El mundo está cambiando, los cómics o historietas, como más gusten de llamarlos, fueron desde su concepción, de consumo masculino. Sin embargo, las mujeres también las disfrutan, no solo leerlas, también realizarlas. Hoy en día, son más y más las mujeres que trabajan en la industria de la historieta, pero falta mucho camino para la igualdad. La Crack Bang Boom lo ha atestiguado.
A nivel estadístico, como en muchas industrias, en el ámbito de la Historieta Argentina, las mujeres son minoría. Sin embargo, en los últimos años ha habido una explosión de diferentes espacios que han permitido su visibilidad. A la luz de esto surge una pregunta: ¿qué sucede con las mujeres en el mundo de la historieta?
Rompiendo constructos
Durante la Crack Bang Boom 2022 hubo un espacio de visitas guiadas en base a la historia de las mujeres en la industria. Creado por Jules Mamone (Femimutancia), Mariela Acevedo y Dani Ruggeri, este espacio buscaba mostrar la realidad de la presencia femenina en la historieta. La ponencia abordó el rol en la realización, edición y gestión.
La muestra abarcó 90 años, divididos en cuatro períodos, donde se da cuenta de la presencia femenina en la producción de humor gráfico e historietas. Nota al Pie, habló con Dani Ruggeri, autora de “El diablo en la Torre 9”. Entre otros temas, la autora comentó cómo esta investigación busca descascarar el mito de la falta de presencia de mujeres en la industria.
“Hay constructos, como, por ejemplo, la focalización [de autoras] en relatos autobiográficos, desde el punto de vista más costumbrista”, comentó Dani. Y agregó: “Si nos acercamos vemos que hay de todo, ciencia ficción, fantasía, terror”. La producción femenina abarca todo tipo de géneros y relatos. Antes, las mujeres debían usar seudónimos, o no firmaban en las colaboraciones.
“Lo que es reciente es la explosión, pero la presencia de mujeres en la historieta estuvo desde siempre”, expresó. Lo que sucede actualmente es “una característica del período de los últimos diez años, en general”. Esta muestra revela algo que siempre fue habitual en el ámbito impreso, pero guardado en la industria: el problema no es la falta de mujeres, sino su visibilidad.
Una cuestión de marketing
Una realidad que no escapa a ninguna industria tiene que ver con los números de venta, y quienes los generan: los consumidores. El motivo por que las autoras utilizaron seudónimos, o no firmaban colaboraciones, fue, según las ventas, que el público masculino no compraba algo hecho por una mujer. En este contexto, el prejuicio del machismo social afectaba las ventas.
Hoy en día, pese a la mayor visibilidad de las mujeres y géneros disidentes en la industria, hay una intensa lucha por cambiar esto. Las redes sociales atestiguan focos de consumidores que aún se niegan a comprar productos creados por mujeres; y, aunque son grupos pequeños, suelen hacer bastante ruido.
Las nuevas tecnologías han dado la posibilidad a autoras de mostrar su trabajo, y han emergido editoriales que se dedican exclusivamente a estas obras. Junto con estas agrupaciones, nacen los diversos espacios y ferias donde las autoras exponen sus trabajos. Hay mucho camino por recorrer, pero hay movimiento.
El presente y futuro del reconocimiento
Como cada año de convención, en la edición 2022 de la Crack Bang Boom se entregaron los Premios Trillo. En esta edición, Dani Ruggeri fue la única mujer ganadora de un reconocimiento por Mejor Obra para público infantil y/o juvenil por “El Diablo en la Torre 9”. Hubo seis mujeres más en diferentes nominaciones, algunas en más de una categoría.
Para los premios, las votaciones son realizadas por todos los invitados a previas ediciones de la convención. Este año, hubo varias invitadas, como se atestigua en el programa de la edición 2022. Lo que significa que, a partir de la próxima CBB, habrá mayor presencia de mujeres dentro de la lista de artistas que voten en los premios.
La historia reciente demuestra que la visibilidad de la mujer se irá haciendo más fuerte, mientras se va ocupando el lugar que tienen en la industria. Un espacio que de a poco está haciendo lugar para que se vean más, no solo desde la organización y gestión, sino también de parte del público. Sin embargo, esto es posible gracias a las autoras y gestoras que se encargan de hacerse notar.
El mundo está cambiando, pero en realidad no es diferente, solo se está volviendo de a poco más justo y transparente.