En Argentina, más de 140 millones de hectáreas están afectadas por las sequías. Esto se debe a una anomalía de lluvias que lleva tres años y que afecta a distintos sectores. Entre las provincias más perjudicadas se encuentran Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.
Según los datos del Informe de Sequía de septiembre de 2022, elaborado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, las condiciones de déficit hídrico afectan a 53 departamentos del centro del país con “sequía severa”. Además, se estima que 1.800.000 hectáreas de trigo están afectadas y que 12.400.000 cabezas de ganado se encuentran en riesgo.
La encargada de la Oficina de Monitoreo de Emergencias Agropecuarias de la Secretaría de Agricultura, María de Estrada, sostuvo en declaraciones recientes que “tenemos ahora un déficit de lluvias más bajo del que tuvimos entre 2007 y 2009, cuando se registró la última gran sequía”.
Según Estrada, “hay condiciones de déficit hídrico en la zona central del país, que para revertirse requieren la ocurrencia de lluvias superiores a las normales, que no están siendo pronosticadas por ninguno de los modelos disponibles”.
Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos: Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario
Tras la falta de precipitaciones en la zona, a través del Decreto 0020/22 se declaró, en la provincia de Santa Fe, el estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario desde el 1 de enero de 2022 hasta el 30 de junio de 2022.
Al mes siguiente, la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios también declaró el mismo estado tanto para Buenos Aires como para Entre Ríos. En el primer caso, se debió a sequías pero en el segundo se sumaron también las altas temperaturas.
De todos modos, distintas provincias se ven afectadas por los cambios que genera el calentamiento global y la acción insuficiente del gobierno para prevenir desastres y/o combatirlos. Tal es el caso de Corrientes, que este año perdió al menos el 7% de su superficie; la cual fue arrasada por incendios.
Pronóstico alarmante y desafíos ante las sequías
Recientemente, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación presentó, junto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTA), una serie de informes con las perspectivas agrometeorológicas para la campaña agrícola 2022/23.
En ese marco, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, señaló que el país se encuentra en “una situación de anomalía del régimen de lluvias”. A la vez, se refirió a la importancia de contar con informes para fijar políticas.
En esa línea, Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del INTA, aseguró: “lo mejor es promover e investigar todas las prácticas que tienen que ver con la gestión del agua”. Asimismo, añadió que “cada criterio agronómico que tomemos tiene que ser de decisión, diversificar para menguar el riesgo climático y gestión del agua”.
Impacto en el sector productivo
Las condiciones climáticas tienen un impacto directo en el sector productivo. En ese sentido, Bahillo remarcó que la sequía provoca “una situación muy tensa y crítica” en las zonas productivas del país. Lo cual es producto del fenómeno que lleva tres años y que “obviamente impacta en el estado de los cultivos y en la proyección de los mismos”.
El actual ministro de Economía, Sergio Massa, anticipó la decisión de crear una mesa para evaluar medidas que respondan a la emergencia, y que esté conformada con las entidades, con el INTA y con los sectores de comercialización.
Soluciones al cambio climático: ¿cumbre Global o políticas locales?
Hace unos días, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue sede de la Cumbre Global de Alcaldes C4. El evento reunió a les líderes de las principales ciudades del mundo para encontrar soluciones frente al cambio climático.
En dicho contexto, la ciudad presentó el Plan de Acción Climática y se estableció un fondo para proyectos urbanos destinados a luchar contra el cambio climático. Este será financiado, principalmente, por el Banco Mundial; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
En paralelo, diversas organizaciones ambientalistas realizaron actividades de protesta para exigir mejores políticas ambientales tanto para CABA como para el país. En ese sentido, se manifestaron en desacuerdo con las políticas ambientales y de planificación urbana de la Ciudad y propusieron una serie de consignas. Entre ellas se destacaron el pedido por la Ley de Envases, la “deuda con el Sur” y el Ecocidio.