En la tarde de hoy, Lula Da Silva se impuso por 50,90% de votos frente al 49,10% que obtuvo el mandatario de ultraderecha, Jair Bolsonaro. Dichas cifras parten del tribunal electoral, con el 99,98 por ciento del escrutinio contabilizado. Además, la coronación de Lula se da en el marco de una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia.
El pueblo brasileño se manifestó en las urnas y Da Silva llegó a un triunfo histórico que le permitirá gobernar por tercera vez a su país. Así, con el 50,90 por ciento, que implica casi 60 millones de votos, dos más que su rival, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) será en nuevo presidente en dirigir el país.
Lula Da Silva, el vencedor
Los resultados comenzaron a conocerse poco después de que cerraran los centros con urnas electrónicas, cerca de las 17 horas. En tanto, ya a las 20 horas la tendencia a favor de Lula se presentaba indeclinable.
Por su parte, Lula votó temprano en una escuela del cordón industrial de San Pablo. Allí dijo que en la elección estaba en juego «un modelo de país y de vida», mientras que Bolsonaro cumplió con su deber cívico en Río de Janeiro.
En medio de las dos posiciones, bien opuestas, la Policía Caminera se vio envuelta en un escándalo al instalar más de 540 operativos en rutas, especialmente en el noreste del país. Con el mismo buscaron bloquear el paso de muches electores del Partido de los Trabajadores de Lula.
Eso hizo que el titular del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, ordenase el cese de las operaciones entre las 15.30 y las 17:00 horas, es decir, hasta el fin de la votación.
Lo cierto que alrededor de 150 millones de brasileñes estaban habilitados para votar. No obstante, más del 20% del electorado se abstuvo de hacerlo en la primera vuelta. En ese marco, gran parte del esfuerzo final de ambos candidatos estuvo destinado a potenciar la concurrencia a las urnas.
Lula Da Silva, de 77 años, al momento de votar remarcó que «esta elección no define solo un modelo de país, sino que define un modelo de vida para los brasileños».
En tanto, el líder de izquierda abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana. Esto ultimo a partir de reforzar el Mercosur y recomponer a la UNASUR. Todo ello con el fin de negociar con las grandes potencias en pie de mayor igualdad.
Por eso, con su triunfo, toda América Latina se encuentra con un gran alivio.