Tras los dichos gordoodiantes del nutricionista Alberto Cormillot en el programa “La puta ama”, la médica e influencer Sol Despeinada realizó una encuesta sobre el odio a los cuerpos. ¿Qué sucede con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en Argentina? ¿Se pueden prevenir?
Durante el programa conducido por Florencia Peña, en América TV, Cormillot se refirió a “la gordita en la oficina”. “Si sos una chica que pesa 120 kilos, muy posiblemente tus compañeros de la oficina, si te ponen la mano encima, te la ponen como un buen compañero; ahora, si vos bajás 30 o 40 kilos ya dejan de ponerte la mano encima como un buen compañero; y te ponen la mano encima con otra intención”, sostuvo.
Serás flaca o no serás nada
Las palabras del nutricionista generaron debate en las redes sociales. Esta semana, la comunicadora, docente y médica conocida como Sol Despeinada abrió un espacio en su cuenta de Instagram para que quienes quisieran respondieran a la pregunta “¿Qué fue lo peor que llegaste a pensar sobre tu cuerpo no hegemónico?”.
Desear enfermar para adelgazar; dejar de comer en público porque les gritaban cosas y las insultaban; aceptar relaciones violentas o sentir que les debían algo a sus parejas porque otra persona no las iba a querer, fueron las respuestas más mencionadas.
Otra que llamó la atención de la influencer y de sus seguidores fue alguien que aseguró: “Me ofrecieron tomar un parásito para adelgazar. Una amiga bajó 60 kilos. Casi me tienta. Ella falleció».
Los dichos del doctor que durante años estuvo al aire en el programa “Cuestión de Peso” no son aislados. Un estudio de la Universidad de Buenos Aires reveló que todas las mujeres han estado inseguras o disconformes con su cuerpo. Además, alrededor del 80% ha recibido comentarios acerca de su peso.
Cabe mencionar que la gordofobia, de la misma manera que la homofobia o la transfobia, no existe si entendemos la fobia como miedo a determinadas cosas. El concepto es utilizado para abarcar el odio y la discriminación que sufren las personas que no encajan con lo que para nuestra sociedad es atractivo o saludable.
Los TCA en Argentina
Según datos de la International Association of Eating Disorder Professionals (IAEDP), cerca de 70 millones de personas en el mundo sufren de un TCA. Un 90% sucede en la adolescencia; y se reporta que una persona muere cada 1 hora en el mundo como consecuencia de un desorden en la alimentación.
En el mismo sentido, un estudio impulsado por Mervat Nasser, psiquiatra especializada en investigación en temas de salud en Londres, reveló: que el país que cuenta con el mayor índice de TCA en el mundo es Japón, con un 35% de la población afectada; y el segundo lugar lo ocupa la Argentina con un 29%.
En nuestro país, según especificó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), una de cada tres mujeres jóvenes padece de trastornos alimentarios. En su mayoría se trata de anorexia y/o bulimia nerviosa. Esto representa un 50% más que los resultados arrojados por una investigación llevada a cabo en 2001.
Recomendaciones
Desde la Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (ALUBA), explican: “Los TCA no discriminan según el género, la edad, o clase”. Se pueden encontrar en cualquier persona que tenga ciertas tendencias en su personalidad y problemas que no pueden resolver por sí solas.
Al respecto brindaron algunas señales que deben ser tomadas en cuenta, entendidas como “un silencioso pedido de ayuda que no debe ser ignorado”. La obsesión por las calorías; el informarse sobre los componentes de los alimentos y su valor energético; así como el interés excesivo por la nutrición; pueden ser las primeras alarmas.
Otras señales pueden ser tener dificultad para comer frente a los demás, saltearse comidas y presentar “manías” a la hora de comer. Del mismo modo, el ejercicio excesivo; el uso de pastillas para adelgazar; o realizar acciones compensatorias para eliminar las calorías ingeridas a lo largo del día pueden ser otros puntos a tener en cuenta.
Los cambios de humor sin motivo aparente, la depresión, la impulsividad y acudir al baño inmediatamente después de comer, son más de las alarmas enumeradas.
La asociación también manifiesta que “a partir de todas estas señales, lo importante a tener en cuenta es que el principal método de prevención de un TCA es la comunicación”. Cabe mencionar que cada uno de estos trastornos tiene sus características propias; pero comparten algunos elementos en común que los definen como tal.