Una caravana de autos marcharon a Villa Mascardi bajo la consgina “basta de terrorismo en la Patagonia”. Se trata de dirigentes del PRO junto a vecines de Bariloche que pedían el desalojo de la comunidad mapuche Lof Lafken Winkul Mapu. En la jornada se hizo presente la presidenta de dicho partido político y ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bulrich.
Desde varios organismos y organizaciones repudiaron la consigna. La APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos) considera que la presencia de Bulrich solo fue «para fomentar el odio y la violencia».
Entre las banderas que llevaban les automovilistes se leían leyendas como «Terroristas de Mascardi, desalojo ya». De esta manera, su mensaje era claro: pedían la expulsión de las familias de la comunidad mapuche que vive en la zona rural de Mascardi. Esto, por supuesto acompañado de la construcción de la comunidad mapuche como “terroristas”.
La APDH pidió que se respeten los convenios internacionales que garantizan los derechos de los pueblos ancestrales. Al mismo tiempo,a través de un comunicado dijeron: “Denunciamos que una vez más la responsable de la brutal represión macrista que desapareció y asesinó a Santiago Maldonado y mató a Rafael Nahuel, promueve por estas horas marchar sobre Villa Mascardi, profundizando el discurso del odio y promoviendo la violencia, en lugar de llamar a un diálogo superador y constructivo como manda el Convenio 169 de la OIT (el más importante instrumento internacional que garantiza los derechos indígenas)».
La construcción del otre como enemigue
Lo cierto es que durante los años que Patricia Bulrich y el PRO estuvieron en el gobierno, el ataque a los pueblos ancestrales fue constante. La construcción de la comunidad mapuche como una amenaza se profundizó fuertemente desde los medios hegemónicos. Palabras como “conflicto Mapuche”, “ataque Mapuche”, o “Terroristas” a pueblos históricamente oprimidos y desterrados; llevaban a un imaginario social a pensar a la comunidad como “conflictiva, terrorista y amenazadora de una paz social”.
Lo cierto, es que es un conflicto de intereses, ocupar las tierras donde viven los pueblos ancestrales es un deseo para les empresaries. Sin embargo, el asentamiento mapuche en Villa Mascardi es un reclamo que va más allá del entendimiento de una cosmovisión donde el derecho a la propiedad privada está tan latente.
El choque entre estas dos miradas va por un lado, el reclamo de los pueblos ancestrales por el derecho a habitar las tierras por el simple hecho de elles siempre existieron y habitaron el suelo argentino.
Por el otro, el reclamo de una población que insiste con aplicar una constitución que vino mucho después porque les mapuches siempre estuvieron allí resistiendo al destierro.
El comunicado del organismo finalizó en este sentido: “Desde la APDH repudiamos esa provocadora actitud y reclamamos la intervención urgente de los gobiernos Provincial y Nacional para evitar una escalada en el conflicto y pedimos una inmediata convocatoria al diálogo como el único elemento pacificador posible», finalizaron y firmaron al pie el presidente de la APDH Guillermo Torremare, la presidenta Soledad Astudillo y el presidente Eduardo Tavani.