El presidente de Colombia Gustavo Petro definió, el pasado viernes, a los nuevos mandos militares y policiales de su gobierno. El perfil de las nuevas cúpulas de las fuerzas están orientadas a la reducción de masacres y asesinatos de líderes sociales. Asimismo, enfocó sus decisiones a un proceso de pacificación y reducción de bajas en la lucha contra el narcotráfico.
Con la intención de “neutralizar las masacres y asesinatos de líderes sociales” la nueva estructura del aparato militar y policial del estado tiene por finalidad castigar a aquelles que caigan en excesos y promover a los que se ajusten a una postura de reducción de daños. Petro señaló que los actos impunes de los altos mandos afectarán sus historiales y hojas de vida.
El nuevo mandatario designó al General Helder Giraldo como Comandante de las Fuerzas Militares y al General Luis Mauricio Ospina como Comandante del Ejército Nacional. El General Luis Carlos Córdoba se hará cargo de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y el Vicealmirante Francisco Hernando Cubides de la Armada. En tanto, el general Henry Armando Sanabria dirigirá a la Policía.
Objetivos del Gobierno de Petro
Petro es el primer mandatario de centro izquierda en alcanzar el poder en Colombia. En tanto candidato, ya había prometido durante su campaña, reformas a una fuerza pública cuestionada por excesos en distintos operativos. Los enfrentamientos se dieron tanto contra grupos paramilitares como en protestas antigubernamentales durante el 2021.
Por medio de un discurso oficial, Petro aseguró que los nuevos mandos tendrán como prioridad «la disminución de la violencia y la criminalidad». Al ser cuestionado por el masivo despido de generales con antigüedad, el primer mandatario colombiano admitió que pueden haberse ocasionado injusticias y que no existen las decisiones perfectas.
Cabe recordar que Colombia es una de las naciones de la región dónde más líderes sociales son asesinados. La nueva administración triunfante en los comicios se dirige a implementar una política de “seguridad humana”. Estas directrices tienen el objetivo de enfrentar diversos conflictos armados y llevar adelante un plan de pacificación.
Giro político hacia un proceso de paz
Uno de los aspectos más cuestionados por el nuevo mandatario es el criterio que se había instalado para el ascenso de los efectivos de las fuerzas. Este establecía que la elevación del rango se midiera por las bajas ocasionadas durante enfrentamientos. La intención del nuevo gobierno es que este acceso a rangos superiores se mida por el menor daño posible.
Según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), creada a partir del acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) en el año 2016, al menos, 6.402 civiles fueron asesinades a manos del Ejército. Estas bajas fueron declaradas como guerrilleros abatidos entre 2002 y 2008, pero todo indicaba que se trataba de falsos positivos (civiles sin vínculos directos con la guerrilla).
Durante el mes de abril de este año, Petro cuestionó un operativo militar contra supuestos guerrilleres en la frontera con Ecuador. Según les habitantes de esa región, en la lucha armada murieron once personas, varias de ellas civiles. Petro calificó como «crimen de guerra» a esa operación de las fuerzas militares.
Incluso, meses atrás, criticó la represión policial durante las protestas del 2021 contra el presidente saliente, Iván Duque. En dichos sucesos 28 personas murieron a manos de la fuerza pública, según lo consignó la Organización de Naciones Unidas (ONU).