, instituyó el denominado “sistema de protección integral de las personas discapacitadas”. Esta normativa da cuenta de una concepción de la discapacidad de anclaje médico, proteccionista, asistencialista, que entiende a la persona con discapacidad como sujeto de cuidado y no como sujeto de derecho o actor social.
Con el objetivo de efectivizar el cambio de paradigma desde el cual se aborda la discapacidad, distintos grupos reclaman por una nueva ley de discapacidad. Dicho proyecto sería una ley de derechos humanos, con perspectiva de género, interseccional e intercultural, que se ampare en los lineamientos del modelo social que entiende al sujeto primero como persona en el reconocimiento de sus derechos humanos, civiles, políticos y de libertades fundamentales.
Se trataría de una ley que promueve diseños universales de todos los entornos y que entienda a la persona con discapacidad como sujeto activo de la vida en sociedad en todas sus esferas.
Situación actual
Por otro lado, la interseccionalidad se puede observar al momento de conseguir empleo. En 2021, el Senado sancionó la Ley 27.636, la cual estableció el cupo laboral travesti trans. Sin embargo, según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio, sólo el 0,02% de empleades nacionales forman parte del colectivo.
Algo similar sucede con las personas con discapacidad, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el cual data del año 2018 el 10,2% de la población de la Argentina tiene algún tipo de discapacidad, y sólo el 32,2% de ese grupo tiene trabajo.
Otro factor es la violencia. Según el Observatorio de Crímenes de Odio, se registraron durante los primeros seis meses de 2021, 53 crímenes de odio en donde la orientación sexual y la identidad de las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos y la violencia.