El 4 de junio, uno de los musicales teatrales más aclamados de Broadway llegó a la Argentina; se trata de Come From Away. La puesta en escena de la obra despierta de principio a fin risas, llanto, emoción y un cúmulo de sensaciones de lo más variadas.
Sobre las tablas, el magistral elenco de artistas se une a una gran banda de músicos para producir una alquimia de canto, baile y actuación que dejará al público cautivado. Las funciones se realizan viernes y sábados a las 20.30 hs. y domingos a las 19.30 hs. en la sala del Teatro Maipo, Esmeralda 443, Buenos Aires, CABA. Las entradas se pueden adquirir en la boletería del teatro o por PLATEANET.
La obra está dirigida y adaptada por Carla Calabrese; dirección musical, Santiago Rosso; dirección coreográfica de Agustín Pérez Costa. Libreto, música y letra: Irene Sankoff y David Hein. La producción está en manos de The Stage Company.
El elenco lo conforman: Gabriela Bevacqua, Carla Calabrese, Sebastián Holz, Mela Lenoir, Fernando Margenet, Argentino Molinuevo, Edgardo Moreira, Silvina Nieto, Marisol Otero, Agustín Pérez Costa, Pablo Sultani, Silvana Tomé, Manu Victoria, Lali Vidal y Pato Witis.
Piloteando la adversidad
La versión argentina de “Come From Away” tenía pautado estrenarse en marzo del 2020, pero por motivos de la pandemia se hizo esperar. La historia narra sucesos reales inspiradores. La trama está centrada en la llamada Operation Yellow Ribbon en la que 38 aviones de diversos orígenes aterrizaron en el pequeño Aeropuerto Internacional de Gander, en la isla Terranova (en el extremo nordeste de América del Norte). La causa del desvío de las aeronaves se produjo tras los controles de tráfico aéreo ante los atentados a las Torres Gemelas, en 11 de septiembre de 2001.
De este modo, alrededor de 7.000 pasajeros internacionales, junto con 11 perros, 9 gatos y dos chimpancés bonobo, conocieron a un solidario pueblito de 9.000 habitantes. Los lugareños se encargaron de darles un hogar, comida, ropa, pero por sobre todo mucho amor, demostrando a la solidaridad como un valor importante en la sociedad.
Una de las voces protagónicas
Melania Lenoir encarna a Beverly Bass, una comandante aeronáutica, y a Anette, una lugareña hospitalaria. Lenoir es una reconocida actriz, cantante y bailarina argentina. Además, es Licenciada en Artes Dramática y en Composición Coreográfica, con mención en Comedia Musical, en el Instituto Universitario Nacional del Arte. Lleva 20 años de carrera en la escena porteña con trabajos en teatro, televisión y cine local e internacional.
Lenoir domina el inglés, lo que le permitió trabajar en producciones como Focus junto al famosísimo Will Smith. A su vez, trabajó la versión argentina del musical Rent. Posteriormente, se la pudo ver en Hedwing and The Angry Inch y en Chicago, entre otros.
Nota al Pie conversó con ella para conocer más sobre el musical canadiense y cómo fue ser seleccionada para formar parte de un proyecto tan esperado.
¿Cómo vivís el éxito de Come From Away?
Actualmente es una de las formas más amorosas que tuve en mi vida. Trabajamos en equipo y habla de que todos juntos ayudándonos podemos salir adelante. Tiene una música increíble, una obra coral donde no hay egos que se destacan, cada noche es una fiesta donde me conmueve contar anécdotas reales. La puesta en escena tiene su luz en el medio de la oscuridad
El personaje de Beverly Bass, una de las primeras mujeres pilotos comerciales, ¿exigió mucha fuerza actoral?
Ella es emblemática y me conmueve interpretarla; ocupa un rol en la aeronáutica como capitana, eso sigue siendo controversial para la sociedad que dice: ¿cómo puede ser que lo haga una mujer?
Beverly sorprende por su fortaleza al enfrentar situaciones brutales. Al mismo tiempo, agradezco mucho mi experiencia en aeronáutica, ese conocimiento me inspiró porque realmente los pilotos son personas entrenadas para calmar a los pasajeros y mantener tranquilidad en las emergencias. Todo eso trato de plasmarlo dentro del papel. Estudié sobre el personaje, que es real y vi las entrevistas que le hicieron. Le propuse a la directora dejarme el pelo con corte carré y rubio.
El otro personaje, Anette, se contrapone a Beverly.
Sí, Anette es una bibliotecaria de escuela y lo lindo de la obra es que los actores hacemos varios papeles para diferenciar quiénes son los del avión y quiénes son del pueblo, facilitamos ese juego al público. Sin duda es una chica inocente que se maravilla cuando ve gente diferente a la que vive en su lugar
Para familiarizarte con el musical original, ¿tuviste que chequearlo varias veces?
Vi una sola vez la versión grabada y me quedé con esa primera impresión, más de la obra en su totalidad que el papel en sí estudiado. La puesta argentina es parecida, tenemos permiso para cambiar algunas cosas, pero tiene mucha impronta de la directora, de las coreografías y de todos los actores
¿Por qué el público tiene que ver Come From Away?
Porque expone lo mejor de la humanidad, en su mensaje, tan hermosamente exhibido, muestra cómo podemos ponernos de un lado o del otro; cuando uno lo ve afuera es muy claro, que el mejor sitio es el lugar de estar parado en lo mejor de la humanidad, en estar atentos a las necesidades del otro, corrernos un poco de nuestro de ego y ayudar a la mayor cantidad de seres posibles.
¿Cuál es la escena que más te costó realizar?
Lo que sucede con el pasajero musulmán y la discriminación, escenas muy duras de ver porque realmente nos enfrenta con nuestros propios prejuicios. En ese momento hubo miedo, porque esto había sido un acto terrorista donde la comunidad musulmana fue castigada y hostigada. Para mí es una obra que enseña a abrir el corazón, donde todos nos necesitamos. Los compañeros actores, mientras actuamos, necesitamos unos de otros para poder llevar adelante el cuento, y eso es hermoso