El pasado jueves, en una sesión especial, el Senado aprobó la ley para expropiar la República de Cromañón con 60 votos a favor y uno en contra. De esta forma, el edificio donde fallecieron 194 personas a causa de un incendio en el año 2004 se convertirá en lugar de reflexión, historia y aprendizaje.
Cabe recordar que el pasado 12 de octubre, el proyecto obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. En esta oportunidad, senadores de todas las bancadas acompañaron con su voto y la iniciativa se hizo ley. De esta manera, Cromañón será convertido en un espacio abierto a la comunidad para conocer, a través del relato de les sobrevivientes, qué fue lo que sucedió allí.
Nota al Pie dialogó con la presidenta de Coordinadora Cromañón, Celeste Oyola para saber más al respecto.
Cromañón, un espacio de Memoria
Oyola, una de las impulsoras del proyecto, dijo: “fueron muchos años de lucha y ayer fue la primera vez que el Estado nos pidió perdón”.
“Esa palabra nos hace hoy descansar un poco más y tener la certeza de que el camino que elegimos de la Memoria, la Verdad y la Justicia es el correcto”, continúo. Además aseguró: “estamos muy emocionados”.
El día jueves 27 de octubre, se reunieron las diferentes organizaciones autoras del proyecto de ley junto a familiares. Llevaron banderas, fotos, y un pedido para no olvidar lo sucedido la noche del 30 de diciembre.
A casi 18 años de la tragedia, un suspiro les permite a les sobrevivientes no bajar los brazos y seguir. Las veredas del local donde ocurrió el hecho están cargadas de historia; cada nombre y rostro sigue intacto gracias al trabajo de les familiares.
Para Celeste, sobreviviente de ese recital de la banda “Callejeros”, esta reconstrucción de los hechos y los relatos son clave para que no vuelva a suceder. “El espacio para la memoria es para el conjunto de la sociedad, no solo para familiares y víctimas. Un espacio de reflexión donde puedan ir a recordar, a aprender, tengan acceso a testimonios reales”, dijo.
Más que una ley: la reconstrucción de una juventud estigmatizada
Argentina, 2004 y una juventud que volvía a apropiarse de las libertades luego de los años del terror. El rock como una representación de todo ese cambio histórico cultural y social que heredarán las juventudes que luego lucharon por más derechos en estos últimos años. Sin embargo, la lectura de esas juventudes estaban ligadas al consumo de alcohol, drogas y la vagancia.
El incendio en Cromañón demostraría, años después, que no eran más que pibes con valores que iban a escuchar música y seguir a la banda a todos lados. “Queremos con este espacio de memoria eso: que se pueda escuchar el testimonio de los que estuvimos esa noche, de los familiares, de los que se quedaron ahí adentro”, expresó Oyola
Sobre esta cuestión sostuvo: “Lo que pasó realmente en cromañón fue un acto de solidaridad increíble. Los pibes y las pibas dieron su vida el uno por el otro”. Además, explicó que “nunca existió una guardería en el baño de mujeres, los pibes no eran ningunos alcohólicos dementes, ni drogadictos”. En este sentido, aseguró: “Más que eso eran héroes, eran una sociedad comprometida y lo pusieron de manifiesto cuando más del 40% de los pibes que fallecieron ya habían salido del lugar y entraron para salvar a alguien que no conocían”.
Como sobreviviente, Celeste contó que una de las cosas más emocionantes de la jornada de ayer fue el contacto de una chica nacida en 2005, que siguió la votación del proyecto de ley. Sobre esto dijo: “Gracias al trabajo que hicimos en las escuelas estuvo pendiente de la votación y me emocioné como nunca. Para esos pibes y esas pibas nosotros estamos creando este espacio para la memoria”.