Ante el reclamo de vecines y organizaciones sociales, el Gobierno de la Ciudad decidió continuar con el proceso de participación ciudadana en relación a la “Regeneración del Arroyo Medrano en el Parque Saavedra”. Esta, prometía mitigar inundaciones en el barrio porteño de Saavedra. Les vecines piden que en su lugar se realice un reservorio. Por su parte, el Banco Mundial decidió suspender su financiamiento.
Además de expresar su oposición en la audiencia pública que se llevó a cabo del 27 de junio al 10 de julio, les vecines enviaron una carta al Banco Mundial para solicitarle que no adjudique los fondos necesarios. Como respuesta, éste informó que “trasladó las preocupaciones al Gobierno de la Ciudad para ser tenidas en cuenta»; además de que «no se utilizarán fondos del Banco Mundial para ninguna actividad vinculada a esta intervención».
Regeneración del arroyo Medrano
El proyecto de la Ciudad consiste en la creación de un arroyo artificial de 500 metros que atraviesa todo el parque. Va a estar superpuesto al cauce del arroyo Medrano, que circula entubado por debajo de la tierra.
Desde la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra, a través de un comunicado, explicaron: “Ésta requeriría la regeneración del contaminado arroyo Medrano, que atraviesa partidos del Gran Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, para desembocar en el Río de la Plata. También, la coordinación para la gestión del riesgo de inundaciones -siendo la más reciente, sufrida con enormes daños, en 2013-”.
La respuesta del Banco Mundial
En su carta al Banco, les vecines solicitaron que los fondos no sean destinados al arroyo artificial, sino a la creación del Reservorio 2 en el Parque Sarmiento. Desde el organismo internacional respondieron que debían ampliar el impacto ambiental y social que tendría la obra.
“Luego de los comentarios recibidos durante el proceso de consulta sobre la intervención en Parque Saavedra (audiencia pública) y de las preocupaciones expresadas en su nota del 4 de agosto, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA) ha manifestado al Banco la necesidad de continuar con el proceso de participación vinculado a la intervención, ampliando así el plazo previsto para dicho proceso de participación, decisión con la cual el Banco Mundial está de acuerdo”, explicaron desde el Banco Mundial.
“La necesidad de ampliar el plazo del proceso de participación de la intervención, se vuelve incompatible con los plazos del Proyecto financiado por el Banco Mundial que finaliza en septiembre de 2023; razón por la cual no se utilizarán fondos del préstamo del Banco Mundial para ninguna actividad vinculada a esta intervención”, concluyeron.
Arroyo no, reservorio sí
A través de la campaña “No al Arroyo Artificial en el Parque Saavedra”, les vecines, junto a organizaciones sociales, se oponen a la iniciativa. En forma reiterada manifestaron que el proyecto del arroyo superficial solo tendría fines paisajísticos. Además, “no contempla la necesaria planificación interjurisdiccional, hoy inexistente”, según señalan en el comunicado. Por su parte, proponen continuar con el plan de Reservorio 2 en el Parque Sarmiento, que proporciona mayor capacidad de concentración del agua excedente.
Las organizaciones barriales realizaron múltiples llamados a las autoridades para cancelar el proyecto en Parque Saavedra. Piden concretar “la prioritaria e impostergable construcción inmediata del Reservorio 2 en el cercano Parque Sarmiento, obra inexplicablemente demorada”. Esto se haría “complementando el ya existente Reservorio 1, inaugurado en 2014”.
El reservorio tendría “mayor capacidad potencial de depósito de agua (200.000 metros cúbicos Parque Sarmiento 2, vs. 50.000 metros cúbicos del proyecto del Parque Saavedra)”. Además, “sería una obra con capacidad de retención preventiva para un área de influencia más amplia y sensible de potencial inundación; que no tendría el proyecto del Parque Saavedra”.
Otro de los motivos consiste en que no se provocarían las enormes alteraciones en un área de uso intenso y valorada como es el Parque Saavedra. Sería, además, y no resulta una consideración menor, “un proyecto mucho menos oneroso”.