Grant Morrison (Batman Arkham Asylum) es un guionista conocido por su característico estilo de narrativa no lineal. Sin embargo, en All-Star Comics rompe con su regla y construye una historia tradicional para un título muy especial. Junto a Frank Quitely, quien se encargó de los lápices, cuentan una historia que renovó cómo percibimos al personaje, y cómo él nos percibe.
All-Star Comics fue una línea de la editorial, hoy conocida como DC Comics, que supo presentar titanes como Wonder Woman en la edad de oro. En 2005, la casa del primer superhéroe decidió lanzar nuevamente una línea con este nombre. Primero Batman, con una polémica (e inconclusa) edición a cargo de Frank Miller y Jim Lee, y luego Superman en 2006.
La dupla Morrison-Quitely ya se había reunido en 2000 para Justice League: Earth Two, un trabajo que reintrodujo el concepto de multiverso al canon. Y pese a que ya había una obra magistral del personaje llamada “For All Seasons”, por Jeph Loeb y Tim sale, esto tenía que ser diferente, fresco. Los autores decidieron tomar la idea que Alan Moore había planteado en 1986, e ir aún más allá.
La historia de All-Star Superman
Una misión del Doctor Quintum al sol es saboteada por Lex Luthor y Superman sale a salvar a los científicos. Este acto no es más que una trampa tendida por el empresario para que el hombre de acero sea envenenado por el sol. Ahora, enfrentando el ocaso de su existencia, Superman planea cuidadosamente sus próximos movimientos.
En un principio, buscará arreglar sus asuntos personales, confesando su identidad a Lois Lane, la mujer que ama. Luego, se ocupará de su legado, mientras se entera por algunos viajeros del tiempo que antes de morir deberá cumplir 12 hazañas. A medida que Superman va cediendo al destino, Lex espera a ser condenado a la silla eléctrica por su crimen.
Durante sus últimos días, Superman deberá saldar sus cuentas pendientes, incluida salvar al mundo varias veces. Entre otras cosas, el Kryptoniano se enfrentará a su especie en dos oportunidades. Por un lado, tendrá que solucionar el problema de la ciudad miniaturizada de Kandor, y por otro, enfrentarse a dos seres que llegaron al planeta Tierra del mismo lugar que el héroe.
Superman como figura mesiánica, padre, hijo y creador de vida
Pese a que en su origen Jerry Siegel y Joe Shuster crearon a Superman como un hombre que pueda ocuparse de los abusones, el mundo cambió. El personaje mutó con el mundo para convertirse en una figura mesiánica, el Dios que camina entre los hombres. Morrison lo toma con literalidad. Enfrenta a Superman con el problema del bien y el mal en la Tierra y lo pone en la cima del olimpo moderno.
El legado de Kal-El es un mundo mejor, él puede hacer todo, pero no puede ir en contra de su muerte. No es humano, pero posee los valores del ideal humano, con la capacidad para llevarlos a cabo. Es por esto que eligen a Lex Luthor como villano, un humano con capacidades ilimitadas que elige verse a sí mismo antes que a los demás. Morrison utiliza este paralelismo de forma brillante.
Superman incluso creará vida, y dará poderes a Lois Lane como regalo de cumpleaños, convirtiéndola en “Superwoman”. Este concepto intenta desafiar a la teología, donde el hombre es el único con poder y la mujer solo está para acompañar. Claro que esto es temporal y será establecido como la forma de hacer que el ser humano pueda alcanzar a Dios.
Las doce tareas que debe completar antes de morir refieren al camino que Hércules debió hacer para ser digno del olimpo. De esta forma, el escritor convierte a Superman en el héroe definitivo. Morrison convierte al héroe en un faro, una luz, un ejemplo a seguir para la raza humana. Incluso respeta cada umbral definido por Joseph Campbell en su descripción del “Camino del héroe”.
La importancia del estilo de Frank Quitely
El dibujante lleva un estilo con un trazo que carece de firmeza, redondea y deforma las líneas en forma que incomoda. Esto funciona a la perfección con esta obra donde se trata de plasmar la divinidad como algo falible y finito. La elección magistral de las composiciones ayuda al relato secuencial, casi como si del storyboard de una película se tratase.
Quitely encuentra la forma de mostrar belleza en sus casi nulas líneas rectas trazadas con cuidado, pero dentro de su estilo. Donde más se evidencia esto es en los bizarros, seres infectos que representan una deformidad espejada de la realidad. Lex Luthor es otro de los afectados por la técnica de Quitely, quien deforma el semblante del condenado mostrando que por dentro es patético.
Por otro lado, personajes como el mismo Superman, Lois Lane y varios más escapan de estos detalles. Esto confirma que son seres en más armonía con el mundo; como debería ser.
Superman es un héroe Solar, y esa es otra de las analogías que Morrison y Quitely incluyen en la obra. Con un final que lo posiciona como la figura más importante de la mitología moderna.
Adaptaciones
En 2011 Warner Bros Animation lanzó una adaptación animada de All-Star Superman. Una película de 76 minutos que reduce a lo más esencial la historia entre Superman y Lex Luthor, obviando, de forma lamentable, lo más importante de la obra. Aunque busca dar un giro más optimista a cómo se resuelve el arco de Lex Luthor.
En 2013, la película Man of Steel, dirigida por Zack Snyder, toma uno de los conceptos de All-Star Superman y lo aplica en la cinta. Las palabras de Jor-El (Russell Crowe) son líneas tomadas de forma literal de esta obra: “Le darás a los terrícolas un ideal para esforzarse. Ellos correrán tras de ti, se tropezarán, caerán, pero eventualmente, se unirán a ti en el sol”.
Actualmente, en Argentina All-Star Superman ha llegado como parte de la colección “Superman Batman” de Salvat España, en los tomos 7 y 8. Recientemente la Editorial Ovnipress editó una versión integral de la obra, siendo la primera vez que Argentina cuenta con una edición autóctona.Para redes: Superman no solo es una representación de un Dios en la actualidad, sino el héroe más grande de todos. Morrison y Quitely cuentan una de las historias más entrañables del kryptoniano.