Con el furor de la última copa mundial de la FIFA, en agosto de 2018 comenzó a serializarse el manga Blue Lock. El título fue publicado en la Weekly Shönen Magazine de la editorial Ködansha. Escrita por Mineyuki Kaneshiro y dibujada por Yusuke Nomura, la serie ganó el 45º Premio de Manga Ködansha en 2021. En esta historia, el ego juega un rol más grande que el mismo fútbol.
Dicho manga pertenece a la subcategoría “spokon”, utilizada para señalar la temática de enfoque deportivo. Lo interesante es cómo los autores enfocan el argumento. Dentro de la historia, los personajes serán forzados a una suerte de “death match” futbolístico (enfrentamiento a muerte, no literal en este caso). Esto introduce la historia en otra categoría: el Battle Royale (batalla real en castellano).
El mejor delantero de todo Japón
Después de la actuación de la selección japonesa en la copa mundial de 2018, la federación de fútbol nipona decide que necesitan mejorar. Japón tiene hambre de figurar entre los mejores equipos del planeta, y se impulsa un programa para crear al mejor delantero de todo el país. Esta persona será la responsable de guiar a la selección del país del sol naciente a la victoria.
Anri Teieri, una ejecutiva de la Asociación de Fútbol de Japón (AFJ) decide contratar al singular Jinpachi Ego, quien llevará adelante el plan. En ese marco, serán seleccionados 300 jóvenes prometedores de todo el país para formar parte del programa “Blue Lock”. Esta iniciativa los llevará al extremo de sus capacidades, y entre ellos emergerá un goleador japonés.
El protagonista de la serie será Yoichi Isagi, un joven que perdió la posibilidad de entrar con su equipo en el torneo nacional estudiantil. El sentido de honradez de Isagi hace que tome decisiones que otros no consideran sensatas en medio del juego. Junto a 299 chicos más, deberá sobrevivir al programa, en un punto inhumano, de Jinpachi Ego.
Combinación de estilos
A diferencia de otros spokon, “Blue Lock” se centra en un objetivo principal que no se desarrolla en el campo de juego real. Convierte el entrenamiento, en una suerte de battle royale, donde la humanidad misma de cada personaje está en juego. Además, parte de una idea completamente perversa: el ego como elemento imprescindible para la victoria.
Aquí el fin es sobrevivir al entrenamiento para llegar a ser el mejor, no de llevar el equipo propio a la victoria, ya que, a la larga, los compañeros serán rivales. Esto marca una diferencia frente a otros spokon, debido a que no se verá una competición oficial de ningún tipo (al menos en un comienzo). Aquí prima la necesidad de supervivencia, y la forma de lograrlo, es convertirse en el mejor.
Es cierto que cada competición es, en sí misma, una suerte de eliminatoria. Por ese motivo, aquí hay una doble promesa: quien gane llevará a Japón a la gloria, pero si es eliminado, entonces se termina su carrera futbolística. Un equivalente a morir para un jugador apasionado, he aquí que se genera la intensidad que remonta a un battle royale.
Claro que Ego también es el nombre de quien lleva adelante el programa, lo cual convierte la intención en un juego de palabras. Aquí los jugadores serán sometidos a arduos entrenamientos, pero depende de su rango, también así serán alimentados. Esta competición se vuelve un juego desalmado por sobrevivir, ya que cada compañero, es también un rival a eliminar.
El cuidado estético
Si Mineyuki Kaneshiro es el artífice dramático, Yusuke Nomura es el encargado de convertir esto en algo tangible. El diseño de personajes de Nomura se basa en la personalidad, y las habilidades físicas de cada jugador. Así veremos que Isagi tiene un aspecto de chico promedio, con buen físico, pero no destaca junto a sus compañeros.
Las instalaciones de Blue Lock son cerradas, bloques de concreto con forma de pentágono. Toda la ambientación da idea de una suerte de presidio, comunicando ese sentimiento de encierro típico de los Battle Royale clásicos. En esas historias los grupos de personajes eran encerrados en algún tipo de edificio del cual solo saldrían cuando uno solo quedara vivo.
Otro de los triunfos de Nomura está en mantener su diseño actual, algo que, junto a la ambientación da un contexto único. Lejos del colorido que suelen traer los spokon, esta obra debe verse diferente a un titán de la industria. Aunque hay cosas que traerán recuerdos, Blue Lock logra con éxito diferenciarse del mítico Captain Tsubasa (conocido en Latinoamérica como “Los Super Campeones”).
Los fans de Shingeki no Kyojin podrán ver algo del estilo del seinen de gigantes aquí, ya que Nomura trabajó como ayudante de Hajime Isayama. El mangaka creador del éxito Attack on Titan recomendó la serie, lo que le valió un empujón al éxito.
Adaptaciones y ediciones
Blue Lock cuenta al día de hoy con más de 170 números lanzados, los cuales fueron recopilados en 20 tomos tanköbon. El éxito de la serie le valió una adaptación televisiva anunciada en 2021 para estrenarse en octubre de 2022 producida por el estudio 8-Bit. La animación será distribuida por la plataforma Crunchyroll.
En Argentina la Editorial Ivrea cuenta con la licencia de la serie, y ya tiene publicados 6 tomos tanköbon al momento de publicar esta nota.