Un 25 de octubre, pero de 1997, Diego Armando Maradona disputaba su último partido oficial cómo futbolista profesional. Pelusa colgaba los botines luego de un nuevo capítulo del superclásico del fútbol argentino entre Boca y River, un encuentro en el que el Xeneize se impuso por 2-1 en el Monumental. Un final de carrera con el que todos sueñan, pero pocos pueden hacerlo realidad.
Este martes, se cumplen 25 años de aquel día. Es por esto, que Nota al Pie hace un repaso de aquel encuentro, cómo fue el desarrollo del partido, quién fue el jugador que reemplazó a Maradona y cuáles fueron los motivos que llevaron al 10 a retirarse.
El comienzo del adiós de Maradona
Esa última temporada no arrancó de la mejor manera para Maradona. La primera fecha del torneo se disputó el 24 agosto. Aquel día, Boca recibió a Argentinos Juniors en la Bombonera, encuentro en el que se impuso por 4-2, con un gol del Pelusa. No obstante, los problemas comenzaron una vez finalizado el encuentro.
Tras la victoria, Diego tuvo que realizar el control antidoping. El resultado dio positivo e impactó en todo el mundo deportivo, y en la familia del número 10. Luego de eso, el Club de la Ribera buscó hacer todo lo posible para que la sanción no sea tan dura.
En ese momento se tomó la decisión de una contraprueba, una idea que fue pensada por los abogados de Maradona. El resultado volvió a dar positivo, pero el juez Claudio Bonadio determinó la medida de “no innovar”. El 10 volvió al campo de juego.
Para ese momento, Diego se había perdido el empate frente a Platense por la segunda fecha del campeonato. No obstante, volvió al ruedo en la victoria por 2-1 contra Newell’s, en donde convirtió un gol de penal. Luego disputó dos encuentros consecutivos: la igualdad en cero frente a Vélez y el triunfo por 2-1 contra San Lorenzo. Tras esa seguidilla sufrió una contractura en la Supercopa frente a Colo Colo de Chile que lo sacó de las canchas por casi un mes.
“Boca jugó a lo Boca y River jugó a lo River”
Para la novena fecha, Diego ya estaba para jugar, pero decidió esperar unos días. Quería llegar de la mejor manera al duelo frente a River en el Monumental. Aunque su regreso no fue el soñado. El partido se transformó en un medio encuentro, ya que fue reemplazado en el descanso debido a su estado físico y bajo rendimiento.
A lo largo de la primera parte, la incidencia de Maradona en el juego no fue la esperada, pero también coincide con el desarrollo del partido. Pelusa no pudo demostrar la magia que él hubiese querido. Pero siempre deja algo; y esa tarde no fue la excepción.
El primer tiempo finalizó 1-0 a favor del equipo Millonario, y en el entretiempo Héctor Veira tomó la decisión de reemplazarlo por una joven promesa de 19 años que venía de Argentinos Juniors. Era un tal Juan Román Riquelme, que usaba el dorsal número 20. En ese momento nadie lo sabía, pero fue el último partido de Diego como jugador profesional.
En el complemento, Boca logró dar vuelta el resultado gracias a los goles de Julio Toresani y Martín Palermo, y se quedó con una nueva edición del superclásico. Tras la victoria, y fiel a su estilo, Maradona dejó una frase histórica en la conferencia de prensa: “Boca jugó a lo Boca y River jugó a lo River. Ellos hicieron un gran primer tiempo pero en el segundo se les cayó la bombacha”.
“Con todo el dolor del alma ha llegado el momento…”
Tras el triunfo en el Monumental, Diego tuvo que ir a realizarse los controles antidóping. Uno por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y otro por orden del juez. No obstante, previo a que se conocieran los resultados oficiales, ya todos aseguraban un resultado positivo.
A todo esto, se le sumó que faltaban pocos días para su cumpleaños número 37. Además, se rumoreaba el fallecimiento de Don Diego. Y eso fue la gota que rebalsó el vaso.
En la noche del 29 de octubre, pocas horas antes de su cumpleaños, Diego brindó una conferencia de prensa y declaró: “Con todo el dolor del alma ha llegado el momento de anunciar mi retiro”. Una decisión que tomó por su familia, ya que no podía creer que sufriera “tanto con cada control”. Y sentenció: “Me voy, no aguanto más”.