El pasado martes 16 de agosto, la Secretaría de Energía de la Nación encabezada por Flavia Royón dio una conferencia de prensa en la que fueron explicados los detalles de la segmentación de tarifas. Esta medida consiste en la reducción o la quita de subsidios estatales a los servicios de gas, agua y electricidad.
Raúl Rigo, a cargo de la Secretaría de Hacienda, anunció el ahorro fiscal que representaría el recorte en los subsidios tras la segmentación tarifaria. Según estas proyecciones, el Gobierno espera ahorrar $50.000 millones este año y casi $500.000 millones durante el 2023.
Con estas cifras, mucho más altas de lo que se esperaba, el recorte tendría un impacto de 0,5% del Producto Bruto. Este porcentaje de reducción del gasto público se aproxima a lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que solicitó una reducción del déficit primario de 1,9% para el próximo año.
Les funcionaries insisten en que la quita de subsidios es un reajuste de los mismos con ‘’sentido social’’, y no un aumento de tarifas. No obstante, el propósito de esta política, impulsada por el ministro de Economía Sergio Massa, es lograr un ordenamiento de las cuentas a partir de la reducción del déficit fiscal.
Las diferencias con el plan económico de Guzmán
El sábado 2 de julio impactó en toda la Argentina la noticia de la renuncia del ex ministro Martín Guzmán. Un mes antes de dejar el Gobierno, el equipo económico de Guzmán presentó una modificación al Presupuesto, en la que estableció el gasto de más de un billón y medio de pesos para los subsidios a la energía.
Al respecto, el secretario de Hacienda actual declaró que ese “es el Presupuesto que nos va a acompañar en términos generales hasta fin de año”. Y agregó: “Sobre esta expresión presupuestaria que tenemos vigente, deberemos considerar los ahorros que mis colegas de gabinete han expresado para el año 2022’’. Además, expresó que las proyecciones son significativas para el Presupuesto 2023.
Esta declaración se debe a que la segmentación de tarifas representa un recorte casi del triple de lo que se estipulaba con el sistema tarifario de Guzmán. El ex secretario de Energía, Darío Martínez, anunció en su momento que el ahorro fiscal por reducción de subsidios se trataría solo de $15.000 millones.
Con las nuevas proyecciones, la actual funcionaria al frente de la cartera de Energía señaló que “es más de lo presupuestado originalmente, cuando se arrancó el tema de la segmentación, porque se estimaba que solamente el 10% no iba a solicitar el subsidio”. Ahora se calcula que más del 305% de les usuaries perderían los subsidios.
Por otro lado, el énfasis que la medida de segmentación de tarifas hace en la reducción del consumo de los recursos energéticos, también significa un ahorro. Disminuye la diferencia entre el costo de producción de la energía y el precio que paga le usuarie final.
Los números del ahorro
Según las estimaciones de la Secretaria de Hacienda, el Gobierno lograría un ahorro de $47.500 millones por el esquema de tarifas de electricidad y gas natural, sumado a otros $2.000 millones por la reducción de subsidios de AySA (Agua y Saneamiento).
Para el próximo año, se estima que el ahorro fiscal sería de $445.000 millones en tarifas de electricidad y gas, a los que se le suman aproximadamente $45.000 millones por el esquema tarifario del servicio de agua.