La productora audiovisual misionera La Rastrojera TV fue censurada el pasado viernes 15 de julio por YouTube. El argumento de la plataforma digital para bajarles el canal fue que infringieron “los lineamientos de la comunidad”. De esta forma, perdieron el trabajo realizado desde hace ya 15 años.
Uno de los puntos centrales del trabajo que realiza la productora es que el canal era un espacio de consulta y de información. Allí se brindaba la posibilidad de descargar material y también la de visibilización de problemáticas de Misiones.
En un comunicado que brindaron en su cuenta de Facebook, manifestaron: “Queremos dejar asentado este ataque a la libertad de expresión y pluralidad de voces”. A su vez, hicieron un llamado a la reflexión sobre “qué comunicación queremos y/o necesitamos”.
“La Rastrojera TV” nació en el 2007 por conflictos en Posadas (Misiones) de personas que eran desalojadas por la represa de Yacyretá. Ante esta situación, decidieron acompañar y visibilizar los problemas que fueron surgiendo. Poco a poco fueron cubriendo problemáticas de territorios guaraníes, la triple frontera, entre otres.
Nota al Pie dialogó con Nicolás Martín Amadio, integrante del canal misionero “La Rastrojera TV”, quién contó sobre la historia del proyecto, su trabajo comunitario y el reciente problema de censura de YouTube.
¿Cómo nació el canal “La Rastrojera TV”?
La historia de “La Rastrojera TV” surge por el 2007. Estábamos haciendo algunos trabajos de cobertura de una situación acá en Posadas. Al ver que no había espacios en la televisión, o costaba instalar los temas, decidimos empezar a armar el canal de YouTube como para difundir.
En aquel momento, la tecnología era bastante más lenta. El trabajo se hacía un poco más lento, tanto en la edición como después en la difusión. Porque el Internet no era tan fluido, costaba tiempo. En ese momento, no teníamos Internet en nuestro lugar de trabajo y básicamente teníamos que buscar la forma de ver qué lugares tenían Internet para subir el material.
En el canal subimos todo tipo de coberturas; situaciones de desalojos de pueblos originarios acá en Misiones. Y también de comunidades donde generalmente hacen denuncias por los atropellos que sufren como originarios. También, cubrimos todo tipo de expresiones culturales. Movidas que se hacían y que se hacen también sociales ambientales.
Siempre estamos acompañando los procesos de lucha y de reclamos. Además, nosotros también trabajamos con talleres de cine comunitario. Por un lado, era una herramienta de difusión. Y, además, una vez que terminábamos el trabajo podíamos contar con ese canal para que después los participantes lo puedan difundir.
¿Cómo fue el proceso del armado de la cooperativa audiovisual?
En un comienzo éramos entre cuatro y cinco personas que empezamos a hacer este trabajo. Básicamente por el reclamo de un grupo de afectados de la represa de Yacyretá, que estaban siendo amenazados de desalojo. Entonces, salió un documental que se llamó La casa del afectado. Trataba de un reclamo que habían hecho en Buenos Aires, en un galpón al lado de la estación de Lacroze. Desde ahí conocimos a la gente y viajamos.
Después decidimos armar la cooperativa. O sea, transformarnos como cooperativa de trabajo porque todo el trabajo era autogestionado. Habíamos puesto nosotros las cámaras, que ya estaban viejas y estaba la posibilidad, con la nueva Ley de Medios, de poder profundizar ese trabajo. Entonces, nos conformamos como cooperativa. Desde ahí empezamos a gestionar herramientas, proyectos y algunas cosas que fueron permitiendo que pudiéramos avanzar; tanto en lo técnico como en lo práctico.
Ese fue un proceso que nos permitió también ingresar en la TDA (Televisión Digital Abierta). En aquel momento, con programas de televisión que hicimos, pudimos gestionar nosotros los recursos. Eso nos permitió crecer un montón. Hasta el 2015 estuvimos produciendo contenidos propios, y nos autogestionamos de esa forma.
Después del 2015 en adelante se fue complicando todo. Pero manteníamos la cuestión de la difusión de conflictos. Siempre acompañando los reclamos, el canal se fue dando para ese lado. Hicimos un montón de cosas: videoclips; programas de televisión y documentales. Después los difundimos por festivales independientes; por festivales de cine de Latinoamérica; participamos en varios eventos y en varios festivales. Eso nos dio mucha difusión, también.
El canal era como una referencia. Cuando difundimos, no decía dónde lo buscamos. El canal de YouTube era la referencia principal, porque ahí estaba todo el material de lo que era para nosotros; lo que representaba La Rastrojera, como productora comunitaria.
¿Cómo se enteraron de la censura a “La Rastrojera TV”?
Nosotros sabíamos que esto podía pasar en algún momento. Porque a veces utilizamos temas o canciones de otros artistas, que por ahí no contás con el derecho autor, y entendiendo que nuestro trabajo no tiene fines comerciales ni lucrativos.
Nos enteramos por medio de un videoclip. Nos escribió un músico del Sur que había hecho un tema, Rafa Nahuel, y habíamos ido a grabarlo allá y lo subimos todos de una manera colectiva. Él quería difundir el material y se encontró con que no estaba. Me escribió para preguntarme qué había pasado con el vídeo.
Me puse a buscar y me di cuenta de que no estaba el vídeo ni el canal “La Rastrojera TV”. Empezamos a buscar y empecé a compartir a ver si alguien podía verlo. Ahí nos dimos cuenta, efectivamente, que ya no existía más el canal. En ese momento, empezamos a revisar los correos a ver si había llegado alguna notificación. Y sí: nos había llegado un correo donde decía que se daba de baja el canal porque infringía “lineamientos de la comunidad de YouTube”.
Sabíamos que esto podía pasar. Nos da en este momento esta sensación de, por un lado, vulnerabilidad; por todo lo que uno puede subir y desaparecer. Y, por otro lado, indignación; porque es un trabajo de 15 años, donde era un material de consulta. Así como este chico nos escribió, también lo hizo otra persona preguntando por otro vídeo. Ahí tuvimos que explicarle qué había pasado.
Siempre los vídeos los subimos sin copyright, cosa que cualquiera los pueda descargar y utilizarlos. Porque lo más importante para nosotros siempre fue la difusión de los vídeos y los materiales; y que la gente se entere de lo que estaba pasando y lo que había pasado en diferentes lugares. Ahí donde los medios hegemónicos, por lo general, no se acercan. O, si se acercan, lo muestran desde otra perspectiva.