Lula da Silva formalizó las candidaturas de Elmano de Freitas, para el cargo de Jefe de Gobierno del estado de Ceará, y a Camilo Santana (ex gobernador del mismo estado) para Senador. El acto se realizó en la Ciudad Norteña de Fortaleza, Brasil durante el último fin de semana.
La presentación se organizó en el marco de la convención del Partido de los Trabajadores (PT); esta contó con la presencia de movimientos populares, partidos políticos, diputados federales, legisladores estatales, y asistentes generales. Lula mostró públicamente su apoyo de los candidatos que integran la lista del PT.
El ex presidente, que gobernó Brasil durante el período 2003-2011, destacó la gestión de Santana como gobernador de Ceará. A su vez, se mostró confiado en la candidatura al mismo cargo para el aspirante, Elmano de Freitas.
El nuevo candidato expresó que las prioridades de su gestión serán las inversiones en educación, seguridad pública, juventud, cultura, deportes y sanidad.
La campaña en su recta final
En su encendido discurso del último sábado, Lula proclamó que “es importante que tengamos claro que estas elecciones no son unas elecciones ordinarias. Esta elección no es un hombre contra otro hombre, o un partido contra otro partido, esta elección es la democracia contra el fascismo, es la democracia contra el autoritarismo”.
Camilo Santana, por su parte, basó su candidatura para la cámara alta en la defensa de las políticas de salud; y en las medidas que implementó como gobernador durante la pandemia del Covid-19. De esta manera, se posicionó frente al perfil anti sanitario que llevó a cabo el actual mandatario Jair Bolsonaro, perteneciente al Partido Liberal.
El saliente Santana habló frente a una masiva concurrencia y afirmó de manera vehemente “compré cuatro hospitales. Incluso compré un hospital privado, que llevaba diez años cerrado aquí en Fortaleza; allí construí 150 camas de UCI (cuidados intensivos), que ayudaron a salvar vidas de cearenses”.
El duro enfrentamiento entre los candidatos presidenciales
Las mediciones electorales dan por favorito a Lula da Silva para ocupar nuevamente el cargo de presidente a disputarse el 2 de octubre próximo. Las últimas confrontaciones que tuvo con Bolsonaro estuvieron vinculadas con una amenaza solapada en los dichos del actual mandatario brasileño acerca de un posible golpe de Estado.
Respecto de las declaraciones de Bolsonaro, el candidato presidencial Lula da Silva desestimó, semanas atrás, el discurso golpista del actual mandatario. El líder del PT, quien no contempla una ruptura democrática, consideró que el presidente no tiene el apoyo de las Fuerzas Armadas de Brasil en el caso de perder en los comicios.
«Las Fuerzas Armadas no crean una causa. Estoy seguro de que las tonterías que dice Bolsonaro no tienen ningún apoyo del alto mando y de los militares en activo. No creo en un golpe, no creo que las Fuerzas Armadas lo acepten y que la sociedad brasileña lo permita. Si empieza a jugar con la democracia lo pagará muy caro», expresó en una entrevista para el portal UOL.
Intención de voto en las encuestas
Según el sondeo de Quaest para el banco de inversiones Genial, el amplio favorito confirma al ex mandatario de Brasil como vencedor en primera vuelta, con el 51% de votos. Sin embargo, en el último mes Jair Bolsonaro, candidato a la reelección, mejoró su proyección de intención de voto. De esta manera, redujo levemente la ventaja que le lleva su opositor, Lula da Silva.
En esta misma encuesta, Bolsonaro, del Partido Liberal, aparece con 35% contra un 6,9% de Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (siempre contando los votos válidos y positivos). La medición de junio de la consultora Datafolha había otorgado para Lula una proyección del 53% de intención de voto.
Ambos sondeos confirman la victoria en primera vuelta para el ex presidente, sin necesidad de recurrir a un balotaje. En Brasil, cuando se obtiene la mitad más uno de los votos no es necesario una segunda vuelta de comicios para declarar al vencedor de las elecciones presidenciales.
Respecto de posibles alianzas, Lula dejó asentado que si triunfa dialogará con todos los partidos en busca de un pacto para gobernar el país. «En sociedad, para enfrentar el hambre y el desempleo» […] «No quiero ser dueño de la verdad, quiero ser director de orquesta», aseguró en su último discurso.