Desde hace un largo tiempo las reglas en internet han cambiado. Quedaron atrás esas épocas en donde los medios de comunicación tradicionales informaban y las redes sociales eran sólo para compartir material personal. Ahora, las plataformas digitales utilizadas para el ocio se convirtieron en un espacio en donde abundan las noticias. Incluso llegan a salir antes que en los propios medios.
Sin embargo, en esa catarata informativa también hay una nueva particularidad: lo que les usuaries reciben no es al azar, sino que tiene que ver con los intereses de cada une. Es decir, hay un rastreo previo que luego presenta múltiples propuestas con el fin de que la persona consuma ese producto y no aquello que “no es de su agrado”. Así, los algoritmos logran construir un cerco del que es un poco difícil escapar.
Sobre eso va el nuevo Seminario de “Algoritmos y Periodismo” organizado por el Centro en “Industrias Culturales, Políticas de Comunicación y Espacio Público” de la Universidad Nacional de Quilmes.
En diálogo con el programa El Algoritmo Escondido (Radio Con Vos), el profesor e investigador Martín Becerra dio detalles sobre la jornada y también sobre la temática.
Las nuevas estrategias informativas
Respecto del seminario, que se desarrollará entre el 3 y el 4 de octubre, Becerra comentó que pretende discutir el nuevo orden informativo que prevalece en los medios digitales y cómo las grandes compañías de internet disciplinan la producción periodística.
“Todos sabemos que en las redacciones de medios de comunicación el criterio para posicionar bien las notas sigue fundamentalmente la lógica de Google”, explicó. En ese sentido, se refirió a lo que se llama “la búsqueda del click”, que es el método al que los medios subordinan la producción periodística.
“Actualmente se usan títulos que probablemente no hubieran sido aceptados con los criterios de edición periodística de hace veinte años”, sostuvo el docente. Además, señaló que esta lógica denominada “periodismo caza-bobos” hoy es moneda corriente con titulares del tipo “enterate por qué…” en lugar de brindar un producto informativo.
“Se trata de capturar la atención del lector, oyente o televidente a través de una pregunta que incluso no suele ser respondida en el primer párrafo de la nota”, agregó.
¿Cómo afecta el algoritmo a les trabajadores de medios?
El especialista también habló acerca de la relación entre les periodistas y los medios con esta nueva metodología en la que interfieren los algoritmos. Al respecto, detalló que hay una cuestión generacional que les divide en tres grupos: el primero tiene que ver con quienes cuentan con una amplia trayectoria y que no están dispuestes a seguir con esta lógica. El segundo comprende a quienes lograron “adaptarse” a este nuevo método. Por su parte, el tercero abarca a les trabajadores sub 35.
Sobre este último, Becerra resaltó que son quienes se encuentran en una situación laboral más precaria y que deben trabajar en relación a las demandas del algoritmo a pesar de que no les guste. “A veces tienen que cerrar seis notas en el mismo tiempo que hace veinte años un periodista cerraba una”, destacó.
Además, el investigador detalló que se trata de un grupo “con magros ingresos, pésimas condiciones de trabajo, pluri-empleo para poder parar la olla a fin de mes y en donde el ejercicio del periodismo es complicado”.
Cabe mencionar que estas malas condiciones no son casos aislados sino que se desprenden -entre otros motivos- del abuso de la posición dominante que tienen las grandes plataformas digitales como Google y Facebook.
Según explicó Becerra, “eso golpea los ingresos de las empresas periodísticas y, a su vez, influye en las condiciones de contratación laboral de sus periodistas”.
Sin embargo, destacó que no es algo monocausal porque “hay empresas periodísticas a las que les va bien económicamente, pero que les pagan mal a sus periodistas”. En este sentido, aclaró que “sería muy fácil echarle la culpa a Google”.
Las audiencias y el reconocimiento de las fuentes
Por último, el investigador confirmó una migración notable en los usos sociales, los consumos informativos y de entretenimiento por parte de la población. En ese sentido, se refirió a los nuevos roles de las plataformas digitales en relación a la información y de cómo esto afectó el reconocimiento de las fuentes.
“Hay un gran problema y es que te enterás de lo que ocurre posiblemente porque alguien te lo pasó por WhatsApp o porque estabas en Twitter y no necesariamente por el consumo de un medio de comunicación”, señaló Becerra. En este punto, agregó: “El contenido que estás consumiendo o accediendo, lo fabricó alguien”.
En tanto, resaltó la tensión que despierta que en redes sociales se ignore el costo de producción de los medios. Al respecto, aseguró que los medios de comunicación pretenden discutir esta problemática con las plataformas “porque no puede ser que se queden con el rédito de lo que ellos fabrican”.