El pasado martes 20 de septiembre, las autoridades de Rusia anunciaron que cuatro territorios separatistas de Ucrania prorrusos celebrarán referéndums entre el 23 y 27 de este mes. Se trata de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, las cuales podrían incorporarse a la Federación Rusa. Tras el anuncio, desde Kiev prometieron “liquidar a la amenaza rusa”.
La realización de los referéndums, que se llevarán a cabo desde el próximo viernes, llega a 210 días de iniciado el conflicto entre Rusia y Ucrania. Además, se dan a conocer luego de que uno de los funcionarios más cercanos al presidente ruso, Vladímir Putin, apoyara las votaciones.
El 21 de febrero, tres días antes del inicio de la guerra, Putin había reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, ubicadas en la zona del Donbás. Ahora, la posible integración de dichas regiones podría suponer una escalada del conflicto que aún por estos días está en curso.
¿Un mensaje para Estados Unidos?
Tras conocerse la noticia de la celebración de los referéndums, el expresidente ruso, Dmitri Medvédev, apuntó que la integración de las regiones ucranianas a Rusia hará “irreversible” el fin de la hegemonía estadounidense. Asimismo, señaló que esto permitirá a Moscú utilizar “cualquier medio de legítima defensa”.
En la actualidad, las cuatro regiones están de manera parcial o totalmente ocupadas por el ejército ruso. Dicho control garantiza a Rusia la posesión y defensa de la península de Crimea, cuyo territorio se encuentra anexado a Rusia desde 2014 y parece ser, día a día, el objetivo central de ambos países.
Las cuatro regiones son limítrofes. Su conexión va desde el oeste de Rusia hasta Crimea. En tanto, la región de Jersón, la primera que ocupó el Ejército ruso, es la única que limita con dicha península. Luego, de oeste a este, le siguen Zaporiyia, Donetsk y Lugansk.
Las repercusiones de los referéndums
Según informaron varios medios internacionales, el resultado de los referéndums podría ser favorable a Rusia. Sin embargo, también se remarca que la comunidad internacional no los reconocerá, tal y como pasó con la anexión de Crimea en 2014.
En ese marco, el descontento de funcionarios internacionales se hizo escuchar. “Estos referendos son una afrenta a los principios de la soberanía e integridad territorial que sustentan el sistema internacional”, señaló recientemente el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
“Estados Unidos nunca reconocerá los reclamos de Rusia sobre cualquier parte supuestamente anexada de Ucrania”, añadió Sullivan, según citó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, tildó de “parodia” al anuncio de referéndums. Y, al mismo tiempo, indicó que “no tendrán consecuencias legales”.
“Lo único que existe es la guerra decidida por Rusia, la resistencia de Ucrania y el fin de la guerra que queremos”, agregó Macron, quien además se reunirá con Putin en los próximos días.
En tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, calificó a los referéndums de “farsa”. En ese sentido, afirmó: “Es muy claro que esos referendos no pueden ser aceptados y no están amparados por el derecho internacional”.
En la misma línea, Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuestionó en Twitter: “Referendos falsos no tienen legitimidad y no cambian la naturaleza de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Esta es una nueva escalada en la guerra de Putin”.
La posición de Rusia ante las repercusiones
Frente a la avalancha de repercusiones internacionales, Dmitri Peskov, actual vocero de Putin, aseguró que no hay perspectivas de una solución diplomática en el conflicto con Ucrania en la actualidad.
Por su parte, Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, sostuvo en Telegram que dichos referendums “son de gran importancia, no solo para la protección sistemática de los habitantes, sino también para el restablecimiento de la justicia histórica”.
Según Medvédev, “la transformación geopolítica del mundo será irreversible” luego de la “integración de nuevos territorios” en Rusia, como informó AFP. “Por eso es que estos referendos son tan temidos en Kiev y en Occidente. Por eso es que se deben celebrar”, consideró Medvédev.
La reacción de Ucrania
Ante la celebración de los referéndums, Ucrania respondió y prometió “liquidar” la “amenaza” de Rusia. “Ucrania va a solucionar la cuestión rusa. La amenaza sólo puede liquidarse por la fuerza”, escribió en Telegram el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak.
Al mismo tiempo, denunció un “chantaje” por parte de Moscú, este último motivado por “el miedo a la derrota”. A él se sumó el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, quien afirmó que Ucrania va a “seguir liberando sus territorios, diga lo que diga Rusia”.
Las estrategias de Putin
Pese a que el presidente ruso no participó en la Asamblea General de las Naciones Unidas, prometió este martes continuar con su política exterior “soberana”. Por otra parte, denunció la voluntad de “hegemonía” de Estados Unidos.
En tanto, este miércoles, el mandatario ruso convocó a una “movilización parcial” de los ciudadanos en edad de combatir. A su vez, advirtió a Occidente que Moscú está dispuesta a utilizar “todos los medios” para defenderse.
La medida entrará en vigor este miércoles y, según subrayó el presidente ruso, responde a la necesidad de “defender la soberanía y la integridad territorial del país”. Sin embargo, precisó que solo serán convocados quienes hayan cumplido con el servicio militar obligatorio. En ese contexto, Kiev definió a la movilización como un “síntoma del fracaso” del ejército ruso.
Crimea, ¿una península clave?
Por estos días, varios especialistas señalan que la guerra entre Rusia y Ucrania empezó en Crimea y terminará en Crimea. Dicha península es un territorio geopolítico estratégico por el cual, a lo largo de la historia, se han enfrentado numerosas naciones e imperios.
Ello se debe a que el control del Mar Negro es un paso fundamental si se pretende dominar Europa del Este, el Cáucaso y la península de Anatolia. Además, otras cuestiones relacionadas con el pasado nacional, la etnia y las religiones también han jugado un rol importante en el devenir de Crimea.
Por último, la península resulta ser importante para la seguridad y la estrategia geopolítica de Rusia, ya que allí tiene anclada su flota del Mar Negro y, al mismo tiempo, le brinda acceso al mar Mediterráneo.