El 16 de agosto se cumplen 45 años de la muerte de Elvis Presley, el hombre conocido como el “Rey del Rock”. Su legado no solamente fue importante en el ámbito musical al conseguir mezclar con éxito diversos géneros, sino que fue más allá. A Elvis le adjudican gran parte de la responsabilidad de la movida cultural de los años 50 en la que se reivindicó el deseo sexual, la rebelión y la liberación de los jóvenes. Es importante destacar que, estos elementos proyectados a lo largo de su obra, Presley los tomó de la cultura afroamericana.
Además de su música, el éxito desmedido se dio de la mano de su particular modo de bailar. En esa época, que un varón subiera al escenario y moviera la pelvis era un acto revolucionario. Algunes atribuyen los movimientos a su timidez durante las primeras presentaciones. En ese sentido, relatos aseguran que, ante el temblor de sus piernas, el músico decidió exagerar el baile para disimularlo.
Además de lo artístico, Elvis Presley también dio que hablar por cuestiones más del ámbito privado: como su familia; el servicio militar en la cúspide de su carrera; su matrimonio con una adolescente de 14 años y el consumo excesivo de drogas y alcohol.
Esta última situación poco a poco logró apagar a la estrella del rock. Sin embargo, ya había cambiado al mundo entero. Al respecto, incluso John Lennon llegó a afirmar que “si Elvis no hubiera estado, los Beatles no hubieran existido”.
Los comienzos de Elvis Presley
Elvis Aaron Presley nació el 8 de enero de 1935 en la ciudad de Tupelo, en el estado de Misisipi, Estados Unidos. Una particularidad de su vida es que tenía un hermano gemelo que murió minutos después de nacer. Relatos aseguran que Elvis creció con la culpa de la muerte de su gemelo y que el hecho, al mismo tiempo, derivó en una sobreprotección por parte de su madre, Gladys Love Presley.
Su familia quedó compuesta por él, su mamá y su papá, Vernon Elvis Presley. Vivían juntes hasta que Vernon fue detenido. Como consecuencia, Elvis y su madre debieron mudarse a casa de amigos y familiares. Y, cuando él tenía trece años, se mudaron a Memphis, Tennessee.
Dicen que esta ciudad fue fundamental para su carrera, porque fue allí fue donde el joven empezó a frecuentar lugares donde abundaba la música afroamericana; como el blues, el jazz y el rythm and blues.
El salto a la fama se dio en 1954 cuando el dueño de la discográfica Sun Records, Sam Phillips, vio en Elvis la posibilidad de expandir justamente la música afroamericana.
Los dos años en el Ejército
En 1957, cuando Elvis Presley ya era furor y había alcanzado el punto máximo de su carrera, fue notificado para hacer el servicio militar. En ese entonces, el cantante contaba con tres discos editados y el protagonismo de tres películas. Sin embargo, asumió su compromiso y hasta solicitó ser tratado como un soldado más. Esto era conveniente si quería dar una buena imagen ante la mirada despectiva que parte de la sociedad tenía sobre su música. De esta manera, Elvis se enlistó al ejército el 24 de marzo de 1958 en Fort Chaffee, Arkansas.
Según versiones, la intención inicial del ejército era que el músico formara parte de las llamadas Fuerzas Especiales. Allí brindaría shows para los soldados y solo tendría que hacer seis meses de entrenamiento básico. Pero su manager, el polémico “Coronel” Tom Parker, se negó al saber que los shows serían grabados y vendidos a la televisión, dejando todas las ganancias a la armada.
La participación del joven en el ejército tuvo sus beneficios, pero también malas consecuencias. Por un lado, y al contrario de las suposiciones, la fama de Elvis se intensificó. Por el otro, el rockero agudizó su consumo de drogas al comenzar con anfetaminas para soportar los entrenamientos.
Elvis Presley: el amor y la muerte
Mientras Presley realizaba su entrenamiento en la base Fort Hood, recibió la noticia de que su mamá estaba muy enferma. El joven consiguió tomarse licencia para visitarla y, dos días después de llegar al hospital, su madre murió. La muerte de Gladys provocó que Elvis se sintiera desolado porque, a pesar de la edad y la fama, la relación era muy estrecha.
Al finalizar el entrenamiento en Estados Unidos, el artista devenido en soldado fue trasladado a los cuarteles Ray Barracks, situados en Friedberg, Alemania. Como él no podía vivir en los cuarteles, viajaba y asistía a fiestas. En una de ellas conoció a Priscilla Beaulieu, una adolescente de 14 años e hija de un piloto de la Marina.
A pesar de los diez años de diferencia entre ambos, fueron novios hasta que se casaron cuando ella cumplió los 21. Luego, en febrero de 1968, tuvieron a su primera y única hija, Lisa Marie Presley. Finalmente, el matrimonio se separó cuatro años después, el 23 de febrero de 1972.
El final de una leyenda
A mediados de los 70, Elvis Presley ya no era el mismo. En junio de 1977 brindó su último concierto para alrededor de 20 mil personas. Esa presentación fue criticada porque estaba muy ebrio e incluso no podía moverse. Hacía mucho tiempo que el artista tenía problemas de adicción al alcohol y las drogas. Los excesos lo llevaron a rotundos cambios desde lo estético hasta lo artístico.
Finalmente, el 16 de agosto de ese mismo año fue encontrado sin vida en el baño de su mansión de Memphis. Personal de salud intentó reanimarlo durante 30 minutos, pero no tuvieron éxito. Luego de conocerse la noticia, numerosas versiones comenzaron a circular hasta que realizaron un nuevo análisis de la autopsia. Allí fue que el forense Joseph Davis concluyó que Elvis Presley había muerto de un ataque al corazón.
“La posición del cuerpo era tal que estaba a punto de sentarse en el inodoro cuando ocurrió el ataque. Se lanzó hacia la alfombra, con la espalda en el aire, y estaba muerto cuando golpeó el piso”, explicó Davis. Además, detalló que si hubiera sido una sobredosis, “habría caído en un estado de sueño creciente, se habría subido los pantalones del pijama y se habría arrastrado hasta la puerta para buscar ayuda”.