Rocío Trigo, de 21 años, fue asesinada el jueves pasado por Jesús Coitiño, quien tras cometer el femicidio le confesó el crimen a un amigo y se suicidó. El hecho ocurrió en la ciudad de Puerto Deseado, perteneciente a la provincia de Santa Cruz.
La víctima se había juntado con el agresor en un departamento sobre la calle Lago Argentino al 1600, en la ciudad ubicada a unos 220 kilómetros de Caleta Olivia. La investigación está a cargo del juez de instrucción Oldemar Villa y la causa fue caratulada como “femicidio seguido de suicidio”.
Rocío Trigo fue hallada muerta el día jueves cerca de las 23 hs con golpes y lesiones en distintas partes de su cuerpo. Por su parte, el femicida de 31 años y de profesión marinero fue encontrado ahorcado en el baño del mismo domicilio.
En conferencia de prensa, Nito Mellado, a cargo de la Comisaría Primera, indicó: “La última vez que vieron al hombre con vida fue a las cinco y media de la madrugada del jueves”, cuando tomó un remís en la esquina de las calles Piedra Buena y 12 de Octubre.
La hipótesis de les investigadores indica que Coitiño se juntó con Trigo y la sometió a golpes de puño hasta asesinarla. Luego, envió mensajes a su amigo y decidió quitarse la vida.
Los restos de Rocío fueron velados en sala Cerdá Servicios Sociales, hasta su sepultura este sábado. Por otra parte, en las redes sociales, personas allegadas despidieron a la joven con profundo dolor.
El femicida de Rocío Trigo
En cuanto al presunto femicida, se supo que era un marinero, oriundo de Corrientes, que no contaba con un trabajo estable en los barcos. Se encontraba radicado en esta localidad desde hacía varios años y tenía problemas de adicción a las drogas y al alcohol. Según datos aportados por les vecines, él estaba en esa zona porque allí había formado pareja con quien tenía una hija de diez años.
Horas después del crimen, el amigo del femicida alertó a la policía tras encontrar un mensaje en su teléfono celular. En el texto, Coitiño le confesaba el femicidio y avisaba que había tomado la decisión de quitarse la vida.
“Me la mandé, me voy a matar”, habrían sido las palabras escritas por Coitiño. Tras el mensaje, el amigo recién pudo concurrir cerca de la medianoche al departamento, donde estaban los cuerpos del agresor y la víctima.
¿Por qué tantos femicidas terminan suicidándose?
Coitiño se suicidó, como lo hacen alrededor de dos de cada diez femicidas en Argentina cada año. En 2021, el 20% de los femicidas acabó con su propia vida, de acuerdo con las estadísticas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). Unos 43 hombres lo hicieron de manera inmediata en la escena del crimen y tres lo hicieron con posterioridad.
“Este porcentaje es mayor al 15% del año 2020. Posiblemente, por el mayor uso de armas de fuego durante el año 2021; lo que incrementa las chances de que sucedan femicidios seguidos de suicidio”, se detalló en el informe. Además, se registraron al menos 18 tentativas de suicidio (7,5%).
Esto sucede también en otras partes del mundo. En España, por ejemplo, las estadísticas oficiales de 2019 muestran que uno de cada cuatro femicidas se suicidaron. Es decir, el 25,5%. De un total de 55 hombres que mataron a su pareja o expareja, 14 se suicidaron.
Femicidios: cifras alarmantes
Karen; Soledad; Elizabeth; Graciela; Abigail y Zoe son las víctimas de femicidios de los primeros cinco días de agosto. Hasta el momento, el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez contabilizó doce femicidios en los primeros 15 días del mes.
Por su parte, en lo que lleva transcurrido el año 2022, las cifras de la violencia patriarcal revelan 200 femicidios; 160 niñes huerfanes y 229 marchas contra la violencia de género. En paralelo, si se contabilizan estos hechos desde el inicio de la presidencia de Alberto Fernández, hubo 854 femicidios y 802 tentativas.
Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA), del total de femicidios de 2021, último disponible, el 90% de las víctimas conocía al femicida y alrededor del 40% convivían con él.
Además, del total de las víctimas, alrededor de 50 de ellas habían denunciado a los agresores y, al menos, 22 tenían medidas de protección.