El pasado miércoles, Ivana Noemí Huenelaf, mujer mapuche-tehuelche, realizó una presentación formal para solicitar la sentencia declarativa de genocidio a la Campaña del Desierto. Huenelaf, junto al abogado Fernando Cabaleiro de la ONG Naturaleza de Derechos, efectuaron una denuncia ante los Tribunales Federales de Retiro, Buenos Aires.
En ese marco, Nota al Pie dialogó con el abogado a cargo de la causa. “El objetivo es que el Estado argentino declare a la Campaña del Desierto como un genocidio”, ratificó Cabaleiro. Cabe destacar que, dicho proceso está a cargo de la Fiscalía N° 7 y el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 3 de Retiro.
Una denuncia para reconstruir la historia
La denuncia dará paso a investigar torturas, fusilamientos, desapariciones forzadas y reducción a servidumbre. En ese sentido, Cabaleiro aseguró que “esto significa un reconocimiento reparador de justicia; que ayuda a reconstruir la historia y replantear vínculos construidos en base a relatos oficiales que ocultan o disfrazan como proceso civilizatorio lo que fue un auténtico plan genocida”.
El genocidio de la Campaña del Desierto
La presentación solicitó la definición como genocidio por el tipo de delitos cometidos durante la Campaña del Desierto, desarrollada entre 1878 y 1890. A su vez, de acuerdo con el abogado querellante, “el proceso implicó una acción premeditada y planificada para extinguir a las etnias que habitaban la Pampa y la Patagonia”.
En este sentido, para les demandantes resulta pertinente la determinación de genocidio por actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. A través de la Ley 24.584, Argentina aprobó la Convención sobre la imposibilidad de proscribir crímenes de guerra o de lesa humanidad.
Asimismo, la búsqueda impulsará los Juicios por la Verdad ante el despojo de tierras a los pueblos originarios. “Las comunidades fueron desmembradas con la clara intención de extinguir por todos los modos a los pueblos Mapuche, Ranquel, Tehuelche y Pampa”, concluyó Cabaleiro.
Por este motivo, la demanda buscará dar comienzo a un proceso de reconstrucción histórica y la recuperación de estos territorios.
La importancia de la demanda
El inicio de este proceso propone abrir un nuevo debate y reivindicar a los pueblos originarios, despojados de sus tierras. Por ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reafirmó que, en este tipo de crímenes, el Estado deberá investigar lo sucedido para hallar respuestas.
En este sentido, la denuncia expuso que “el Estado argentino consumó el genocidio contra los pueblos Mapuche, Tehuelche, Ranquel y Pampa en la Pampa y el norte de la Patagonia”. A su vez, explicó que “fue dentro de un plan sistemático, premeditado, pensado y organizado minuciosamente”.
Por este motivo, es un proceso denominado como Juicio por la Verdad, sin determinación punitiva para imputades. De hecho, la denuncia propone una reparación por el daño ocasionado. “La reparación incluye el derecho a recuperar los territorios ancestrales y que se identifiquen los lugares que fueron campos de concentración para convertirlos en espacios de memoria”, ratificó Cabaleiro.
El propósito de la denuncia
La propuesta es la definición de la Campaña del Desierto como genocidio y el reconocimiento del Estado como parte del proceso. De hecho, el abogado aseveró que “se trató de una política de Estado, donde el ejército argentino asesinó a miles de personas y se tomaron como prisioneros a más de 15 mil”.
El objetivo es la investigación de un avance sobre las tierras que dejó, de acuerdo con las cifras compartidas por Julio Argentino Roca, 5 caciques soberanos prisioneros y uno muerto. Asimismo, 1.313 Indios de Lanza muertos, 10.539 de Chusma, 1.271 de Lanza prisioneros y 1.049 reducidos.
“Además, fueron confinados en auténticos campos de concentración, niños, niñas y adolescentes que fueron sustraídos y entregados a familias no indígenas”, reafirmó Cabaleiro. Por ello, buscan iniciar juicios para conocer la verdad, dar fin al negacionismo de pueblos originarios y una reparación histórica.
A su vez, esta búsqueda se enmarca en diversas luchas de los pueblos originarios, quienes buscan esclarecer hechos que acabaron con elles. Hace pocos meses atrás, comenzaron un proceso similar por la Masacre de Napalpí, consumada hace casi 100 años.