Las nuevas tarifas con recorte en los subsidios de electricidad, gas y agua, aplicadas por el Gobierno nacional, muy pronto serán un hecho. En este contexto, las personas no solo tendrán que incorporar nuevos hábitos, sino que además deberán controlar el consumo energético que realicen.
Al respecto, se dieron precisiones sobre el nuevo esquema. En cuanto al gas, las subas llegarán al 167%. En la luz, el aumento promedio será de $800 por mes.
Por lo tanto, en el servicio de electricidad, el subsidio de la tarifa será hasta 400 kilowatts/hora (Kw/h) por período. Quien se exceda, pagará el valor por cada kw/h adicional.
Frente a esta problemática, existen algunas herramientas que pueden ayudar al usuario a reducir el consumo. Entre ellas, está la aislación térmica eficiente de muros, como así también las aberturas con estas mismas características.
La iluminación led, los calefones solares y los electrodomésticos de bajo consumo, son otras de las soluciones que se pueden implementar. A su vez, el mercado ofrece calculadores online con los que se puede medir la energía que se va consumiendo en el hogar.
Consumo problemático
Un sector que debería involucrarse en la reducción del consumo, además del de les particulares, debería ser el de la construcción.
Guillermo Simón Padrós, integrante del grupo de Instituciones por el Etiquetado Energético de Viviendas, mencionó que se estima que en Argentina, el “consumo de gas natural en espacios habitables, equivale al 57% y la electricidad, al 35%”.
Al respecto, agregó: “Por este motivo, la mejora de la eficiencia energética de espacios habitables puede ayudar a reducir el consumo de acondicionamiento interior en más del 50%”.
De esta manera, según explicó Padrós, esto impactará no sólo de forma individual, sino también a nivel nacional en ahorro de facturas y en el abastecimiento de todo el país.
“Generando, asimismo, una reducción a más de la mitad de las emisiones de dióxido de carbono (Co2); uno de los gases responsables del cambio climático”, sostuvo.
Etiquetado y consumo energético
En esta línea, no sólo debería importar cuánto valdrá la propiedad que se quiera comprar o alquilar, sino que además habrá que verificar qué tan eficiente es en materia energética. De manera que, si no lo es, va a generar más gastos.
Si bien el etiquetado energético no es algo sumamente conocido en Argentina, muchos países del mundo lo implementan. De esta manera, pueden saber qué tan eficaz es energéticamente el lugar.
Según IProfesional, “el etiquetado energético de una propiedad es similar a las etiquetas que se conocen en los electrodomésticos”.
Además, sostuvo que, de esta manera, figura la Clase de Eficiencia Energética en una escala que va desde la “A” hasta la “G”. “Esto mide la energía y el consumo que se utiliza para calefacción en invierno, refrigeración en verano, agua caliente de uso sanitario e iluminación”, detalló el portal.
Este es el Índice de Prestaciones Energéticas (IPE), el cual varía según cada vivienda y región del país, y son identificadas a través de siete clases. De esta manera, las propiedades verdes con la “A” serán las más eficientes, mientras que las rojas con la letra “G”, las menos.
¿Por qué calificar viviendas?
La calificación de las propiedades trae varios beneficios. Entre ellos, se puede encontrar la reducción del consumo energético y económico. Esto permitirá conocer los parámetros a modificar para aumentar la eficiencia energética y, a su vez, disminuir la demanda de energía.
Otra de las ventajas es la puesta en valor del mercado inmobiliario y un mayor confort, ya que vivir en una propiedad con calificación “A” permite llegar a niveles de temperaturas justas para la salud.
Por último, este tipo de calificación servirá para el cuidado del medio ambiente. Se reducirá el consumo de energía, por lo tanto, también el uso de recursos naturales.