El municipio de Baradero, provincia de Buenos Aires, propone una nueva ordenanza que permita el uso de agroquímicos en zonas periurbanas y escuelas. Se trata de una zona de amortiguación de 300 metros, y un área de exclusión de 200 metros, con un total de 500 metros de regulación. Desde la Red Local de Estudios Agroecológicos Baradero San Pedro (RELEA), un colectivo integrado por productores, investigadores y profesionales, se oponen a que en esos 300 metros se pueda fumigar con cualquier sustancia, incluido el glifosato.
Según informaron, está comprobado que las derivas de las fumigaciones a 1095 metros causan daño genético. Además, señalan que en la mesa de trabajo no se escuchó ninguno de todos sus argumentos ni se tomaron en cuenta los resultados de las investigaciones realizadas. En ese sentido, probaron que hay presencia de glifosato en alumnes y docentes de las escuelas rurales.
Desde RELEA propusieron aplicar un sistema de progresividad. Esto determina aumentar cada 3 años los límites de exclusión y amortiguamiento, con el fin de llegar a los 1000 metros de regulación.
Actualmente en Baradero rige la ordenanza provincial 10.699 y su decreto reglamentario 499/91. Esto no limita las fumigaciones terrestres y solo regula las aéreas, por lo que el uso de agroquímicos es desmedido y sin un ordenamiento que pueda prevenir accidentes y contaminación del ambiente. Además, no existe un control claro sobre la emisión de recetas agronómicas.
Nota al Pie conversó con Mauro González, quien está a cargo de coordinar RELEA junto a Eugenia Suárez.
¿Agua y aire con agrotóxicos en Baradero?
Les vecines se organizaron para realizar estudios del agua y del aire con el fin de comprobar la presencia de agrotóxicos. “Los resultados ya los tenemos, lo que estamos haciendo ahora es elaborar un informe final donde podamos dar lectura e interpretación a esos resultados. Esto lo hacemos con el acompañamiento de los profesionales con quienes realizamos el estudio”, señaló Mauro.
La investigación fue realizada a través de una campaña local: “¿Qué agua tomamos? ¿Qué aire respiramos?”. Estuvo dividida en 3 etapas y articulada entre 3 organizaciones locales: la Red Local de Estudios Agroecológicos Baradero San Pedro (RELEA); Acción Ambiental Baradero y Baradero Verde. También participaron desde la Red Federal de Docentes por la Vida, “sobre todo en la etapa 2 del proceso que fue realizar análisis de sangre y orina de ocho personas de un mismo establecimiento educativo rural del partido”, indicó.
Los análisis de suelo y agua (etapa 1 y 3) fueron analizados por el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA) de la Facultad de Ciencias Exactas-UNLP-CONICET, liderado por Damián Marino como investigador acompañante. Luego, fueron cotejados por el Laboratorio de Plaguicidas del INTA Balcarce, a cargo de Virginia Aparicio.
Resultados alarmantes
Los resultados de la muestra tomada sobre la calle de la Escuela periurbana N°5 arrojaron la presencia de 8 plaguicidas y metabolitos; en un total de 9 muestras (6 de agua y 3 de suelos). “En esta etapa lo más preocupante son los resultados de una muestra particular de suelo donde se constata una alarmante contaminación contabilizando 13 plaguicidas en elevadas concentraciones”, describió Mauro.
Para el caso de las muestras de agua y suelo, analizados en la tercera etapa en el INTA, se contabilizó la presencia de 18 moléculas de plaguicidas en las muestras de agua. Además, se determinó la presencia de 12 moléculas de plaguicidas en las muestras de suelo ingresadas al laboratorio de la EEA INTA Balcarce, respecto de un total de 51 moléculas analizadas en ambos casos.
En este último se enviaron un total de 10 muestras entre agua y suelo de muestras propias de la campaña iniciada en Baradero; en conjunto con algunas muestras particulares que se sumaron a la logística de toma y remisión para buscar plaguicidas.
“Sin dudas que lo más alarmante pasó por la etapa 2 del trabajo. En esa instancia constatamos la presencia de Glifosato y AMPA en 3 de las 8 muestras de orina”, agregó. Estas muestras fueron enviadas al Laboratorio Farestaie de la localidad de Mar del Plata. Farestaie se especializa en la búsqueda de estas sustancias en sangre y orina. “Dos de esas muestras se trata de alumnas de 6 años de edad que concurren a la escuela rural N°8 de Baradero”, comentó Mauro.
Polémica ordenanza
A finales de junio, la municipalidad de Baradero “presentó un proyecto de ordenanza que intenta ‘mediar entre dos proyectos’ presentados, en primer lugar (2020) por RELEA y luego (2021) por la Sociedad Rural de Baradero”, explicó Mauro.
Ambos fueron analizados en una mesa de trabajo realizada en marzo, integrada por los diferentes actores involucrados en la problemática local. “El resultado es esta mediación que lejos está de resolver el problema que constatamos con los análisis realizados por las organizaciones”, denunció el coordinador.
El proyecto de ordenanza está en tratativas para tratarse en el Concejo Deliberante en el mes de agosto. “En esta instancia de revisión, desde RELEA presentamos una serie de sugerencias para modificar e incorporar al proyecto. Entendemos que son claves y no se toman en cuenta, como es la progresividad”, remarcó.
El proyecto hoy estima una regulación de 500 metros; con 200 metros de zona de exclusión y 300 metros de amortiguamiento, donde se puede aplicar herbicidas como por ejemplo el Glifosato. “Nuestro proyecto original contempla la posibilidad de resguardar a la población sensible a 1.100 metros de las fumigaciones, metraje que se establece con evidencia científica de notoria seriedad en nuestro país”, indicó el entrevistado. Por su parte, la Sociedad Rural pretende regular solo a 100 metros.