Argentina es uno de los países del mundo con mayor cantidad de litio en su territorio. El mineral representa un recurso de gran importancia en el momento actual, en el que por razones ecológicas se utilizan cada vez más autos eléctricos.
El litio es componente de las baterías que alimentan los motores de ese tipo de automotores cuya demanda está en amplio crecimiento. Este contexto representa una oportunidad para el desarrollo económico del país, según precisó el ingeniero Eduardo Gigante.
El especialista pasó por el aire de Radio Con Vos, donde dialogó con Santiago Martínez Laino, Pablo Mercau y Cecilia Boto, del programa El Algoritmo Escondido. Allí analizaron la importancia del mineral para el desarrollo nacional.
El ingeniero Gigante enfatizó en que a la Argentina le espera un buen futuro económico de la mano del litio. “El tema viene muy bien, más que nada porque a escala mundial el consumo de autos eléctricos viene aumentando de modo sostenido”, subrayó. En este sentido, agregó: “Eso hace que la demanda de carbonato de litio, que es lo que nosotros producimos, siga aumentando”.
A nivel mundial, la cantidad de litio que se produce no satisface la demanda. “Eso genera que el precio del compuesto que se utiliza para fabricar las baterías esté hoy en precios exorbitantes”, advirtió el entrevistado.
Ese contexto económico configura un incentivo para que muchas empresas mineras del mundo pongan sus ojos en Argentina a la hora de invertir.
La fijación del precio internacional
A nivel mundial no existe un precio definido del carbonato de litio. Es distinto al cobre, por ejemplo, que tiene un valor de referencia fijado por el London Metal Exchange.
“Lo que hay son diferentes consultoras que hacen una especie de seguimiento de los grandes contratos que se hace en los sitios donde hay un gran consumo de ese compuesto”, advirtió el especialista. En base a los datos recabados, arman un tipo de precio que sirve de referencia.
Al respecto, Eduardo Gigante opinó que “si bien no es un dato tan fuerte como lo que indica el London Metal Exchange, es un dato que orienta sobre el valor del mercado”.
No obstante ello, el especialista advirtió que él no considera ese dato como el principal formador de precios. “En mí opinión para determinar el valor del litio habría que tomar el precio del mayor productor mundial, que es Chile”, explicó.
En ese sentido, expresó que “hay una gran empresa que se llama SQM (Sociedad Química y Minera) que es una empresa minera muy grande, es el mayor productor mundial. Ellos periódicamente cierran contratos con un precio, y es ese dato el que yo tomaría como el precio mundial”.
El importe al que se valúa al mineral está registrando un crecimiento exponencial. Actualmente, la tonelada de carbonato de litio se ubica en 54 mil dólares, mientras que hace dos años atrás, ese precio estaba en los seis mil dólares.
Diferentes modelos de regalías
Respecto al esquema de regalías que pagan las empresas al Estado argentino, el ingeniero expresó a El Algoritmo Escondido que habría que modificarlo “para procurar asemejarse al modelo chileno”.
En la actualidad, en Argentina las empresas le pagan al Estado una regalía del 3%. Por lo cual, considera que a ese número habría que mejorarlo y aproximarlo a lo que está vigente en Chile. En ese sentido, explicó que “ellos tienen atada la regalía al precio del mineral a nivel mundial, se rigen por una escala. A medida que el precio del mineral sube, el porcentual de la regalía aumenta”.
Esa regalía puede ser del 3%, 8%, 15% e inclusive puede alcanzar el 40%, si el precio del mineral sube a precios muy altos. El experto subrayó que con ese esquema “el Estado tiene la posibilidad de capturar mayor rentabilidad, es decir, se trata de un modelo más progresista”.
El modelo de Bolivia y de otros países
Según explicó Eduardo Gigante, en Argentina “el dominio del recurso lo tienen los Estados provinciales y ellos concesionan la explotación a inversores privados”. En cuanto al modo de producción en otros países, comentó que en Bolivia prácticamente no se produce carbonato de litio. “Ellos tienen un esquema muy particular. Se basa en el dominio, que es el mineral y la explotación del mineral”, detalló.
A su vez, relató que, si bien tienen las mayores reservas de litio en sus salares, no están produciendo a gran escala como lo hace Argentina, Chile o Australia. Lo cual se debe a que Bolivia tiene una forma distinta de gestión del recurso.
Allí no está permitido que una empresa privada explote los minerales, sino que las compañías que desean hacerlo deben asociarse con el Estado boliviano; que además tiene la mayoría accionaria, es decir más del 51%.
Para el experto, “eso trajo aparejado que no haya tantos interesados en ir a explotar, por eso tienen una producción bastante acotada”. Actualmente, México comenzó a transitar un esquema parecido al de Bolivia; mientras que Perú tiene un esquema de concesiones, pero “es un país que no tiene un gran yacimiento de litio”.
El desafío de generar valor agregado
La industria del litio representa en Argentina menos de 500 millones de dólares anuales. “Eso es porque aún no se ha desarrollado”, justificó Gigante. Al respecto, detalló que a nivel nacional hay sólo dos empresas que están produciendo carbonato de litio a gran escala industrial. Sin embargo, se mantuvo optimista al expresar que “hay perspectivas para que este año próximo crezca considerablemente la producción”.
Dado que el mineral no pertenece al Estado nacional sino a los Estados provinciales, se formó una mesa entre las provincias que más poseen litio, que son Catamarca, Salta y Jujuy. La idea es realizar toma de decisiones estratégicas conjuntas.
El especialista propuso que no solo se debe extraer el mineral sino también agregarle valor. En este sentido, contó que el brazo tecnológico de YPF, el Y-TEC, “aspira a producir baterías de litio junto con la Universidad Nacional de la Plata”.
Al respecto, sostuvo que “se abre la posibilidad de crear a futuro un centro de producción de baterías en nuestro país. Con eso se generarían muchos puestos de trabajo bien especializados”.