La ONG Derechos de Animales Marinos (DAM), junto a Nora del Valle Giménez, senadora del Frente de Todos, presentó un proyecto de ley para que se prohíban los espectáculos con animales marinos. La iniciativa pretende erradicar en todo el país la promoción, fomento, financiamiento, organización, la facilitación y realización de shows, tanto públicos como privados, con especies marinas.
El proyecto de la “Ley Kshamenk” se presenta esta tarde a las 17 en la Sala Arturo Illia, en el Senado de la Nación; ubicado en Hipólito Yrigoyen 1849, CABA. Fue ingresado el pasado 6 de julio; bajo el expediente S-1577/2022. Además, habrá un espacio para hablar de temas vinculados al cautiverio, como las estereotipias o zoocosis; las leyes internacionales vigentes; ejemplos de delfinarios cerrados en el mundo; y los santuarios de orcas y delfines.
Entre los disertantes se encuentran la jueza Elena Liberatori; el biólogo Héctor Ferrari; y el abogado Mauricio Trigo. También estarán presentes Jessica Stiberman y Jimena Szpanierman, representando a Change.org Argentina; y Delia Lewis, integrante de Activistas de La Costa.
A través de la campaña en change.org, ya se han recolectado más de 612 mil de apoyo a este proyecto de ley; que debe su nombre a la famosa orca Kshamenk. Esta aún reside en cautiverio en Mundo Marino, el parque de atracciones de San Clemente del Tuyú, Buenos Aires.
Stop Acuarios y la deuda pendiente con Kshamenk
“Stop Acuarios” es una campaña global bajo el hashtag #StopAcuarios, lanzada en 2015 por DAM; para pedir por la liberación de Kshamenk. El 19 de noviembre de 1992, Kshamenk, una orca macho, fue sustraída de su hábitat natural. Fue capturado junto a otros tres ejemplares por Mundo Marino; en la Bahía Samborombon, Buenos Aires. Si bien Mundo Marino alega que solo encontraron a Kshamenk; hay fuertes sospechas de que produjeron un varamiento intencional con el fin de capturar a toda la familia.
De las cuatro orcas, fue la única sobreviviente. Liberaron a otro macho en el momento, por su tamaño; otra orca falleció camino al oceanario; y otra murió por un golpe en la cabeza contra las paredes del tanque.
Si bien se avanzó con el cierre de los zoológicos y el traslado de sus animales a santuarios, la deuda queda pendiente en relación a las especies marinas. A pesar de las múltiples campañas para concientizar, miles de personas eligen sacarse fotos con delfines o lobos marinos; o ver saltar a una orca dentro de una gran pecera.
Por eso, tanto la senadora del Valle Giménez como la ONG Derechos de Animales Marinos, con el apoyo de otras organizaciones ambientales, buscan terminar con el cautiverio de los ejemplares; que permanecen encerrados para diversión del ser humano.
Fin del cautiverio de animales marinos
El proyecto de ley tiene por objeto la “prohibición y sanción de espectáculos con animales marinos silvestres; su exhibición y/o cautiverio sin fines de rehabilitación; y el reintegro a su hábitat natural”. Dentro de la fauna silvestre, se incluye a todas las especies incluidas dentro del artículo 3 de la Ley 22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre. En ese sentido, la prohibición abarca a todo el territorio nacional. Quien no cumpla con la normativa, tendrá sanciones económicas y penales.
A partir de esta ley, el cautiverio sólo podrá ser autorizado en aquellos casos en los que el animal deba ser recuperado y rehabilitado; para su posterior liberación en ambientes naturales. En caso de que esto último no sea posible, el cautiverio deberá ser temporal; hasta su traslado a santuarios o reservas habilitadas para tal fin; siempre adecuándolo a sus necesidades, intereses y especie.
Asimismo, no se podrá exhibirlos al público ni establecer ningún tipo de interacción o contacto directo entre los animales y el público, ya sea para alimentar o tocar. Tampoco se permite la comercialización, la importación o exportación de material genético de los animales marinos que están en cautiverio. Respecto a esto, mucho se habló sobre la venta de semen de Kshamenk a otros oceanarios para la reproducción de orcas en cautiverio. Según afirma DAM, la extracción de este material fue por medio de prácticas invasivas y crueles.
Cuando los motivos del cautiverio sean la recuperación, preservación o conservación de la especie, tendrán que justificarse los fines científicos, éticos y jurídicos. Además, se deberá demostrar que no existe otro camino para lograr la protección o preservación.