Desde el 19 de agosto, regresó a escena la potente y movilizante propuesta de Marcelo Saltal. El actor se destacó por sus interpretaciones en piezas como Vago, Res y Poesía de Ricota, entre otras. Esta vez, reestrenó su ópera prima como dramaturgo y director de Hotel Roma.
Estrenada en el 2019, fue considerada una de las mejores 20 obras de la cartelera del off porteño en esa temporada teatral. La platea se sorprendió con esta dramaturgia feroz y despiadada, donde seis personajes narran sus vínculos amorosos y demuestran lo que le puede suceder al hombre cuando se enfrenta al amor. Las funciones son los viernes a las 22 h en el Abasto Social Club, Yatay 666, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La pieza es el resultado de dos años de investigación y trabajo por parte de su autor. En la obra se cuenta de manera brutal cómo el amor romántico puede llegar a ser un camino desolador para el hombre. El texto plantea distintos interrogantes desde el punto de vista masculino que se hacen un grupo de desafortunados en la vida que se van a un hotel perdido de las sierras de Córdoba.
La meta de este grupo es hallar un poco de luz y calor en la soledad y desazón de sus presentes oscuros. Desesperanzados y sin control de sus vidas, los recibe el conserje del Hotel Roma, que guarda secretos y posee sabiduría mística ya que es un chamán.
Desde esa premisa tan sencilla como inquietante, arranca esta obra que expone al amor y sus consecuencias. Escena tras escena, los protagonistas comparten de manera muy honesta sus malas relaciones románticas y un abanico de anécdotas punzantes.
“Hotel Roma”: un cruce verbal con fuertes interpretaciones
Marcelo Saltal no solo escribe y dirige su obra, sino que también se pone en la piel de uno de sus personajes. El renovado elenco lo completan Nico Ancarola; Jerónimo Cordero; Gustavo Firpo; Jonás Labarriel y Guillermo Romano.
Este último, hace una composición muy buena de un marido engañado, quien ahoga sus penas en las drogas y la violencia desmedida hacia sus compañeros de hotel. Por su parte, Labarriel saca adelante con éxito la interpretación de un joven homosexual cansado de pasar de cuerpo en cuerpo, luego de ser derrotado en el camino de encontrar un verdadero amor.
El resto del equipo goza de una química que trasciende el escenario. Los actores manejan con gran habilidad estos personajes golpeados emocionalmente; donde se deja ver que algunos de ellos se han conducido por las rutas del amor como victimarios. Sin embargo, hoy el destino les hace coincidir en este hotel como presas del amor, colmados de sensibilidad y sin saber qué hacer con sus vidas.
La puesta es íntima y desbordante, totalmente minimalista donde apenas algunos elementos con los cuales interactúan los protagonistas. Una bicicleta, un maniquí y una gran palangana de metal se vislumbran sobre el escenario. El resto recae en la actuación de cada uno de ellos.
En resumen, Hotel Roma resulta original porque expone el pensamiento de los hombres frente a temáticas como el amor y las formas de lidiar con este. No hay personajes femeninos en escena, pero sí dan el presente en la mayoría de las historias que se narran. Una obra que para algunos puede llegar a resultar chocante por el vocabulario elevado de algunos de sus personajes. No obstante, no hay otra manera de abordar historias tan fuertes, en carne viva, guiadas por la ira y la frustración. Hacia el final,hay cierto espacio para reflexión; y poco a poco la platea logra entrar en clima para cerrar la noche con un prolongado aplauso.