Sofía Sinclair tiene 24 años, es estudiante de la Licenciatura en Historia y ganó una beca para estudiar durante cuatro meses en República Checa. El intercambio de estudio se da mediante convenios entre la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) con la Universidad de Hradec Králové.
Si bien la beca le otorga la cobertura para el pasaje y la estadía, la mismo estará disponible recién cuando pueda crearse una cuenta estando en República Checa. Tal es así, que los costos iniciales corren por cuenta de ella, y para eso necesita más de medio millón de pesos.
“Ese es el problema porque tengo que pagar todo, desde los pasajes para ir a hacer la visa, los pasajes del avión, ida y vuelta y la residencia”, comentó Sinclair a Nota al Pie.
Asimismo, aseguró que actualmente el inconveniente que se le presenta es económico. Debe reunir el dinero para poder realizar los trámites pertinentes, los cuales corresponden a su movilidad y estadía en el país europeo.
Además del seguro médico los gastos también incluyen los trámites de apostillado y traductorado de documentaciones. Ante esta situación, la estudiante comenzó un emprendimiento que consta de la venta de alfajores de maicena los fines de semanas y habilitó un CBU para quienes quisieran colaborar con ella.
Capacitaciones necesarias
Desde que comenzó el cursado de la carrera, Sofía Sinclair se encontró con las distintas posibilidades que la universidad ofrece para congeniar los intercambios. Sin embargo, no fue hasta que comenzó a transitar las últimas materias que decidió postularse para una beca.
“Este año la facultad lanzó un comunicado en el que se informaba que estaba abierta la postulación dentro del programa Erasmus para un intercambio en República Checa, que era el único destino disponible”, comentó. La selección se produce teniendo en cuenta algunos factores, como, por ejemplo, la cantidad de materias aprobadas, los promedios anuales, entre otros.
Por otra parte, la estudiante también relató que les docentes de la carrera siempre incentivan a sus alumnes a realizar este tipo de capacitaciones, ya que destacan su valor en cuanto al aprendizaje y la experiencia. La posibilidad de realizar este viaje de estudio siempre fue una inquietud en la joven, sin embargo, para hacerlo necesitaba al menos el 50% del cursado de la carrera.
“Esto es algo único. En su momento no lo veía como una oportunidad tan grande como ahora. Siempre me gustó esto de la investigación y desde segundo año que vengo haciendo proyectos de extensión, pasantías o congresos”, dijo. Ahora, desde febrero a marzo del año próximo, tiene la posibilidad de formarse en otro país.
Ayuda y solidaridad
La estudiante relató que a partir de la propuesta de una docente de la carrera comenzó a vincularse con las actividades de investigación y que eso le aporta herramientas para vincularse, en un futuro, con estudiantes y nuevos proyectos. “Desde segundo año ya me metí a ese círculo profesional, por así decirlo, y no para destacarlo en mi currículum, sino porque todo aporta a mi formación”, expresó.
Sobre el intercambio agregó: “La experiencia me va a brindar muchas herramientas a nivel cultural, intelectual y personal y hay mucha gente que me está ayudando a llegar”.
La noticia sobre su beca y sobre el emprendimiento de alfajores que lanzó, comenzó a circular a través de las redes sociales y las primeras colaboraciones no se hicieron esperar.
La joven aseguró que se encuentra muy entusiasmada con la oportunidad y que muchas personas de distintas provincias, e incluso de otros países se comunicaron con ella para brindarle su apoyo. “Me escribieron mucha gente, con donaciones y con pedidos de alfajores para revenderlos. Recibir todo ese apoyo es total, porque sola no hubiera podido”, comentó.
Ella trabaja de lunes a sábados, estudia, y los fines de semana sale a vender los alfajores junto a su papá. Sus amigues y compañeres los compran en la facultad y a veces los deja en la biblioteca para que otres puedan comprarlos.
“La ayuda que me está dando la gente es increíble, porque si no, no llego. Todo esto me da mucha fuerza porque hasta hace unas semanas estaba averiguando hasta cuándo podía rechazar la beca porque era algo fuera de mi alcance”, confesó.
Educar el futuro
Sus amigues fueron les primeres a quienes les contó sobre el viaje de intercambio. Elles fueron quienes le apoyaron y comenzaron a movilizar el emprendimiento a través de las redes sociales. “Ellos también me ayudan anotando pedidos, compartiendo cosas y están presente en todo”, sostuvo la joven.
Para finalizar, destacó el rol social de la universidad pública, y aseguró que pone sobre la mesa el acceso a derechos clave. “El hecho de que alguien pueda venir a formarse en una casa de altos estudios, que sea de calidad, no solo asegura un acceso de bienestar para una persona, sino para la sociedad y con diferentes alcances”, dijo.
Sofía también reflexionó sobre la importancia de la educación. “Hay que apostar al conocimiento y al desarrollo. No es solo venir, estudiar y aprobar materia; hay que interiorizarse y aprovechar las oportunidades que da la universidad”, manifestó.
La universidad es ese espacio que apunta a la construcción de un sujeto crítico y abre las puertas a muchas experiencias. Sofía tiene abiertas las puertas de República Checa y su experiencia está lista para despegar.