El 5 de agosto de 1967, Estudiantes de La Plata se consagró campeón del Metropolitano al derrotar a Racing Club en la final. El equipo dirigido por Osvaldo Zubeldía cortó de esta manera con la hegemonía de 36 años de los cinco grandes, quienes conquistaron el fútbol argentino desde los inicios del profesionalismo.
Hace 55 años, Estudiantes logró una de sus grandes hazañas: ser el primer equipo no considerado grande en ser campeón en la era profesional. Desde la profesionalización del fútbol argentino en 1931, el predominio de los cinco gigantes parecía no tener fin.
Estudiantes era uno de los clubes fundadores del profesionalismo. En la primera temporada que fue conquistada por Boca, el Pincha finalizó tercero, por detrás de otro grande: San Lorenzo. Además, antes de lograr su primera corona en la era profesional, finalizó en el tercer puesto en las ediciones de 1944 y 1948.
En ese reinado de los gigantes, se disputaron 38 temporadas, en donde el más ganador fue River con 13 títulos. Luego le siguieron Boca con 10, Racing con 6, Independiente con 5 y San Lorenzo con 4.
Tan amplio fue ese poderío que apenas cuatro clubes no considerados grandes fueron subcampeones: Huracán (1939), Banfield (1951), Vélez (1953) y Lanús (1956). Cabe destacar que el que estuvo más cerca de quebrar con esa supremacía fue el Taladro, quien cayó en un desempate con Racing en 1951.
Pero el imperio de los cinco gigantes se cortó cuando el Estudiantes de Osvaldo Zubeldia conquistó el Metropolitano 1967. Tras quebrarse ese dominio, Vélez y Chacarita también lograron su primera estrella en la era profesional en esta misma década.
Después de 36 años, la hegemonía de los gigantes llegó a su fin
Ese 1967, no solo es recordado por el logro de Estudiantes, sino que también, por primera vez se disputaron dos torneos anuales. Por un lado, el Metropolitano, con clubes afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), y del otro, el Nacional, con equipos no afiliados.
Este torneo se dividió en dos zonas de 11 equipos, en donde los dos mejores de cada grupo avanzaban a las semifinales. Además, hubo cruces interzonales, en donde Estudiantes enfrentó a Gimnasia, su clásico rival.
El Pincha finalizó en el segundo lugar del Grupo A con 29 puntos, al igual que Racing, pero la Academia lo superó por diferencia de gol. Mientras que en la otra zona, clasificaron Platense e Independiente.
Por las semifinales, el equipo del Zorro Zubeldía enfrentó al Calamar, quien se adueñó del Grupo B, por un punto más que Independiente. En una lluvia de goles en La Bombonera, Estudiantes avanzó a la final al imponerse por 4-3. Mientras que Racing se quedó con el clásico al vencer por 2-0 al Rojo.
La final se disputó en el Viejo Gasómetro entre Estudiantes y Racing. Ambos ya se habían visto las caras en la primera instancia, en donde el Pincha se impuso en los dos duelos. Pero la tercera no fue la vencida para el equipo dirigido por Juan José Pizzuti y fue el fin de la hegemonía de los gigantes.
Estudiantes goleó por 3-0 con los tantos de Horacio Madero, Juan Ramón Verón (padre de La Brujita Juan Sebastián) y de Felipe Ribaudo. Con esta vuelta olímpica, el Pincha logró su segundo título, anteriormente se consagró en 1913 en el Amateurismo. Además, se clasificó por primera vez a la Copa Libertadores, en donde tendría momentos de gloria.
Estudiantes Tricampeón de América y campeón del Mundo
Tras romper con el dominio de los gigantes del fútbol argentino, Estudiantes dominó en el fútbol sudamericano. Alzó la Copa Libertadores tres veces de manera consecutiva: 1968, 1969 y 1970. Tiene el récord de ser el mejor debutante en este certamen.
En su primera participación a nivel internacional, el equipo del Zorro alzó su primera Copa Libertadores al vencer al Palmeiras en la final. En los años siguientes, el Pincha levantó el trofeo de manera invicta. Primero, derrotó a Nacional de Montevideo, y luego a Peñarol.
En 1971, Estudiantes llegó a su cuarta final consecutiva, pero el Bolso se tomó revancha y quebró con la hegemonía del Pincha. Fue el primer título del equipo uruguayo y la primera final repetida en la historia de la Copa Libertadores.
Además, Zubeldía le dio la estrella más importante al Pincha: la Intercontinental. En 1968, enfrentó al Manchester United, campeón de la Copa de Campeones de Europa, hoy Champions League. En La Bombonera, Estudiantes se impuso por 1-0 con gol de Marcos Conigliaro. La revancha en el Old Trafford, fue empate 1-1. Juan Ramón Verón marcó para los argentinos y Willie Morgan decretó el resultado final.
Otro título que consiguió con Osvaldo Zubeldía como entrenador de Estudiantes es la Copa Interamericana. El Pincha se convirtió en el primer campeón de este certamen, tras vencer a Toluca en un desempate. En México, fue 2-1 a favor del León y en La Plata, el conjunto mexicano se impuso por el mismo resultado. Se definió en Montevideo, en donde Estudiantes goleó por 3-0.