El gobierno ruso confirmó ayer, a través de un comunicado, que reanudó el trato con Ucrania para facilitar la comercialización de granos. Tras la suspensión del acuerdo el fin de semana, reiniciaron negociaciones y sellaron garantías para la circulación de buques de carga en el mar Negro. Así lo certificó también el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que ofició como mediador.
Desde Rusia habían decidido frenar el pacto por un presunto ataque con drones a la ciudad de Sebastopol en Crimea por parte del gobierno ucraniano. Sin embargo, tras retomar las negociaciones y con la intervención del mandatario turco y la Organización de Naciones Unidas (ONU), Vladimir Putin dio marcha atrás.
El ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, confirmó hoy la salida de seis buques con granos desde Ucrania. De este modo, la principal fuente de exportación de granos reanudó su comercialización y aliviará el desabastecimiento. Gracias a este pacto, firmado en julio, se distribuyeron 10 millones de toneladas de granos ucranianos.
Ahora bien, las tensiones entre ambos países en el marco de la guerra afectaron al precio internacional de los cereales. El valor del trigo aumentó un 6,39% y el maíz lo hizo en un 1,58%, en términos mundiales. Por último, la soja acompañó esta alza de precios e incrementó un 1,39%.
El rol de Erdogan
Su participación contribuyó en el reinicio del pacto sellado entre Rusia y Ucrania, tras la decisión del Kremlin el pasado sábado. Ante la ausencia de “garantías” para sostener el acuerdo, el gobierno ruso desestimó continuar con la exportación. Sin embargo, el presidente turco y el ministro de Defensa de Turquía lograron torcer la postura.
En consecuencia, el ministro de Defensa ruso confirmó que “la Federación Rusa considera que las garantías recibidas en este momento parecen suficientes; y reanuda la implementación del acuerdo”. Acto seguido, Erdogan explicó que “los transportes de granos continuarán, según lo acordado antes, a partir de las 12:00 p.m. de hoy (miércoles 2 de noviembre)”.
De esta forma, se retomará el convenio que asistió a más de 100 millones de personas por la exportación de granos. Además, permitió aliviar la crisis de alimentos a nivel mundial. En este sentido, el presidente de Turquía aseguró que se priorizará el envío a países de África, como Somalia, Yibuti y Sudán.
El pedido de Rusia fue colaborar con las naciones pobres, porque sólo el 3% recibieron estos alimentos. En este contexto, la nación rusa seguirá con el acuerdo porque ya anunció que “considera que las garantías que recibió hasta ahora parecen suficientes”. No obstante, anticipó que podría volver a suspenderlo. Sin embargo, no lo hará con Turquía.
El origen del conflicto Rusia-Ucrania por los granos
Rusia y Ucrania firmaron un acuerdo para la comercialización de granos desde territorio ucraniano el pasado 22 de julio. Desde el inicio de la guerra, el gobierno ruso había bloqueado la exportación, pero retomaron las acciones tras esta firma, con vigencia de 120 días. Ahora bien, el 29 de octubre, el Kremlin suspendió el pacto y encendió las alarmas ante el creciente aumento de la demanda.
Ahora bien, la intervención de Erdogan y la participación de la ONU impidieron el freno del comercio. El rol de ambas naciones a nivel mundial es central, porque concentran el 30% de la producción global de trigo. Por este motivo, la resolución del conflicto y la salida de seis buques cargados de granos desde el territorio ucraniano reducen la preocupación.
En este sentido, el secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró alegre ante la resolución del hecho. Sin embargo, el pacto finalizará el próximo 19 de noviembre y aún no hay un panorama claro hacia el futuro. “El acuerdo sigue siendo inestable, ya que ahora está nuevamente en modo de adivinanzas sobre si habrá una extensión o no”, concluyó Andrey Sizov, jefe de Consultoría Agrícola en Sovecon.